Una persona que pertenece al 10 por ciento de la población con más ingresos en México, obtiene más de 200 mil pesos anuales, en promedio. En tanto que aquellos que se encuentran en el decil de los mexicanos más pobres, apenas 8 mil 700 pesos anuales, indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Mientras, los programas dedicados al desarrollo social en México fracasan
Fueron al menos seis los decesos registrados por hambruna en las comunidades Napuchi, Wisarorare, Baquiachi y Pasigochi. Allí, el índice de mortalidad por la falta de alimento ha propiciado la muerte en adultos de 55 a 60 años de edad.
El problema, sin embargo, no se reduce a las poblaciones serranas de Chihuahua: 1 millón 800 mil menores de cinco años padecen desnutrición crónica, estima la Fundación Mexicana para la Salud. De estos, al menos 170 mil niños que habitan en zonas marginadas (tanto de las ciudades como del campo) presentan una “situación aguda”, cuyas complicaciones derivan en la muerte, generalmente asociada a enfermedades infecciosas curables.
Aunado a ello, datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que México es el segundo país más desigual –desde el punto de vista económico– de los que integran este organismo internacional.
En su informe Divididos resistimos: ¿por qué sigue aumentando la desigualdad?, indica que “México tiene el segundo nivel más elevado de desigualdad de los ingresos de los países que integran la OCDE, justo por debajo de Chile […] A pesar de su disminución desde mediados de la década de 1990”.
La brecha entre ricos y pobres es 26 veces mayor para los más ricos del país, pues de acuerdo con el ingreso promedio que percibe el 10 por ciento de este sector es de 228 mil 900 pesos (con cifras actualizadas hasta 2008). En tanto, el ingreso del 10 por ciento con menores ingresos es de 8 mil 700 pesos, durante el mismo periodo.
No obstante para el gobierno federal sí hay una evolución en esta materia, y luego de que el Partido Acción Nacional (PAN) ascendiera al poder, se ha podido percibir “una estabilidad macroeconómica, de control de la inflación y de una importancia creciente en los programas públicos de combate a la pobreza”, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Políticas reprobadas
En mayo de 2011,
Contralínea documentó el fracaso de las políticas públicas enfocadas a combatir la pobreza, al registrar a más de 82 millones de mexicanos en esta situación económica. Las cifras del
Informe de pobreza multidimensional en México,elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reflejan el fracaso del aparato de Estado en la materia.
El perredista Héctor Hugo Hernández Rodríguez, integrante de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, indica que es una “pena” lo que está pasando en el país con la aplicación de políticas públicas. El Coneval ha señalado que la mayoría de los programas no tienen un objetivo, población, ni mediciones de los resultados.
De acuerdo con la OCDE, en los últimos 25 años los ingresos reales de los hogares aumentaron un 1.7 por ciento para el 10 por ciento de los mexicanos más ricos, pero sólo 0.8 por ciento para el 10 por ciento más pobre.
“Necesitamos hacer algo por la población de los municipios más pobres. Es una pena que México sea el segundo país de la OCDE con la mayor desigualdad [económica] y que la brecha sea tan discrepante en el ingreso de las familias”, señala Hernández Rodríguez.
“Programas asistencialistas”: Acción Nacional
Además, la OCDE –que preside el mexicano José Ángel Gurría Treviño– indica que la brecha de ganancias entre los empleados aumentó. Esto se relaciona con una mayor diferencia de las horas laboradas entre los trabajadores mejor y peor pagados.
Ante ello, la diputada panista Gloria Trinidad Luna Ruiz explica que los informes únicamente sirven como indicadores para saber en dónde se deben de enfocar lasbaterías. La OCDE también ha indicado que México debe de apostarle a los cambios en su propuesta laboral, con la aprobación de la reforma laboral: “Hay que apostarle más al capital humano”.
La lectura que hace la legisladora del PAN es que para los organismos internacionales “la desigualdad se ha reducido. Los estudios arrojan que la brecha viene disminuyendo poco a poco”.
Reconoce que sí existe pobreza en el país, pero “las cifras son el resultado de lo que se va sumando en los estados. Lamentablemente, hay entidades en donde las políticas públicas en materia social son asistenciales, no de desarrollo. Mientras los gobiernos sigan actuando así, no vamos a lograr un avance de capital humano”.
