Traiciones que padecí no causaron ningún daño a la transformación: AMLO

Traiciones que padecí no causaron ningún daño a la transformación: AMLO

Jóvenes entren al Poder Judicial de la Federación es una oportunidad que brindará al reforma judicial propuesta por el gobierno actual.
FOTO: PRESIDENCIA

Las traiciones que padeció el presidente Andrés Manuel López Obrador a lo largo de su gobierno –y que buscaban minar desde dentro los cimientos del llamado humanismo mexicano–, no hicieron ningún daño al proceso de transformación, asegura el primer mandatario. En entrevista con Contralínea, uno de los principales líderes de la izquierda mundial y titular del Ejecutivo mexicano se refiere a tres de esos casos: el fraude multimillonario a Segalmex, del que dijo es “la mancha” de su administración; la traición de los ministros Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara Carrancá, quienes se aliaron al bloque de la derecha, encabezado por la ministra presidenta Norma Piña; y el sabotaje a la 4T desde la Secretaría de Hacienda, cuando al frente estuvieron Carlos Urzúa y Arturo Herrera. También se le consulta del posible juicio a los expresidentes Calderón, Fox y Peña, ahora que se reformará el Poder Judicial; el riesgo de que las Fuerzas Armadas sean usadas en un futuro –si regresara la derecha al poder– para reprimir al pueblo; el peligro de un golpe de Estado judicial; y la defensa de México contra el maíz transgénico. Desde el salón Tesorería de Palacio Nacional, el primer mandatario también se refiere a la hipocresía de Marko Cortés y Xóchitl Gálvez respecto de los programas sociales, al caso Ayotzinapa y al falso argumento de la sobrerrepresentación en el Congreso

Traje azul, camisa blanca y corbata a cuadros. En el bolsillo derecho del pantalón guarda un pañuelo blanco, que más adelante saca y sacude en el aire, en señal de paz. Muy a su estilo de romper esquemas, hace tiempo aceptó concederme una entrevista para la revista Contralínea –la última que dará, ha dicho– bajo la condición de que “no sea tradicional”, que sea en su propia conferencia matutina, que se transmita en tiempo real en sus redes sociales y en los medios públicos, y que sea en vivo y en presencia de los representantes de la prensa que cubren todos los días la fuente presidencial.

Así se realiza la mañana del jueves 25 de julio de 2024. Faltan 67 días para que concluya su mandato y él, Andrés Manuel López Obrador –líder de la izquierda política desde su juventud–, se retire y nunca más participe en la vida pública del país. Ello, a menos de que la doctora Claudia Sheinbaum Pardo –quien le sucederá en la Presidencia de la República– lo convoque para algún tema en particular, de acuerdo con sus propias palabras.

Desde el 1 de diciembre de 2018, López Obrador encabeza la llamada cuarta transformación de México, que en estos 5 años y medio desterró el modelo económico neoliberal, y apostó por luchar contra la corrupción, consolidar el Estado de bienestar, recuperar lo público –en especial, del sistema sanitario y del sector energético– y hacer realidad, mediante los programas para el Bienestar, su famosa frase: “por el bien de todos, primero los pobres”.

La entrevista se desarrolla en su conferencia matutina en un espacio que él designó, como una adición a ésta. Contralínea le consulta sobre las traiciones que padeció a lo largo de su gobierno –y que buscaban minar desde dentro los cimientos del llamado humanismo mexicano–, en especial de tres casos: el fraude multimillonario a Segalmex, del que asevera que es “la mancha” que se lleva su administración; la traición de los ministros Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara Carrancá, quienes se aliaron al bloque de la derecha en la Suprema Corte –encabezado por la ministra presidenta Norma Piña– para descarrilar desde lo judicial el proceso transformador, y a quienes llama: traidorzuelos, porque ni a traidores llegan; y el sabotaje a la 4T desde el interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuando al frente estuvieron Carlos Urzúa [ya fallecido] y Arturo Herrera.

FOTO: CÉSAR GÓMEZ/CUARTOSCURO.COM

“Tengo que decir que soy un afortunado porque no padecí de muchas traiciones, y de las traiciones que padecí no causaron ningún daño al proceso de transformación. Ahora, también, hablando de traiciones, ¿saben ustedes quiénes no traicionan?, los pobres o, para decirlo más en lo general, el pueblo no traiciona”, reflexiona el titular del Ejecutivo federal durante la entrevista.

