Lucía, una mujer de 50 años, fue diagnosticada con cáncer de mama hace 2 años a pesar de no presentar síntomas. No obstante, los antecedentes familiares que cuentan con dos muertes por esta enfermedad, la convencieron de realizarse una mastografía de tamizaje con resultados sospechosos. Lucía acudió a una institución particular para que le realizaran una mastectomía con reconstrucción, pero presentó complicaciones, por lo que fue al Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, y ahí fue beneficiaria de una de las tres técnicas de reconstrucción mamaria del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Entendí y comprendí en todo este proceso que la mastectomía fue para curar mi cuerpo del cáncer y la reconstrucción fue para curarme el alma, porque en realidad eso es lo que sucede”, contó la mujer al IMSS. Para la institución, en efecto la intervención permite mejorar la salud emocional, psicológica, la autoestima, la sexualidad y la imagen corporal de las derechohabientes.
Los procedimientos del IMSS consisten en el uso de materiales aloplásticos –implantes–; tejidos autólogos obtenidos de diferentes partes del cuerpo de la paciente o una combinación de ambos. Esta puede llevarse a cabo de forma inmediata durante el proceso de retirar el tumor; de forma diferida, meses después de la reconstrucción mamaria, o de forma inmediata-tardía que se lleva a cabo en varios tiempos quirúrgicos. El procedimiento dependerá de cada caso.
En el marco del mes de la sensibilización contra el cáncer de mama, Elizabeth Flores Delgado –coordinadora de Programas Médicos de la Coordinación de Atención Oncológica– indicó que esta enfermedad no espera. “A pesar de la pandemia, en el Seguro Social las pacientes con cáncer de mama continúan con su tratamiento en todas las unidades médicas, consultas subsecuentes, así como cirugías de reconstrucción”.
Este tipo de cáncer es el más común a nivel mundial, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud. En México, los casos han aumentado en las últimas décadas. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía estimó la existencia de 16 mil 500 casos en 2020.
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