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Radiografía criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación

Radiografía criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación

Cártel Jalisco Nueva Generación

Una investigación sobre las operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación concluye que, en poco más de una década, la organización encabezada por el Mencho se ha convertido en una red criminal consolidada, con amplia presencia nacional e internacional

Un análisis exhaustivo a partir de la sistematización de detenciones de los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) entre 2010 y 2020, desvela la estructura, subredes, interconexiones, actividades criminales, relaciones, cooperación y confrontación, presencia territorial nacional e internacional. La radiografía del grupo criminal es resultado de cinco años de investigación.

Con base en datos sobre detenidos en ese periodo, el experto Josué González Torres desmenuza las entrañas de la organización: personas físicas y morales, datos personales, geográficos, eventos de detención, actividades ilícitas, autoridades involucradas y fuentes de información.

En el actual panorama criminal del país, el CJNG es la organización criminal más relevante de México. Tiene una fuerza expansionista a través de relaciones de cooperación y una estructura que actúa y ejecuta órdenes de manera eficiente, afirma el maestro en estudios políticos y sociales, con estancia de investigación en la Universidad de París.

“El Cártel Jalisco Nueva Generación podría ser clasificado como ‘jerarquía agrupada’, lo que significa que, simultáneamente, comparte características de estructuras jerárquicas y de redes criminales, y tiene mayor presencia nacional y solidez junto al Cártel de Sinaloa y al Cártel del Golfo”, advierte.

Con presencia en la mayor parte del territorio de México, el CJNG se dedica principalmente al tráfico de drogas ilícitas –manufactura y distribución de metanfetamina, cocaína, heroína y fentanilo–, pero también ha diversificado su portafolio de actividades hacia la extorsión, secuestro, robo de hidrocarburos y tráfico de personas.

La organización criminal destaca por su gran capacidad logística para el tránsito de drogas, operaciones con amplio nivel de violencia, rasgos paramilitares, lavado de dinero, aprovechamiento del vacío dejado por otros grupos y el establecimiento de alianzas con organizaciones de diversa envergadura para el ingreso a nuevos territorios.

En su tesis Análisis de redes criminales en México: el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación (2011-2020), para obtener el grado de doctor en ciencia política por la UNAM (septiembre, 2022), González Torres describe en profundidad al grupo criminal. Por ejemplo, apunta que en noviembre de 2014, el CJNG comenzó a ser considerado por las autoridades de Estados Unidos como una organización de prioridad consolidada.

Para 2015, la DEA identificó como líderes de la organización a Nemesio Oseguera Cervantes, alias Mencho; Abigael González Valencia, (a) Cuini; y Jorge Luis Mendoza Cárdenas, (a) Garra. Con base en inteligencia de fuentes abiertas y análisis de redes sociales, el analista define al Cártel como una “red criminal con una serie de nodos interconectados que se organizan con redes y células asociadas y subordinadas, por medio de las cuales se comenten diversas actividades ilegales y punibles”.

Al describir el surgimiento, desarrollo y actualidad del grupo criminal, el experto sostiene que esta agrupación representa el mayor desafío para la actual administración federal, merced a sus relaciones con otras asociaciones ilícitas para fortalecer su presencia, e ingresar a nuevos territorios y mercados a nivel nacional e internacional, situación que podría prevalecer en los próximos cinco años.

El analista también advierte cómo se encuentra la estructura criminal y mapea su red, subredes, actores clave, actividades, relaciones de cooperación y confrontación, presencia territorial y actividades en el extranjero.  Al respecto, apunta que la organización cuenta con una gran cantidad de sub-redes que le permiten tener una gran resiliencia contra los operativos gubernamentales y contra las embestidas de otras asociaciones criminales.

“Si bien existe la imposibilidad de analizarlos cabalmente debido a que se mueve en una zona ilegal de difícil acceso, a la dinámica interna de la estructura, a lo cambiante del mercado ilícito, a la alta movilidad de liderazgos, y a la rápida creación y rompimiento de alianzas con otros cárteles, es necesario desarrollar ejercicios metodológicamente sólidos para descifrar su composición y tomar una “radiografía” en un tiempo-espacio definido”, advierte el experto.

Estructura del CJNG

Respecto de su estructura, señala que es de modelo empresarial jerárquico centralizado. Es decir, posee un liderazgo central, múltiples células con relativa autonomía, amplia presencia territorial y surgimiento histórico específico con una identidad propia, cuenta con cuando menos cinco niveles de organización, a diferencia de otros grupos criminales de redes, horizontales y descentralizados.