También se le pregunta del posible juicio a los expresidentes Felipe Calderón, Vicente Fox y Enrique Peña, ahora que se reformará el Poder Judicial; de la necesidad de que se elimine el fuero a los legisladores para que los políticos y empresarios corruptos no usen el cargo público para evadir la justicia; del riesgo de que las Fuerzas Armadas sean usadas en un futuro –si regresara la derecha al poder– para reprimir al pueblo; el peligro de un golpe de Estado judicial, como ha ocurrido en países latinoamericanos con gobiernos progresistas; y la defensa que lleva México de sus maíces nativos en el panel internacional del T-MEC sobre maíz transgénico.

Desde el salón Tesorería de Palacio Nacional, el primer mandatario también se refiere a las investigaciones sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (ocurrida el 26 de septiembre de 2014) y la falta de pruebas sobre la supuesta vinculación del Ejército en ese crimen; la hipocresía –respecto de los programas sociales– del aún líder del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, y de la excandidata presidencial de la derecha, Xóchitl Gálvez, quien incluso firmó con sangre para tratar de engañar a los electores. Y, además, ironiza sobre la “gran labor” del empresario Claudio X González Guajardo en el proceso de transformación.

Posibilidad de que se enjuicie a expresidentes

Presidente, más allá de esta consulta ciudadana que se hizo para juzgar a los expresidentes [de México], le quiero consultar acerca de la impunidad que siguen atravesando estos grandes flagelos que generaron algunos de estos expresidentes. Se lo pregunto porque hay un clamor en el país, todavía, de que siguen impunes algunos casos muy graves. Para no irnos más lejos, el caso de Felipe Calderón Hinojosa, quien durante su mandato desató esa supuesta guerra contra el narcotráfico, que en realidad fue una guerra social, y que en esta guerra contra el pueblo de México se cometieron crímenes de lesa humanidad que no prescriben. Él parece sentirse en un manto impune desde su refugio en España, concretamente en Madrid.

El caso de Vicente Fox está muy documentado en la Secretaría de la Función Pública: por ejemplo, en la remodelación de las cabañas de Los Pinos, donde contrató incluso a su amigo Humberto Artigas; está todo el tema del cabildeo que hicieron sus hijastros, hijos de Marta Sahagún, en Petróleos Mexicanos, que causaron daños al erario, eso también ya está demostrado, como el caso Oceanografía; y está también todo el robo, el saqueo que se hizo de los dineros que se obtuvieron justamente por la bonanza petrolera.

Y está el caso de Enrique Peña Nieto, que ya fue incluso judicializado, bueno, ya se presentó esta denuncia ante la Fiscalía General de la República. No sabemos en qué situación se encuentra, pero se trata de esta relación que tuvo el expresidente Peña con el empresario sinaloense Eustaquio de Nicolás –quien tiene un arresto domiciliario por los beneficios que dan los [integrantes] del Poder Judicial a los presuntos delincuentes de cuello blanco. El empresario está acusado de evasión de impuestos, de fraude, y de lavado de dinero. Este empresario movió, tan sólo en 2013, 300 mil millones de pesos, para dimensionar de qué estamos hablando, y transfirió dinero directamente a las cuentas de los hermanos, del propio expresidente y de su madre. Como le decía, esto ya se sabe que se presentó a la Fiscalía General de la República, pero no sabemos en qué situación se encuentra.

Presidente, esto evidentemente tiene que ver con justicia, no son actos políticos, no son actos de venganza. Y viene un periodo en el cual se renueva el Poder Judicial de la Federación. Si esta reforma abriría una oportunidad para que sean juzgados estos delitos. Nadie los está inventando, estos crímenes se cometieron en esos sexenios. ¿Si se abre la oportunidad para que el pueblo de México por fin obtenga justicia en su propio país y no tenga que ir a instancias internacionales?

-Bueno, Nancy, yo fui muy claro desde que tomé posesión. En el discurso que tomé posesión hablé de que teníamos que optar entre meter a la cárcel a muchos que habían cometido actos de corrupción, empezando por expresidentes, o pensar en el futuro, darle vuelta a la página y demostrar que era posible acabar con la corrupción; que si optábamos –y esa es mi opinión– por la persecución, por los actos espectaculares… Como lo hizo [Carlos] Salinas, que llega y mete a la cárcel a un líder petrolero y a un empresario, y todo mundo a aplaudirle, y luego él termina entregando a amigos cercanos bienes del pueblo, de la nación. Es, sin duda, el presidente que más promueve la desigualdad social en el país; es el padre moderno de la desigualdad, porque unos cuantos se hacen inmensamente ricos con bienes del pueblo y de la nación. Pero con estas medidas espectaculares, al año de haber llegado ya se le había olvidado a la mayoría –también por el control casi absoluto de los medios de comunicación, por la propaganda política–, ya se les había olvidado que se había cometido un fraude electoral y que lo habían impuesto en la Presidencia, y le aplaudían en todos lados.

