La lucha de los trabajadores es fundamental para defender sus derechos y alcanzar mejores condiciones de vida. En México, no cesan los movimientos laborales.
Aunque existan altibajos, trabajadores de diversos sectores han obtenido logros a través de manifestaciones y otras formas de presión. En 2018, hubo 25 mil 260 emplazamientos a huelga, y 32 huelgas estalladas. Actualmente, han disminuido.
En cuanto a los emplazamientos, los conflictos reportados en las relaciones laborales disminuyeron en 2023 respecto a 2022. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha dado a conocer que México registró 1 mil 260 casos en las estadísticas sobre relaciones laborales de jurisdicción local en 2023. Esto representa un 60 por ciento menos que en 2022, cuando en ese año se reportaron 3 mil 151.
Asimismo, el 32.7 por ciento se originaron en demanda de la revisión de contrato, mientras que el 21.2 por ciento fueron por revisión salarial. Del total de emplazamientos, el 35.9 por ciento se solucionó por no cumplir con los requisitos estipulados en la Ley, y el 34.3 por ciento, por desistimiento.
En México, durante 2023, estallaron cuatro huelgas distribuidas en Ciudad de México, Hidalgo, Michoacán y Zacatecas. De éstas, tres fueron resueltas dentro del mismo año. Este número refleja una disminución significativa en comparación con años anteriores, en parte debido a una baja general en los emplazamientos a huelga, que también cayó un 60 por ciento respecto a 2022 (La Jornada).
Este 2024, se han desarrollado varios movimientos. El 18 de septiembre, los pilotos sindicalizados de Aeroméxico protestaron en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, con el objetivo de exigir un incremento salarial y mejores condiciones laborales.
Aeroméxico, la principal aerolínea del país, anunció que negocia el contrato colectivo de trabajo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), que emplazó a una huelga para el primero de octubre de 2024.
Mediante un comunicado, la aerolínea expresó el firme compromiso de fortalecer el contrato colectivo, para que sus pilotos sigan siendo los mejor pagados del país.
La ASP informó que prorrogó el estallamiento a huelga al 8 de octubre próximo si no se llega a un acuerdo satisfactorio en las negociaciones sobre el aumento salarial (acorde a la inflación) y la restitución de beneficios recortados durante la pandemia de la Covid-19. Hasta ahora, no se ha alcanzado.
Este tipo de huelga podría afectar a los pasajeros. Por lo tanto, es justo y necesario acceder a las demandas de los pilotos, pues están en juego miles de vuelos, así como el bienestar del personal aéreo de una aerolínea tan importante en el país.
Otro movimiento importante es el realizado por el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (SUTUAAAN). Éste agrupa a personal administrativo y de apoyo. Desde el pasado 28 de agosto, inició una huelga en demanda del cumplimiento de más de 35 cláusulas del contrato colectivo de trabajo con la casa de estudios.
El 11 de septiembre, los integrantes votaron para continuar o poner fin al cese de funciones. Días después, el 17 de septiembre, en la audiencia de calificación la autoridad federal, resolvió que la huelga es legal (massinformación.com.mx).
El 19 de septiembre, Xóchitl Guadalupe Gaytán, dirigente del SUTUAAAN, informó que no había recibido de la universidad respuesta a sus demandas. Por dicho motivo, continuaron con el movimiento, el cual cumple más de un mes. La cerrazón de las autoridades de la UAAAN afecta a 5 mil estudiantes, quienes permanecen sin clases en los campus de Saltillo y La Laguna.
Por su parte, los trabajadores de la Volkswagen, organizados en el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México (SITIAVW), rechazaron un preconvenio entre el sindicato y la VW, con un total de 3 mil 825 votos.
Así, el 1 de septiembre, los trabajadores echaron abajo la revisión del contrato colectivo de trabajo, que, entre otras cosas, proponía un incremento global del 10.59 por ciento al salario y prestaciones.
Posteriormente, el secretario general del SITIAVW, Hugo Tlalpan, se sentó con la empresa para buscar mejores alternativas, pues la mayoría de los trabajadores afirmaban que sólo obtendrían el 7.05 por ciento, ya que algunos recibirían el 2.40 por ciento una vez (El Economista).
Finalmente, el 20 de septiembre, la empresa y el SITIAVW llegaron a un acuerdo. Luego de la postura inamovible de Volkswagen, el sindicato aceptó la propuesta de incremento salarial y en prestaciones de 10.59 por ciento global.
Por otro lado, el 9 de agosto, estalló la huelga en la Transportadora Marítima de Baja California (TMBC). Esto se debió a que los trabajadores de la organización sindical Orden Mexicana de Profesionales Marítimos y Portuarios (La Orden) no han logrado un acuerdo con la empresa.
El propósito del mismo es establecer un contrato colectivo de trabajo, el cual cumpla con sus derechos laborales. La huelga, estallada en el Remolcador San Vicente, fue declarada legal por el tribunal laboral.
