La persecución de los cárteles del narcotráfico ahora privilegia la investigación. Es en el Sistema de Inteligencia Militar donde la Subjefatura de Inteligencia sigue la pista al crimen organizado, a través de la Sección Segunda Inteligencia y la Sección Séptima de Operaciones Contra el Narcotráfico
En el Sistema de Inteligencia Militar –la Sección Segunda Inteligencia y la Sección Séptima de Operaciones Contra el Narcotráfico, de la Subjefatura de Inteligencia– se le sigue la pista a cada uno de los cárteles del narcotráfico, así como sus nexos.
Con la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador, en 2018, se reestructuraron totalmente las instituciones de seguridad, a excepción de las Fuerzas Armadas. El 30 de noviembre de 2018, un día antes de su toma de posesión, se creó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a la cual fue adscrito el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que reemplazó al Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional).
También se liquidó la Policía Federal y entró en funciones la Guardia Nacional, el 28 de febrero de 2019, comandada por el general Luis Rodríguez Bucio, que pasó a situación de retiro ad hoc para cumplir con el requisito de comandancia civil aprobado por el Congreso.
En el caso concreto de la inteligencia militar, el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos coexisten en la Secretaría de la Defensa Nacional. Como Sección Segunda del Estado Mayor, Inteligencia Militar se encuentra en el Estado Mayor de la Defensa Nacional, integrado por personal Diplomado de Estado Mayor.
El Sistema de Inteligencia Militar (SIM) está integrado por cuatro escalones de análisis. En el primero se encuentra representado dentro de la estructura del Estado Mayor de la Defensa Nacional a través de la Subjefatura de Inteligencia (figura 1), de la cual dependen la Sección Segunda Inteligencia (S-2 Intl.) y la Sección Séptima Operaciones Contra el Narcotráfico (S-7 OCN).
La Subjefatura establece estrategias generales sobre las actividades de los órganos del SIM, a fin de programar su trabajo y desarrollo y canalizar al alto mando (secretario de Defensa) los productos de información, inteligencia y contrainteligencia que se generan en el sistema. El subjefe de Inteligencia Militar forma parte y es el principal administrador y coordinador del Sistema de Inteligencia Militar.
El SIM en las Regiones Militares se encuentra representado en la jefatura de la S-2, que coordina las actividades de los organismos de inteligencia y depende operativamente de la Jefatura del Estado Mayor de la Región. En apoyo a los mandos territoriales, se encarga de dar asesoría en materia de análisis de información, dirección y coordinación de las actividades, la selección de personal de inteligencia, supervisión, fortalecimiento de la cultura de contrainteligencia, así como su capacitación. (Figura 1).
El SIM en las Zonas Militares está representado por la jefatura de la S-1, la cual coordina el funcionamiento de los organismos de inteligencia de este nivel. En él se definen los promotores de conflictos de la jurisdicción, a fin de conocer su forma de operar, sus posibles proyectos locales, su estructura, sus características y los posibles escenarios de riesgo.
Asimismo, se encarga de generar inteligencia para la aplicación del Plan DN-IIIE, brindar seguridad a instalaciones vitales, aplicar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, y la estrategia para reducir la violencia y detectar individuos y organizaciones criminales.
En el último nivel, el SIM en una Corporación, es coordinado y operado por el jefe de la Sección de Información, Instrucción y Operaciones (SIIO). Se obtiene la información detallada, precisa y oportuna sobre los asuntos que demanden los órganos del SIM, a fin de que los diferentes escalones de análisis puedan generar inteligencia en el ámbito que les corresponde. (Figura 2).
Los objetivos del Sistema de Inteligencia Militar (SIM) son: Generar inteligencia militar para la toma de decisiones; proponer acciones preventivas sustentadas en la información y hacer eficiente la actuación de los mandos y los resultados de las operaciones.
La misión del SIM se concentra en definir los riesgos y amenazas que puedan vulnerar la seguridad nacional; obtener información relevante; generar inteligencia y aplicar medidas de contrainteligencia en el marco de las facultades de seguridad y defensa nacional del Ejército y la Fuerza Aérea.
La visión del SIM es: Contar con un sistema de inteligencia militar; conducir el SIM con visión de Estado, que coadyuve en la salvaguarda de intereses y objetivos nacionales; que esté dotado con tecnología de última generación, con integrantes profesionales con principios ético-morales, con recursos suficientes, capaz de interactuar con otros organismos de inteligencia.
La información militar se clasifica en: Información de la Sedena, proporcionada por el Alto Mando (Secretario de Defensa) para satisfacer necesidades de información de los mandos operativos; información de combate, la obtienen los mandos y tropas en campaña a través de medios propios, e información para el orden interno, se obtiene y utiliza de forma permanente.
El proceso de toma de decisiones militares tiene cuatro fases: Fase de estimaciones, se parte de la posibilidad de penetración en el tiempo y espacio para afectar el punto de equilibrio de la organización o grupo delictivo. En esta fase se inserta el trabajo de inteligencia militar.
Fase de toma de decisiones: la información producto de inteligencia se integra a las acciones, con el análisis de las probables consecuencias que tiene cada alternativa (visión), que abarca el horizonte de la operación.
Fase de despliegue, momento en el cual las acciones se concretan en un escenario determinado. Los recursos tienen que movilizarse en el tiempo y espacio para lograr el manejo de situaciones.
Y fase de evaluación, ámbito en el que se derivan responsabilidades públicas, procede en cuatro fases: resultados de la ejecución, eficiencia (obtención del logro al menor costo posible), efectividad (capacidad) y enlaces de coordinación (correspondencia entre la magnitud de los recursos movilizados en relación con la coordinación real de esfuerzos en forma sistémica).
La Secretaría de Marina-Armada de México posee una organización que comprende la Sección Segunda del Estado Mayor General de la Armada (N-2) y de las Regiones y Zonas Navales, así como a la Unidad de Inteligencia Naval (UIN) creada el 1 de febrero de 2008.
La UIN depende directamente y proporciona inteligencia al secretario de Marina, diseña e implementa estrategias institucionales de contrainteligencia y se especializa en la fusión, coordinación y cooperación en materia de inteligencia.
La Unidad de Inteligencia Naval encabeza el Sistema de Inteligencia de la Armada de México (SIAM), junto al Sistema Integral de Inteligencia para la Seguridad Marítima de la Armada de México (SIISMAR). Cuenta con cinco Centros Regionales de Inteligencia Naval (CEREGINAS): RN-1 Región del Golfo Norte, RN-4 Región Mar de Cortés, RN-5 Región del Caribe, RN-6 Región del Pacífico Centro y RN-8 Región del Pacífico Sur.
Operan bajo el enfoque de fusión-gestión del conocimiento, a través del Sistema de Gestión de Inteligencia (SIGETIN), el Sistema de Análisis de Redes de Vínculos (SARVIN), y el Sistema de Inteligencia Marítima (SINTMAR), Ciberseguridad, Ciberdefensa y Geointeligencia.