Organizaciones campesinas, de la sociedad civil, colectivos y académicos demandaron que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sea el representante de México en la Cumbre Mundial sobre los Sistemas Alimentarios, convocada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a realizarse el próximo 23 de septiembre. Acusan que esta, se encuentra capturada por las corporaciones de agroquímicos.
En una carta pública, dirigida al mandatario mexicano e integrantes de su gabinete, las organizaciones sociales solicitaron que en esta Cumbre, la representación de México sea “congruente y no traicione la política alimentaria que ha impulsado el presidente”. Instaron al primer mandatario para que haga “un firme llamado para que los sistemas alimentarios garanticen el derecho de las personas a una alimentación nutritiva, suficiente, de calidad y culturalmente apropiada, así como el derecho de los pueblos a conservar su cultura alimentaria, agroecosistemas tradicionales y sus semillas”.
La Cumbre fue llamada por Naciones Unidas por la urgencia de reformar el actual sistema alimentario dominante para que sea “sustentable, justo socialmente y brinde nutrición a la población”. Sin embargo, acusan las organizaciones, desde su organización y diseño, “ha sido capturada por las corporaciones de agroquímicos, semillas y de producción de ultraprocesados, que son los que han provocado estos daños al planeta y a la humanidad”.
Explicaron que “el gobierno mexicano, que se ha pronunciado por la soberanía alimentaria y ha tomado medidas importantes y ejemplares, como la prohibición del glifosato y de la siembra del maíz transgénico, así como la implementación del etiquetado de advertencia en los productos ultraprocesados no saludables, debe hacer eco a las voces de los pueblos del mundo que exigen una verdadera reforma de los sistemas alimentarios que garantice la sustentabilidad para las futuras generaciones, que restaure la fertilidad de la tierra, que se base en las prácticas agroecológicas, que garantice alimentos saludables para la población y de un lugar central a los campesinos y campesinas”.
“El gobierno mexicano puede tener un papel ejemplar e histórico no sólo en la defensa de los sistemas alimentarios, también en la defensa del sistema de Naciones Unidas contra su captura por los intereses comerciales que con esta Cumbre sentarán un muy mal precedente para la gobernabilidad internacional.
“El gobierno mexicano debe coincidir con los relatores de Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación y un inmenso grupo de expertas y expertos, instituciones, organizaciones y movimientos sociales, incluida la representación de más de 300 millones de productores y productoras de alimentos en el mundo, conocido en su conjunto como la Respuesta autónoma de los pueblos a la Cumbre”, expresan.
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