Del nivel 1 al 2 sería considerado como la cúpula de la organización, mientras que el nivel 3, 4 y 5 sería un ámbito operativo o de comisión directa de los ilícitos. “Estos cinco niveles integran posiciones específicas, que van desde líder máximo hasta integrantes de las células”, explica en entrevista el académico.

Concretamente en el nivel 1 se identificaron dos líderes máximos: el Mencho a la cabeza del Cártel Jalisco y el Cuini como jefe de los Cuinis. Por su parte, se ubicaron 14 jefes regionales (nivel 2), 29 jefes de plaza (nivel 3) y 59 jefes de célula (nivel 4), lo que sugiere una estructura con niveles organizados.

No es de sorprender que sea justamente el puesto de “integrante de célula” (nivel 5) el que registre la mayor cantidad de detenidos, con 71.8 por ciento, por ser la base de la organización.

Actividades criminales

De acuerdo con la base de datos consultados por el investigador egresado del Centro William Perry –Estados Unidos– y el Marshall Center –Alemania–, los detenidos del Cártel Jalisco Nueva Generación habrían realizado supuestos ilícitos relacionados principalmente con el tráfico de drogas (30 por ciento), seguido de homicidio (23 por ciento), armas 15 por ciento), secuestro (8 por ciento), lavado de dinero (6 por ciento), extorsión (4 por ciento), violencia y robo de vehículo con (2 por ciento cada uno).

Se detectaron cuando menos una veintena de actividades criminales, pues además de las anteriores destacan reclutamiento forzado, amenazas, venta de cigarrillos, corrupción, desaparición, fraude, halconeo, lesiones, robo a autotransporte, tala clandestina y trata de personas, entre otras.

Mención particular requieren las actividades relacionadas con delitos ambientales. Se ha documentado la participación del cártel en ilícitos relacionados con extracción ilegal de minerales, así como en la incursión en la industria pesquera y maderera. El Instituto Brookings, dedicado a la investigación y con sede en Estados Unidos, sostiene que el CJNG trafica especies a China a cambio de precursores químicos para la elaboración de drogas.

Reclutas, células

González Torres refiere que el grupo criminal presenta un reclutamiento piramidal por niveles, y hasta siete células delictivas: de drogas, hidrocarburo, etcétera; célula financiera; de cooperación (nacional/internacional); de violencia (sicarios); de conexión (política, policial, militar); de reclutamiento; de logística (insumos, transporte).

Prácticamente todos los miembros del CJNG cometerían por su sola pertenencia al grupo, el delito de delincuencia organizada; sin embargo, éste no se registró en la base de datos por su obviedad.

Por su parte, Los Cuinis, considerado el brazo financiero del Cártel, es una organización independiente que se compone por más de 10 hermanos de apellido González Valencia, cuyo campo de especialidad es el desarrollo de negocios en diferentes giros a nivel nacional e internacional para el lavado de dinero. Su papel es fundamental ya que se encarga de proveer de activos financieros.

“Tal vez la acción más importante que se ha emprendido en contra del CJNG inició en marzo de 2020, cuando la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) –en colaboración con la DEA– congeló a lo largo de varios meses cerca de 2 mil cuentas bancarias de la organización criminal, en el marco de la Operación Agave Azul”, refiere González Torres.

De acuerdo con la UIF, se cruzó información de inteligencia con datos financieros y bancarios, con lo que se detectaron 1 mil 770 personas, 167 empresas e incluso dos fideicomisos, por lo que se bloquearon las cuentas en junio de ese año. La UIF analizó más de 2 mil 500 operaciones inusuales por más de 2 mil 950 millones de pesos, así como 38 mil 459 reportes relevantes por 11 mil 478 millones de pesos; también transferencias internacionales por 7 mil 216 millones de pesos.

Fueron identificadas cuentas bancarias asociadas en Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Estado de México, Baja California, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz, Nayarit, Sinaloa, Querétaro y Colima. No obstante, de los más de 20 mil millones de pesos que originalmente serían bloqueados, sólo se logró inmovilizar 865 millones, por lo que tuvo resultados limitados.

Por otro lado, fueron identificadas 67 personas morales o empresas del CJNG-Los Cuinis dedicadas a actividades con recursos de procedencia ilícita, fundamentalmente en Ciudad de México, Estado de México, Colima, Jalisco, Nayarit y Quintana Roo, aunque también en Panamá, Estados Unidos y Uruguay.

