Farsante, sin principios ni ideales, así describió hoy Andrés Manuel López Obrador al consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, de quien además recordó que es un racista, pues ha insultado y humillado a los pueblos indígenas de México.
El presidente de la República llamó a Córdova Vianello a no victimizarse ni caer en autocomplacencia, pues nadie lo perseguirá al terminar su encargo en el INE. “No tiene problema de nada”, garantizó.
Durante su conferencia matutina, López Obrador se refirió a las recientes declaraciones del consejero electoral de que, según él, será un perseguido político: “él es un servidor público, desde mi punto de vista, sin principios, sin ideales, un farsante. No es, por cierto, el más malo de todo ese grupo, hay otros peores”, indicó el primer mandatario y añadió que nadie lo va a perseguir.
El titular del Ejecutivo federal lamentó mucho el caso de Lorenzo Córdova, al asegurar que conoció a su padre –quien fue su maestro y amigo– y no se parece en nada a él. Destacó que Arnaldo Córdova fue un hombre excepcional y extraordinario. “Pero así suele pasar, ¿no?, a veces con los hijos, con los nietos”.
Para ilustrar, dicha conducta, citó: “acuérdense del hijo de Morelos, y así muchos otros casos”.
Aseguró que Lorenzo Córdova “no tiene ideales, no tiene principios y también demuestra que los grados, los títulos no son sinónimo de cultura, porque él está creo que doctorado, y es un racista como muchos otros. Y pues es todo un grupo al que pertenece y esto fue lo que lo llevó por un mal camino. ¿Cómo es que se dice? Lo mal aconsejaron”.
El presidente López Obrador agregó que no odia a nadie. “Lo lamento, lamento su situación. Y que no ande diciendo que es por otras cosas, no; que él no caiga en la autocomplacencia y que sea capaz de rectificar, que le va a ayudar mucho”. Expuso que el INE desde hace mucho tiempo está tomado por los conservadores, por el bloque conservador. Nosotros ganamos [las elecciones de 2018] a pesar de ellos. Por eso, cuando dicen el plan B [de la reforma electoral], si la Corte, que es hasta posible, rechazará la ley electoral, la verdad, la verdad, no pasaría nada: o sea, sería una manchita más al tigre porque estarían avalando salarios estratosféricos para altos funcionarios públicos; pero los mismos ministros están también violando la Constitución, porque ganan mucho más que lo que gana el presidente de la República”.
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