Entonces, dijimos: ‘eso no. Vamos a que se lleve a cabo una verdadera transformación, y vamos a hacer que se ponga en la agenda, en los primeros lugares, el problema de la corrupción, vamos a hacer conciencia en eso; vamos a estigmatizar la corrupción, vamos a demostrar que la corrupción política es la causa de la desigualdad económica, la causa de la pobreza; vamos a demostrar que es el mal que más aquejaba a nuestro país con el ejemplo.

Pero si metíamos a la cárcel a los corruptos y teníamos que empezar de arriba para abajo, pues nos iba a llevar muchísimo tiempo y no íbamos a poder sentar las bases de la transformación. Por eso hablo de que la política es optar entre inconvenientes. Y es justicia, también, la no repetición. O sea, así como es justicia meter a la cárcel a un corrupto, también es justicia el prevenir para que no se repitan atracos, latrocinios, actos de corrupción que dañan a la sociedad, que dañan al pueblo. Entonces, esa fue mi postura, eso es lo que hemos hecho.

FOTO: CUARTOSCURO.COM

No hemos presentado ninguna denuncia contra los expresidentes. Ah, pero como sabía, porque tengo alguna experiencia en el oficio noble de la política, sabía que al final me iban a decir los mismos mafiosos que yo había tolerado la corrupción y que no había yo castigado, investigado, encarcelado a expresidentes o a otros altos funcionarios públicos, dije en su momento: esta es mi opinión, mi opinión es que no perdamos tiempo y vamos hacia adelante, a demostrar que se puede decir: ‘se acabó con la corrupción’. Pero como podían decir: ‘fue cómplice’ o ‘toleró la corrupción’, convoqué a una consulta para que el pueblo decidiera de conformidad con lo que establece el artículo 35 de la Constitución. Y se llevó a cabo esa consulta y se le preguntó a la gente, pero como los medios –volvemos a lo mismo– estaban y siguen estando muy controlados por los grupos de intereses creados, pues no les importó: no difundieron que iba a haber esta consulta. Y los partidos del bloque conservador convocaron a no participar en esta consulta. Y de acuerdo con la ley, se tenía que contar con una participación para que el resultado fuese vinculatorio, es decir, para que se llevara a efecto la investigación contra los expresidentes se necesitaba una participación mayor del 40 por ciento. ¿Y qué sucedió? Se llevó a cabo la consulta, pero no se alcanzó la participación del 40 por ciento. Sí es importante decir que la mayoría de los que participaron pidió que se iniciaran procesos en contra de los expresidentes.

Entonces, ¿qué pienso?, que lo que hemos hecho entre todos de no tolerar la corrupción, de denunciarla –porque antes, y eso es muy importante, antes no sólo se fomentaba, sino se toleraba y se veía como una cuestión normal. Un expresidente llegó a decir que la corrupción era parte de la cultura del pueblo de México, y nadie, ninguno de estos periodistas famosos, conductores de radio, de televisión, ninguno hizo una mención a ese absurdo ofensivo para el pueblo de México. Y, lo mismo, no existía la palabra ‘corrupción’ en el discurso político, no se hablaba de corrupción en el Congreso, mucho menos en el Poder Judicial, ni en el Ejecutivo, bueno, ni en la academia, ni en las universidades. Lo he dicho varias veces, durante todo el periodo neoliberal no se elaboraron tesis de licenciatura, de maestría, de doctorado, sobre el principal problema de México que era la corrupción– nos ha hecho avanzar mucho, porque eso ya no es como antes. Ya esa tolerancia a la corrupción, el aplaudir a los corruptos, el que se dedicaran a robar y no perdieran ni siquiera su respetabilidad, ya eso no existe, ahora la gente denuncia.

Y ahí están los resultados electorales. ¿Por qué no ganan los conservadores? Porque son muy corruptos y la gente lo sabe, muy corruptos y muy hipócritas. Fíjense lo que declaró el presidente del PAN, ¿cómo se llama?

-Marko Cortés.