TMBC es una empresa que forma parte de Grupo Amaya Curiel. Creado en 1998, ofrece servicios de flete marítimo de otra empresa del grupo para la exportación de agregados pétreos a Estados Unidos.
Actualmente, ofrece servicios de flete marítimo a las empresas en las costas del pacífico mexicano. De igual manera, amplió su oferta con servicios de remolque y renta de barcazas. Desde 1998, no se ha revisado el contrato colectivo de trabajo, ya son 26 años sin revisión y sin pagar miles de horas extras a los trabajadores que laboran.
La huelga busca condiciones dignas, salarios y prestaciones justas para los trabajadores del transporte en general y de la industria marítima y portuaria, que incluye a la pesca (El Economista).
En conjunto, sindicatos de los sectores aéreo y marítimo están denunciando la persistencia del cabotaje (transporte nacional operado por extranjeros) y el outsourcing o tercerización de trabajadores por empresas extranjeras en México, así como la falta de inspecciones de las autoridades regulatorias. Pilotos aviadores y marinos alzaron la voz para denunciar la serie de irregularidades que afectan sus derechos laborales.
La ASPA y la Orden Mexicana de Profesionales Marítimos y Portuarios (La Orden) señalaron que estas irregularidades se mantienen pese a las reformas laborales de 2019, sobre libre asociación y negociación colectiva, y de 2021, que elimina el outsourcing o subcontratación laboral.
Además, denuncian que estas empresas afectan al mercado laboral nacional, pues contratan a personal extranjero, a pesar de que estos empleos técnicos pueden ser realizados por mexicanos.
Las asociaciones sindicales pidieron fortalecer las inspecciones laborales para corregir estas prácticas irregulares, las cuales repercuten en derechos de los trabajadores (Red de mujeres sindicalistas).
Una lucha exitosa fue la huelga de trabajadores del gigante siderúrgico ArcelorMittal. Ésta es una de las mayores empresas siderúrgicas y mineras del mundo. El año pasado, facturó más de 68 millones de dólares (Expansión).
A finales de mayo, los trabajadores bloquearon una de las instalaciones en México, ubicada en Lázaro Cárdenas, Michoacán. Protestaban por el reparto de utilidades y buscaban condiciones de trabajo justas. La siderúrgica calificó esta acción como “ilegal” por no pasar por los procesos adecuados.
Luego de 55 días, el 20 de julio de 2024, los trabajadores aprobaron por amplia mayoría un acuerdo con la empresa. Éste incluyó un aumento salarial del 8 por ciento y la revisión del contrato colectivo. También, se acordó realizar una auditoría fiscal externa para resolver impugnaciones.
En un comunicado, ArcelorMittal dijo que el convenio incluye un pago de estímulo de 60 mil pesos por trabajador; vales de despensa y salarios atrasados, así como contar con “un despacho fiscal de reconocido prestigio”, el cual tiene el propósito de determinar si hay pagos pendientes de la participación de utilidades.
Por otra parte, en San José Chiapa, Puebla, los trabajadores sindicalizados de la planta de Audi comenzaron una huelga el 24 de enero de 2024. Decidieron parar su trabajo tras no llegar a un acuerdo con la empresa sobre el aumento salarial.
La empresa sólo ofreció un aumento del 6.5 por ciento, por debajo del 15.5 por ciento que demandaban los empleados. Después de casi cuatro semanas de paro, se logró un acuerdo entre ambas partes el 19 de febrero de 2024.
Éste contempló un aumento salarial del 7 por ciento y del 3.2 por ciento en las prestaciones; ajuste retroactivo desde el primero de diciembre y en el pago del aguinaldo; compromiso de la empresa de no fijar topes en las utilidades y de no tomar represalias contra los trabajadores; pago de bonos individuales, y salarios pendientes de la huelga que afectó la producción de más de 700 vehículos diarios.
El domingo 18 de febrero, los trabajadores votaron por aceptar o no la nueva propuesta de la armadora. Del total, participaron 3 mil 348; 2 mil 220 votaron por el “sí”, y 1 mil 128 por el “no”, y hubo cero votos nulos (El Economista). Esto puso fin a la huelga.
En general, tanto los emplazamientos como las huelgas han disminuido. Habrá que analizar qué efectos ha tenido la Reforma Laboral de 2019, y por qué el sindicalismo no se ha revitalizado.
Es más, ha disminuido el número de movimientos, aun cuando los salarios contractuales han permanecido estancados en un 3 por ciento promedio en el sexenio pasado.
La clase obrera en México tiene una enorme tradición de lucha. La experiencia muestra que la movilización da frutos y que los derechos se conquistan con organización, unidad y acción.
Los trabajadores son quienes echan a andar el mundo. Generan riqueza; producen lo necesario para la sociedad. Son quienes han de abrir el camino para lograr una vida digna; para una transformación profunda en nuestro país.
Pablo Moctezuma Barragán*
*Doctor en estudios urbanos, politólogo, historiador y militante social
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