Los giros de los negocios y las compañías que han puesto en marcha son: aerolínea, agencia turística, centros comerciales, clínica médica, compañías de promoción de música, de importación y exportación de productos y de agricultura y de publicidad, consultora de arquitectura, desarrollo residencial, empresas de bienes raíces, gasolineras, hoteles, negocios de ropa, panaderías y reposterías, periódicos, restaurantes (especialmente sushi), venta de boletos para conciertos.

Cooperación criminal

De acuerdo con la evidencia recabada por el catedrático, se identificaron 13 organizaciones con las que cooperó el Cártel Jalisco durante el periodo analizado. La más importante es la de Los Cuinis. Otra agrupación relevante son los Matazetas, considerada el antecedente directo del CJNG, sin embargo hasta antes de 2015 había una confusión importante con los apelativos, por lo que se registró en la base de datos como organización con la que coopera.

Entre los estados donde se encuentran las 13 agrupaciones aliadas están Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Baja California, Quintana Roo y Veracruz, principalmente.

Tabla. Organizaciones que han cooperado con el CJNG entre 2011 y 2020

NÚMERO ORGANIZACIÓN CRIMINAL ESTADO CON PRESENCIA
1 Anti Unión Tepito Ciudad de México
2 El RR Michoacán
3 Gente Nueva Generación Tabasco
4 Grupo de Élite Guanajuato
5 Grupo Delta Aguascalientes
6 Las Moscas Jalisco
7 Los Cuinis Estado de México
8 Los Erres Baja California
9 Los Guerreros Jalisco y Quintana Roo
10 Los Piña Veracruz
11 Los Valencia Michoacán
12 Los Viagras Michoacán
13 Los Matazetas Jalisco y Veracruz
 Fuente: investigador Josué González Torres

Relaciones de cooperación y corrupción

También se hallaron conexiones con funcionarios municipales, estatales y federales, las cuales permitieron asegurar la continuidad de sus operaciones, obtener información relevante sobre operativos, evitar ser capturados o que se les confiscara su mercancía ilícita, afirma el investigador.

Entre las policías municipales donde se tiene evidencia que tuvieron algún elemento corrupto y detenido por su vinculación con la agrupación, se encuentran cinco corporaciones en Jalisco: Ayutla, Casimiro Castillo, Chapala, Puerto Vallarta y Tlajomulco de Zúñiga; también se encontraron conexiones con la policía de Vista Hermosa, Michoacán.

Entre las actividades de los policías municipales detenidos se encuentran: homicidio de funcionarios federales; homicidio del alcalde de Ayutla, Jalisco; entrega a elementos del Cártel Jalisco de personas detenidas por la misma policía municipal; y elementos en activo que fueron detenidos operando directamente en células del CJNG.

En términos de los vínculos políticos se encuentran, por ejemplo, el exedil de Apatzingán, Michoacán, Roldán Álvarez Ayala, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien fue detenido por extorsión en 2016. En 2020, en Loma Bonita, Oaxaca, fue capturada Yazmin “R”, entonces directora de recursos humanos del ayuntamiento, junto al jefe de la policía local y a un líder regional del grupo delictivo.

Mención aparte requiere la red de corrupción del CJNG en Nayarit. Edgar Veytia Camberos, el Diablo, fiscal del estado entre 2013 y 2017, fue detenido por acusaciones del gobierno de Estados Unidos por “conspiración para importar, manufacturar y distribuir heroína, metanfetaminas, marihuana y cocaína”. Fue director de Seguridad Pública de Tepic, entre 2008 y 2011, cuando Roberto Sandoval era presidente municipal.

El juicio en Estados Unidos señala que Veytia fue uno de los operadores financieros del Chapo Guzmán. Dos años después, en 2019, fue acusado también por autoridades estadounidenses el exgobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, por actos de corrupción y vínculos con el CJNG y Los Cuinis, por lo que un juez federal giró una orden de aprehensión en su contra. En otra acusación del Departamento del Tesoro, se encuentran su esposa, su hija y su hijo a través de empresas para el lavado de dinero en Jalisco y Nayarit, en los giros de venta de carne, ropa y accesorios, bienes raíces y compra-venta de terrenos.

Presencia nacional

En cuanto a presencia territorial del Cártel Jalisco Nueva Generación, tomando como evidencia únicamente las detenciones, es posible sostener que 24 estados han registrado actividades durante el periodo de análisis 2010-2020, señala González Torres.