La brecha laboral
El documento de la OCDE revela que aunque en promedio los mexicanos trabajan más horas que en ningún otro país integrante de la Organización, la cantidad de horas anuales trabajadas de los empleados con menores ganancias disminuyó de 2 mil 600 a 2 mil 150. Mientras que las horas anuales de los trabajadores con ganancias superiores aumentaron de 2 mil 400 a 2 mil 500.
La parte de los ingresos por trabajo autónomo es otro de los puntos que considera importante, pues en el total de los ingresos [que obtienen las personas que se autoemplean] disminuyó 30 por ciento, a mediados de la década de 1980, y alrededor de 20 por ciento, en 2005.
La priísta Narcedalia Ramírez Pineda, integrante de la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, indica que la pobreza y la desigualdad son de los temas más “platicados y sensibles, porque aunque tengamos una gran cantidad de programas dirigidos a la población más desfavorecida del país, el grado de desigualdad se abre más”.
Comenta que por los beneficios y apoyos que obtiene del gobierno federal, dicha población se hace dependiente de los programas y con ello “simplemente los estamos excluyendo del desarrollo del Estado y de lo que se quiere como país”.
Crítica de los planes a los que dio continuidad el panismo, heredados del Partido Revolucionario Institucional, Ramírez Pineda cuestiona los índices y parámetros que se utilizan para erradicar la pobreza. “El colocarles piso firme en sus hogares, por ejemplo, no es sacarlos de la pobreza. Sin embargo, la Secretaría de Desarrollo Social determina qué comunidades con piso firme ya no están en un grado de marginación”.
Hacienda niega cifras de la OCDE
A través de un comunicado de prensa emitido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, titulado Evolución de la desigualdad en México,el Estado desdice a la OCDE y asegura que sí ha habido avances en esta materia.
La dependencia encabezada por José Antonio Meade Kuribreña indica que “durante los últimos 10 años, se ha producido una disminución significativa en la desigualdad en nuestro país, después de incrementos importantes que se observaron en años anteriores”.
La Secretaría destaca que en las últimas tres décadas se han observado dos periodos claramente diferenciados en la evolución de la desigualdad.
El primero, entre 1984 y 1994, cuando se dio un incremento “significativo”. Éste, indica la Secretaría de Hacienda, respondió a factores como “las recurrentes crisis de balanza de pagos ocurridas en ese periodo, la erosión del poder adquisitivo de los salarios resultante de los niveles elevados de inflación y los cambios tecnológicos que llevaron a un incremento en la desigualdad a nivel global”.
El segundo, entre 1994 y 2008, se dio cuando la desigualdad en el país “se redujo al revertir buena parte del incremento observado en el periodo anterior”.
La administración federal resalta que es a partir de 2000 (cuando el PAN asciende al poder) que se registró “la disminución más fuerte, y se da en un contexto de estabilidad macroeconómica, de control de la inflación y de importancia creciente de los programas públicos de combate a la pobreza”.
Para la administración panista, el sistema económico instrumentado en México ha sido eficiente. “Las políticas macroeconómicas que se han seguido durante la última década, así como el fortalecimiento de los programas sociales, en particular de los orientados a combatir la pobreza y ampliar el acceso a los servicios de salud y educación para todos los hogares, han tenido una contribución significativa para revertir los incrementos en la desigualdad que se observaron en el pasado y que seguirán promoviendo una mayor igualdad en el futuro”.
Reforma laboral, principal apuesta de la OCDE
El documento Reducir la desigualdad mientras se estimula el crecimiento económico es posible, publicado a principios de 2012, la organización recomienda aprobar las reformas en el mercado laboral, los impuestos, los sistemas de transferencias y de educación.
“A medida que la crisis económica obliga a los gobiernos con problemas de liquidez a rediseñar los sistemas fiscales y de prestaciones, la OCDE indica que el proceso de reforma debe de verse como una oportunidad para abordar simultáneamente los problemas de desigualdad y de crecimiento”.
El documento indica que “una prioridad debe de ser la reducción o la eliminación de las exenciones impositivas que principalmente benefician a los ricos, lo que crearía un espacio para las reducciones favorables al crecimiento en tasas impositivas marginales para todos los contribuyentes”.
Además, asegura que la reforma del mercado laboral ofrece soluciones en las que todos serían beneficiados: “La reducción de la brecha existente en la protección del empleo entre trabajadores temporales y aquellos con contratos permanentes. Con ello se reduciría en un 25 por ciento la diferencia salarial promedio entre estos dos tipos de empleados mientras se estimula el empleo y el crecimiento”.
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