En la frontera sur del país, en específico en Chiapas, la Sedena identificó la presencia del Cártel de Sinaloa y células del Cártel Jalisco Nueva Generación. Además, bandas locales e integrantes de pandillas, entre ellas la Mara Salvatrucha

La frontera sur de México (en específico en Chiapas) ha experimentado un proceso de cambios en las dinámicas delictivas, donde se visualiza la vinculación del narcotráfico de cárteles Pacífico y Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la delincuencia organizada de Los Huistas guatemaltecos y la Mara Salvatrucha salvadoreña.

En la región fronteriza “existen factores como el narcotráfico, el tráfico de personas, estupefacientes, armamento y mercancías ilícitas, que deterioran la seguridad, aunado a porosidad de la frontera y escasa vigilancia de autoridades, facilitan a integrantes de la delincuencia organizada a desarrollar sus actividades con impunidad”.

Las actividades ilícitas relacionadas con la delincuencia organizada se acentúan en la región fronteriza de Chiapas, con mayor registro en municipios de Comitán, La Trinitaria, Frontera, Comalapa, Amatenango de la Frontera, Tapachula y Suchiate, refiere el documento Situación de la DO [Delincuencia Organizada] Frontera Sur de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Señala que en la VII Región Militar que limita al sur con Guatemala, que comprende la jurisdicción de las 36/a, 38/a y 39/a Zonas Militares, se presenta “un antagonismo que vulnera la estabilidad y desarrollo en la región, a causa de la problemática delincuencial de la franja fronteriza”.

Además, que Chiapas se ubicaba en los cinco primeros lugares a nivel nacional de las entidades más seguras del país. Los municipios de Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Palenque concentran la mayor incidencia delictiva, debido a que son los lugares con mayor densidad poblacional.

Sin embargo, el delito de narcomenudeo es el que se comete con mayor frecuencia, ya que hasta junio de 2022 se registraron 1 mil 326 carpetas de investigación por este ilícito, seguido del robo de vehículos.

Asimismo, se tiene la ocurrencia de robos con violencia y sin violencia a cuentahabientes por cantidades que oscilan entre 10 mil y 350 mil pesos en las principales ciudades de la entidad.

Chiapas, entre cárteles y pandillas

“En la franja fronteriza sur, la problemática relacionada con la delincuencia organizada, obedece a la presencia de células vinculadas al Cártel del Pacífico, bandas delincuenciales locales y el grupo delictivo guatemalteco Los Huistas, mismos que mantienen pugnas por el control de las actividades relacionadas con el trasiego y comercio de estupefacientes procedentes de centro y Sudamérica”, subraya el documento.

Para realizar dicha actividad, señala que utilizan rutas terrestres y marítimas, dando continuidad a los vuelos ilícitos que cruzan la línea fronteriza transportando cocaína con el propósito de aterrizar en pistas clandestinas de ambos países y continuar con el trasiego hacia el norte de México.

Hasta junio de 2022, en Chiapas, el Cártel de Sinaloa mantenía la hegemonía de las actividades del narcotráfico. Sus líderes locales, los hermanos Isidro y Jesús Gilberto Rivera Ramírez, han sido identificados con presencia en la mayor parte del estado, donde realizan acopio y trasiego de enervante, lavado de dinero y tráfico de indocumentados.

Mientras que la pandilla Mara Salvatrucha, liderada por Luis Alberto Ramírez López –el Chino, Chinón y/o Chinona– tiene presencia en Tapachula, Ciudad Hidalgo, Mapastepec, Metapa de Domínguez, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Frontera Hidalgo, Arriaga y Palenque.

Del CJNG, la Sedena advierte que no se tiene identificado al líder; sin embargo, indica que cuenta con evidencia de que integrantes del cártel mantienen presencia en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez.

En junio de 2022 se registró una disputa interna por el control de actividades ilícitas, entre células del Cártel del Pacífico, Los Huistas y posiblemente el Cártel Jalisco Nueva Generación, generando un riesgo de confrontaciones armadas en la región de Frontera y Comalapa, apunta.

Durante el periodo enero-junio de 2021, en Chiapas se registraron
243 homicidios, de los cuales 92 estarían relacionados con la delincuencia organizada. En el mismo periodo de 2022, que se registraron 170 homicidios, 80 de ellos presuntamente relacionados con la delincuencia organizada, una disminución del 30 por ciento.

Las maras frente a la justicia

Entre enero y octubre de 2022, la Fiscalía General de Justicia de Chiapas abrió 122 investigaciones contra miembros de las pandillas de la Mara Salvatrucha 13 (MS13) y Barrio 18 (MS18), y, entre enero y septiembre fueron detenidos en la entidad 148 presuntos pandilleros, incluyendo 50 de El Salvador.

En la policía del estado se creó una fuerza de tarea especial antipandillas y se desplegaron 350 soldados en los centros de transporte para responder a la campaña en El Salvador, que ha puesto en prisión a más de 60 mil supuestos pandilleros y motivó la huida de muchos de ellos del país, señala la organización no lucrativa Insigne Crime.

“Es verosímil la hipótesis que investigan las autoridades, que dice que los pandilleros salvadoreños quieren replicar su economía criminal más importante en Chiapas: acopio y trasiego de enervante, lavado de dinero, tráfico de indocumentados y extorsión”, sostiene la organización no gubernamental en su análisis Mara Salvatrucha (MS13).