Resalta su expansión a lo largo del país, pues en 2011 tuvo operaciones únicamente en tres estados: Jalisco, Colima y Veracruz. Para 2015, se había expandido a nueve entidades federativas (además de los anteriores, Colima, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Quintana Roo y Estado de México). En 2018 ya tenía presencia en 21 (se añaden Baja California, Nayarit, Baja California Sur, Morelos, Puebla, Tabasco, Tamaulipas, Ciudad de México, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca y Querétaro). Y para 2020, en 24 estados (se amplía a Aguascalientes, Campeche, San Luis Potosí y Zacatecas). Su zona de operación es en la región occidente, centro, sureste y noroeste del país.

ubicación geográfica de detenciones del Cártel Jalisco Nueva Generación por estado

Por otra parte, en la investigación no se registraron detenciones en la zona de mayor influencia del Cártel de Sinaloa, que son los estados de Sinaloa, Sonora, Durango, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León; tampoco se identificaron aprehensiones en Tlaxcala.

El hecho de que no hubieran detenciones en esas entidades “no descarta su presencia a través de otras organizaciones criminales, operadores o a través de mercancía, como por ejemplo drogas”, apunta González Torres. Diez estados concentran el mayor número de detenciones. Entre ellos, se encuentran Jalisco, principal bastión de la organización; Michoacán donde nació el Mencho; Veracruz donde empezó a realizar operaciones bajo el nombre de Matazetas; y Guanajuato a donde se expandió por el robo de hidrocarburos y estado en el que ha sostenido una violenta disputa con el Cártel Santa Rosa de Lima.

Los 10 estados con el mayor número de detenciones de miembros del CJNG (2011-2020): Jalisco,  con 349 capturados; Guanajuato,166; Michoacán, 144; Veracruz, 12; Ciudad de México, 66; Quintana Roo, 61; Estado de México, 56; Chiapas, 48; Colima, 42; y Baja California, 4 detenidos.

Diez estados con el mayor número de detenciones de miembros del CJNG (2011-2020)  

No Estado Detenciones
1 Jalisco 249
2 Guanajuato 166
3 Michoacán 144
4 Veracruz 125
5 CDMX 66
6 Quintana Roo 61
7 Estado de México 56
8 Colima 48
9 Chiapas 42
10 Baja California 41
Fuente: Josué González Torres

A nivel local, en el mismo periodo se ubicaron aprehensiones en 185 municipios. Los que tuvieron la mayor cantidad de detenciones fueron: Zapopan, Jalisco (83); Benito Juárez, Quintana Roo (68); Guadalajara, Jalisco (66); Irapuato, Guanajuato (56); y Puerto Vallarta, Jalisco (47); Silao, Guanajuato, 45; León, Guanajuato, 37; Aguililla, Michoacán, 32; Celaya, Guanajuato, 31; Tijuana, Baja California, 30.

Es posible apreciar un listado de los estados y municipios con al menos una aprehensión. En 2011 sólo se identificaron 11 municipios con detenciones, para 2015 esta cifra se ubicó en 62, para 2018 eran 131 y finalmente para 2020 eran un total de 185 municipios.

En el mismo sentido, el mapa 13 muestra estos municipios donde se aprehendieron miembros del CJNG. Es posible que pudiera abarcar más localidades en el caso que se hubieran registrado las zonas de operación de los detenidos, lo cual no fue el propósito de la investigación.

No siempre donde se detuvo un elemento coincide con su zona de actividades. Este mapa podría mostrar algunos indicios sobre zonas de operación y de cómo podría configurarse las rutas criminales del CJNG hacia los Estados Unidos. Es evidente su presencia en la región occidente del país como enclave de operaciones, especialmente en Jalisco, Colima, Michoacán y Guanajuato.

Ubicación geográfica de detenciones del Cártel Jalisco Nueva Generación por municipio

El investigador expone que entre las autoridades que han detenido a más miembros del CJNG, se encuentran: Sedena, 13 por ciento; Semar, 8 por ciento; Policía Federal, 7 por ciento, y FGR, 6 por ciento así como fiscalías y secretarías de seguridad locales. Las autoridades federales suman el 37 por ciento de las detenciones, las fiscalías locales 27 por ciento; las secretarías locales (incluye a la policía) 27 por ciento; las policías municipales 3 por ciento; y las dependencias de seguridad en el extranjero 6 por ciento. Cabe señalar que se registraron muchos operativos donde participaron de manera conjunta más de una dependencia, sin embargo, se tomó como criterio la que encabezó el operativo o la que presentó los resultados.