-Marko Cortés. No vi la entrevista, pero me platican [… que] le confiesa al periodista René Delgado que se habían equivocado, porque ellos [los panistas] debieron haberse opuesto a los programas del Bienestar. Fíjense, porque los programas de Bienestar —esto lo dice pasada la elección–, porque los programas de Bienestar van en contra de su doctrina –si se le puede llamar doctrina a eso–, porque ellos son partidarios de la falacia, esa engañabobos, que crearon en el periodo neoliberal, de que: en vez de entregar un pez había que enseñar a pescar, como si fuese una cosa fundamental en la concepción de la sociología, de la política, de la filosofía, de la antropología. ¡Qué barbaridad! ¡Qué gran frase atribuida a los pensadores asiáticos! En vez de dar un pescado, enseña a pescar; o enseña a pescar, en vez de entregar un pez. Eso es una falacia, es una quimera, un sofisma. Esa es una concepción ridícula. Vas a enseñar a pescar y no vas a dar pescado, ¿y en dónde va a pescar, entonces, la gente?, ¿qué va a pescar? ¿Qué, no es la obligación del Estado conseguir la felicidad del pueblo? ¿El Estado puede incumplir con su responsabilidad social?

Pero, aparte de ser un absurdo este planteamiento, que lo repitieron en el periodo neoliberal muchísimo, no lo aplicaban en el caso de los banqueros. Cuando rescatan con el Fobaproa a los de arriba, cuando convierten las deudas de unos cuantos en deuda pública no aplicaron: ‘oye, enséñalos a pescar, no les des pez’. Porque no les dieron mojarra, ni pejelagarto, ni bobo, ni sardina, les dieron robalo y huachinango, y lo mejor de lo mejor. Pero, bueno, no es eso sólo, es la hipocresía. ¿Qué, no la candidata [Xóchitl Gálvez], para engañar al pueblo, firmó que iban a mantener los Programas del Bienestar?

Y firmó con sangre, además.

—Sí, como lo hizo, ¿no?, firma. Son unos mentirosos, hipócritas; nada más que cometen un error garrafal: piensan que el pueblo es tonto, piensan que la gente no se da cuenta y que pueden ellos manipular, como era antes, que podían engañar. Ya no. Entonces, es muy importante lo que se está haciendo de demostrar el daño que causa la corrupción y cómo, si no hay corrupción, el presupuesto permite ayudar a mucha gente. Y ahora millones de mexicanos están muy conscientes de que no debe de permitirse nunca más la corrupción, que se tiene que terminar de desterrar la corrupción del país. Entonces, eso fue lo que sucedió.

Si hay una modificación legal, también, entiendo, no soy abogado, que no podría aplicarse en términos retroactivos; aunque, también cuando se trata de crímenes de lesa humanidad, sí podría retroactivamente aplicarse cualquier ley y se podría llevar a cabo cualquier proceso contra quienes llevaron a cabo esos crímenes, pero eso va a corresponder ya a los que vengan después, adelante.

Yo soy partidario de que sigamos limpiando de corrupción al país, que ese es el camino, que eso nos fortalece moralmente, le da autoridad a los gobernantes y, por si fuese poco, se liberan muchos fondos para el desarrollo. Lo que va, cuando hay corrupción, a unas cuantas manos, lo que se acumula en unas cuantas personas, si no hay corrupción, se distribuye entre todos y alcanza a todos, y permite mejorar las condiciones de vida y las condiciones de trabajo.

Traiciones a la cuarta transformación y al pueblo

Presidente, en otro tema, usted ha revelado aquí en la conferencia matutina y también ha ventilado algunos casos de diferencias o incluso traiciones en su gabinete y en otras instituciones. Está el caso, por ejemplo, el exfiscal del casto Ayotzinapa, que se ventiló aquí; el caso de los ministros propuestos por su administración, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Margarita Ríos Farjat, que traicionaron al movimiento de la cuarta transformación, o por lo menos a esa voluntad de ir limpiando a la Suprema Corte, se aliaron con la derecha, con el conservadurismo, al interior de la Suprema Corte, particularmente con su presidenta Norma Piña; están, también, los casos de los dos primeros secretarios de Hacienda, que incluso estuvieron boicoteando acciones de su gobierno; también el caso de funcionarios corruptos que desviaron 6 mil millones de pesos de Segalmex. Todos estos casos se han revelado en esta conferencia; también, los casos de corrupción en Aduanas; preguntarle si hay traiciones más graves que haya detectado usted. ¿Cuáles serían estas? Y también, ¿cómo se puede lograr que esto no se repita? Y esto también trasladado al Poder Legislativo, porque ahí, muchos llegan, digamos, con la investidura de izquierda, apoyados por partidos de izquierda, por gente que cree en ellos y, al final, traicionan y se van a la derecha, al bloque conservador. Entonces, eso, presidente, si se han detectado casos más graves.