Indica que Chiapas, en especial Tapachula, ha sido por mucho tiempo punto de tránsito para los centroamericanos en su camino hacia Estados Unidos. “Sólo entre abril y septiembre de 2022, el número de migrantes salvadoreños que solicitan asilo en México, la mayoría en este municipio, aumentó a 80 por ciento en relación con los seis meses anteriores”.

Palenque, nido de maras

Desde 2011, la Mara Salvatrucha tenía presencia en el municipio de Palenque. Hasta 2019 se habían registrado 26 homicidios relacionados con esta pandilla delictiva, según el documento Agenda municipal de temas de interés (2019).

Palenque, al ser un destino turístico, goza de una afluencia significativa de turismo nacional y extranjero, lo cual es aprovechado por las pandillas de Mara Salvatrucha, para la distribución de droga y narcomenudeo. Al representar altas ganancias la venta de droga al menudeo, ocasiona que los narcomenudistas se confronten por la disputa de la venta droga y a su vez estos actos delictivos los impulsa a efectuar otras actividades ilícitas, como control de los migrantes, homicidio, asalto, robo y extorsión.

A partir de 2019, se confirmó la presencia de integrantes de la Mara Salvatrucha en la colonia Pakal-Na, con presencia de la MS-13 y en Bajluntie la MS-18, ambas de Palenque, siendo de las principales bandas delictivas que han tenido relación con los homicidios registrados en el municipio.

Las pandillas MS-13 y MS-18 en Palenque, se dedican a una provocar violencia espontanea entre sus integrantes evitando confrontación con autoridades. Buscan mantener un bajo perfil y continuar con sus actividades delictivas, principalmente de narco menudeo y extorsión de migrantes.

De acuerdo con el registro de homicidios cometidos en ese municipio, en algunos casos se han visto involucrados integrantes de la pandilla Mara Salvatrucha; en otros casos se estima que han sido a consecuencia de problemas entre particulares, en el 2019 registraron siete homicidios relacionados con esta pandilla.

La Mara Salvatrucha continúa con un bajo activismo en el municipio de Palenque debido a que las autoridades civiles han llevado a cabo la detención de algunos de sus principales integrantes, lo que ha afectado su estructura.

Y a pesar de que José Guadalupe Escobar, alias el Esleepe, fue detenido el 14 de agosto de 2014 en Palenque y recluido en el Centro de Rehabilitación Social número 17, El Bambú, ubicado en el kilómetro 3 de la carretera federal número 86 Catazajá-Palenque, continúa liderando la pandilla Mara Salvatrucha en ese municipio.

Acerca de los homicidios, se explica que son de manera planeada y manteniendo el control de los puntos vulnerables del municipio: se establecen vigilantes en lugares donde puedan obtener mejor control, ubicando a la persona que van a eliminar. Posteriormente buscan el momento y lugar adecuado para cometer el homicidio, a las víctimas las interceptan en parejas a bordo de motocicletas, para después darse a la fuga.

Las bandas delictivas MS13 y MS18 llevan a cabo homicidios de formas diferentes: un grupo opera desmembrándolos y tirándolos en bolsas negras en diferentes puntos; mientras el otro grupo arriba en motocicletas para cometer los crímenes sin hacerse cargo de los cuerpos.

Programa, forma de organización de las maras   La MS13 está organizada por cientos de células –o clicas– que operan en más de siete países de América y Europa. Los llamados programas son la manera en que la pandilla organiza esas clicas. Bajo cada programa está un determinado número de clicas que normalmente corresponde a un área geográfica o a una relación histórica: Programa East Coast (EU), Programa Los Ángeles, Programa Fulton, Programa Centro, entre cientos más. El Programa Los Ángeles estaba compuesto de homies deportados y donde su tarea consistía en rastrear compañeros expulsados de Estados Unidos para que recaudaran dinero, señala Insigne Crime.   Indica que la Mara Salvatrucha, o MS13, es quizás la pandilla callejera más conocida en el hemisferio occidental. Aunque tiene sus orígenes en la década de 1980 en los barrios pobres de refugiados de Los Ángeles, la pandilla ahora se extiende desde países centroamericanos como El Salvador hasta Europa.   Aunque son principalmente una organización criminal depredadora, que vive mayormente de la extorsión, la resiliencia de la pandilla se debe a sus fuertes lazos sociales, que se crean y refuerzan mediante actos de violencia, principalmente contra sus rivales y entre sí.   Sus actividades han contribuido a hacer del Triángulo Norte –Guatemala, El Salvador y Honduras– el lugar más violento del mundo sin guerra declarada. En octubre de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó al grupo como una “organización criminal trasnacional”, la primera designación de ese tipo para una pandilla callejera de Estados Unidos, pero sus ingresos ilícitos no se acercan siquiera a los de sus homólogos en la lista.   Desde entonces, el gobierno estadunidense ha ido un paso más allá, y a fines de 2020 acusó de terrorismo a más de una docena de líderes de la MS13 en El Salvador, lo que ha significado un impulso sin precedentes en la lucha del país contra las pandillas callejeras internacionales.

Te puede interesar: En Chiapas persiste violencia criminal: Centro Frayba