Entre las policías municipales más destacadas en detención se encuentran las de Tijuana, Baja California y Zapopan, Jalisco con 13; Jojutla con 6 y Tlalquitenango con 5, ambas en Morelos.

Resalta el hecho que las autoridades mexicanas realizan pocos operativos de multicapturas: se identificaron 26 eventos como más de siete detenidos durante el periodo de análisis, prácticamente dos operativos de este tipo por cada año incluyendo instituciones federales, estatales y municipales.

Dos eventos de multi-captura son los más relevantes. El primero, en agosto de 2018, en Chiapas, la Fiscalía General de Justicia del Estado detuvo a 48 presuntos integrantes del CJNG en Ciudad Cuauhtémoc, Tuxtla Gutiérrez y Comitán, buscaban cruzar la frontera para llegar a Guatemala, donde la organización había aumentado sus operaciones.

El segundo fue en Guanajuato, en febrero de 2020, donde la Fiscalía General de Justicia del Estado dio a conocer la detención de 24 miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes mantenían secuestrado a un hombre en el municipio Silao.

Aunque el académico precisa que no se capturó información tan específica sobre el tipo de operativos de las dependencias de seguridad, indica que es posible señalar que la mayor parte de estas aprehensiones se realizaron en flagrancia o por “hallazgo” de la autoridad, y no en un operativo con previa planeación.

“Esto es de llamar la atención, pues implica que las dependencias de seguridad y/o procuración de justicia son reactivas y plantean pocos esquemas de inteligencia para la desarticulación de células criminales”, subraya González Torres.

Presencia internacional del CJNG

En el ámbito internacional, el académico encontró evidencia de vínculos criminales de diferente naturaleza a partir de las detenciones analizadas en Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala y Uruguay.

En Brasil se detuvo a Gerardo González Valencia, alias Chepa, hermano del líder de Los Cuinis y quien a partir de 2015 fuera jefe de seguridad del Mencho, personaje que también fue responsable de organizar ataques contra corporaciones policiacas en Jalisco y de organizar el ingreso del CJNG a Michoacán. Al parecer estaba exiliado o huyendo de las autoridades en Sudamérica, pues vivía en Bolivia y se desplazaba a Brasil, donde fue detenido.

En Colombia se han detenido enlaces del grupo que gestionaban rutas terrestres y marítimas para la compra-venta y transporte de cocaína. Incluso se llegaron a detener células de integrantes operando en suelo colombiano en lugares como Nariño, Cauca y Valle de Cauca.

En Guatemala se logró identificar a un presunto miembro del CJNG que dejó abandonada una avioneta en el departamento de El Petén, en el evento se incautaron 15 mil dólares.

Por lo que hace a Uruguay, en 2016, se detuvo una célula de 11 integrantes del CJNG-Los Cuinis presuntamente vinculados a los Panama Papers. La célula liderada por Gerardo González Valencia habría blanqueado cuando menos 19 millones de dólares, por lo que fue detenido en ese país y extraditado hacia Estados Unidos.

En Estados Unidos se han detenido miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación y se han clausurado negocios en sitios como California, Dallas, Virgina y Oklahoma. También es necesario hacer énfasis en la Operación Python, en Estados Unidos, con la que se detuvieron cerca de 700 personas vinculadas al cártel durante 2020.

Tal vez la principal detención en contra del grupo fue la de Rubén Oseguera, (a) Menchito, quien se cree era el segundo al mando de la organización e hijo del líder máximo. Fue dejado en libertad en 2015, arrestado de nuevo ese mismo año y finalmente extraditado a los Estados Unidos en febrero de 2020.

Disputas con otros cárteles

En medio del crecimiento de operaciones de la organización y su expansión, de  acuerdo con la Universidad de Uppsala, el Cártel Jalisco Nueva Generación sostuvo 1 mil 493 enfrentamientos con otros grupos criminales, teniendo un crecimiento constante desde 2013 al pasar de 17 enfrentamientos a 597 eventos en 2019.

Sobre las organizaciones con las que sostuvo una mayor cantidad de conflictos se encuentran: el Cártel de Sinaloa con 644 enfrentamientos, Los Zetas con 314, el Cártel Santa Rosa de Lima con 210, La Nueva familia con 107, el Cártel Nueva Plaza 76 y los Caballeros Templarios con 71.

La distribución de enfrentamientos se concentra en Baja California, con 477, Guanajuato con 236 y Veracruz con 178. Destaca que en 25 estados se registró al menos una disputa a lo largo de estos años.

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