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—Yo creo que he padecido poco de traiciones, o las traiciones que hemos enfrentado no han tenido efectos nocivos. Hemos logrado revertir el daño de esas traiciones. Y en la política y en procesos de transformación siempre tiene uno que enfrentar a quienes se olvidan de los principios, quienes no le tienen amor al pueblo, quienes son oportunistas, convenencieros, sólo los mueve la ambición al poder y al dinero. No se vive en una sociedad perfecta, más cuando durante 36 años impusieron un modelo que tenía como objetivo principal lo material, el triunfar a toda costa, sin escrúpulos morales de ninguna índole. Por ejemplo, el caso del gobierno, no estaba el gobierno hecho para servirle al pueblo, el gobierno era un facilitador para el saqueo, para el robo, y así actuaban muchos funcionarios y se veía como algo normal.

Y en la academia, en las universidades, lo mismo: se dejó de hablar de la justicia social, se dejó de lado. Porque en los hechos dejaron de pensar en la reforma agraria, se dejó en la academia y en la universidad de impartir derecho agrario. Y ya no tenía la misma relevancia el derecho laboral, era lo fiscal, lo mercantil, lo penal. Una época en donde los abogados penalistas eran como las grandes figuras de la vida pública, los más famosos; siempre lo he dicho aquí: los trajes más elegantes, las joyas, los carros más elegantes. Tenían hasta anuncios, me acuerdo de uno que decía: ‘no tengo ningún cliente en la cárcel’. Y se dedicaban a defender a corruptos famosos. Entonces, siempre hay traiciones y, repito, más en las épocas de decadencia; sin embargo, no ha pasado a mayores.

Una de las cosas que más lamento fue el fraude en Segalmex, porque era una nueva dependencia para apoyar a los productores del campo, muy parecida a Conasupo de los viejos tiempos; desde luego, buscando que no siguiera esos pasos de corrupción de Conasupo, pero con el propósito de ayudar a los productores. Entonces, en sus tiempos Conasupo fue muy combatida por los caciques, por los acaparadores, los ‘coyotes’, porque jugaba un papel de adquirir las cosechas –el general Cárdenas creó los precios de garantía para los productos del campo–, y destruyeron por la corrupción a Conasupo. Pero no quiere decir que esa función no sea importante para apoyar a los productores.

Entonces creamos esta dependencia, Segalmex, y por descuido, mala suerte, se corrompen funcionarios, y lo lamenté mucho. Claro, están en la cárcel los responsables y no hay impunidad para nadie. Yo diría que esa es la mancha que me llevo, aun cuando enfrentamos esa corrupción sin tolerancia de ningún tipo. Se recuperó el dinero, también eso se tiene que informar. Y antes de que yo me vaya, va a venir aquí, a informar sobre eso el secretario de la Función Pública [Roberto Salcedo Aquino]. Pero es un caso aislado, no hay nada, nada, nada que haya significado –como era antes– un acto de corrupción mayor, o muchos actos de corrupción, como sucedía en los anteriores gobiernos. Por eso puedo sacar el pañuelo blanco: no hemos permitido la corrupción de nadie. Y las traiciones no han hecho mella.

En el caso de Hacienda, [los exsecretarios] traían una política apegada al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial. Recuerden ustedes que durante todo el periodo neoliberal, desde 1983 hasta 2018, México no elaboraba, con apego a nuestra realidad, un plan de desarrollo. Los gobiernos de México se dedicaban a cumplir con las recomendaciones que enviaban los organismos financieros internacionales, ellos ponían la agenda.

¿De dónde surge lo de las reformas estructurales, antes las cartas de intención, luego las reformas estructurales? Pues de los organismos financieros internacionales. Y no sólo se aplicaban en México, se aplicaban en todo el mundo: reforma laboral, reforma fiscal, reforma educativa, reforma energética. Era en México, y en Argentina, y en España, y en cualquier país, era el mismo guion, la misma agenda. Entonces, por primera vez en 40 años, nosotros tenemos un plan de desarrollo propio, en donde en la agenda lo que está en primer lugar es el combate a la corrupción; en segundo lugar, la justicia; en tercer lugar, la austeridad republicana; en cuarto lugar, detener la privatización, defender los bienes del pueblo de México, de la nación, no permitir que nos saqueen, como lo hicieron durante todo el periodo neoliberal. Y es nuestra agenda y ha tenido buenos resultados.

