Con la recién acordada Operación Cortafuegos, entre México y Estados Unidos, el vecino país del norte reconoce, por primera vez, “que tiene que hacer operativos para controlar las armas o el tráfico ilegal de armas hacia México”, destacó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
“Y, además, fortalecer la investigación y la comunicación: ahí donde se encuentran armas estadunidenses que entraron ilegalmente, que es cerca del 75 por ciento de lo que se incauta […], que se pueda hacer la trazabilidad de dónde vino, quién la vendió, no solamente el fabricante, sino la armería que pudo haberla vendido”, añadió la primera mandataria.
El 27 de septiembre, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó de la inauguración del Grupo de Implementación de Seguridad México-Estados Unidos, a fin de dar seguimiento a las acciones para detener el tráfico de armas al territorio nacional, con lo que dio inicio la “Misión Cortafuegos: Iniciativa Unidos contra el Tráfico de Armas de Fuego”.
En ese sentido, el gobierno estadunidense informó en un boletín que “desde el comienzo de la administración del presidente Donald Trump, se han iniciado más de 125 investigaciones por tráfico de armas, asegurado armas de fuego e identificado presuntos integrantes de redes criminales vinculadas con este delito”.
Con este acuerdo bilateral, se estableció la meta principal de aumentar operativos fronterizos al norte del río Bravo, ampliar el uso de la herramienta eTrace para fortalecer las investigaciones en ambos países, implementar tecnología “de identificación balística en las 32 entidades federativas [mexicanas], fortalecer el intercambio de información y el incremento de investigaciones y judicialización de casos”, añadió el comunicado.
Hoy, en su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum recordó que es un esfuerzo establecido en la última visita de Marco Rubio, secretario de Estado del vecino país del norte, “y es un primer entendimiento, relacionado con el entendimiento marco que llegamos recientemente con el gobierno de Estados Unidos”.
Agregó que conlleva a una visión muy diferente a lo que en su momento fue el Operativo Rápido y Furioso, en el que ingresaron a territorio nacional más de 2 mil 500 armas de fabricación estadunidense para el Cártel de Sinaloa, con el total conocimiento del gobierno de Calderón, para rastrear a través de un chip a los presuntos narcotraficantes que las adquirieran. Los criminales les quitaron el rastreador y cometieron crímenes con ese armamento.
Este nuevo entendimiento es “uno de los primeros puntos es el fortalecimiento de las operaciones de las agencias o de las distintas instituciones del gobierno de Estados Unidos, en Estados Unidos, para evitar que esas armas entren a México”, concluyó la presidenta Sheinbaum Pardo.
Te podría interesar: EU luchará contra tráfico de armas: presidenta



