Pero los que venían… No es poca cosa una influencia de 36 años. Siempre comparo lo que sucedió cuando el porfiriato, fueron 34 años, y no pudo la Revolución, que fue profunda, acabar con todas las prácticas porfiristas, sobre todo en el terreno político; se avanzó en lo económico, se avanzó en lo social, pero en lo político no. ¿Quién creó lo del tapado? Porfirio Díaz. ¿Y hasta cuándo se mantuvo ‘el tapado’? Pues hasta después de la Revolución, casi todos los presidentes posrevolucionarios fueron destapados por el presidente en turno. Pero ¿dónde surge esta práctica? En el porfiriato, y la Revolución no pudo quitar esta práctica. El ‘dedazo’, ¿de dónde surge?, del porfiriato; la reelección, que regresó, del porfiriato; el acarreo, del porfiriato; la simulación que se mantuvo después de la Revolución, del porfiriato. Lo de respetar la Constitución en la forma para violarla en el fondo; [lo de los] tres poderes, sí, eso lo creo Porfirio Díaz, pero el poder de los poderes era él, no había división, ni equilibrio entre los poderes, es hasta ahora.

¿Ustedes creen que en el sexenio anterior al nuestro se rebelaban los ministros [de la Suprema Corte]? No. Porque yo llegué aquí para transformar y no quise hacer ningún tipo de enjuagues políticos, no quise ninguna componenda, porque lo que el país requiere es cambios, es transformación. No me afectó tampoco el que, en efecto, presenté la terna para que entraran ministros y se volvieron ahí traidores; mejor dicho, traidorzuelos, porque traidor es otra cosa. La traición a la patria se aplica –y nunca se ha castigado– a los expresidentes; lo de los funcionarios es no un asunto de traición a la patria: son traidorzuelos. Pero tampoco afectó; al contrario, ayudaron.

FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

Imagínense que uno de los que yo propuse –porque también comete uno errores, la perfección tiene que ver con el Creador, uno está expuesto a equivocarse; además, así es la condición humana, ¿no?–, uno de los que propuse [González Alcántara Carrancá] fue el que en su casa de Las Lomas se reunió, o hizo posible la reunión del presidente del PRI [Alejandro Moreno] con la presidenta de la Suprema Corte [Norma Piña]. Imagínense el favor que nos hizo. Qué voy a estar enojado con él; al contrario, sí, le tengo que agradecer. Es como si yo estuviese enojado con [Héctor] Aguilar Camín o con Claudio X González. No. Hasta los voy a condecorar porque nos han ayudado mucho al enseñar el cobre.

Nos perjudicaba mucho la simulación, el que se manejaran en dos aguas, la política robalera; y ahora no, ahora es hasta para un desplegado –se los sugiero– de los abajo firmantes hablando de que está mal la sobrerrepresentación, y que hay que violar la Constitución, pues es eso. La Constitución establece una fórmula, pero a ellos ya no les gusta. Entonces, ¿por qué no hacen un manifiesto y lo firman todos? Ya para terminar de quedarse como ‘el rey va desnudo’, despojarse ya de todo, ¿no?

Entonces, no hay que preocuparse cuando hay traiciones, no hay que preocuparse cuando hay campañas de calumnia. Esto para los jóvenes: no hay que preocuparse tanto cuando hay respuesta de los grupos privilegiados, incluso hay que estar muy consciente de que, en esta tarea, en este proceso de transformación, se tiene que pagar cuotas de humillación. Pero lo más importante de todo, por lo que no debe uno de preocuparse y por lo que no debe pasar nada, o no hay nada que temer, es que se está luchando por una causa justa. O sea, que no es vano el que nos ataquen, porque se lucha por una causa justa. Malo sería que no se luchara por una causa justa; entonces sí, nadie resiste.

Si se busca transformar, hay que luchar por una causa justa, hay que estar pensando en el pueblo y hay que hacer de la vida pública una línea recta y poner por delante la honestidad. Y así no pasa nada absolutamente, se siente uno muy feliz, puede uno enfrentar cualquier desafío, cualquier adversidad. Entonces, tengo que decir que soy un afortunado porque no padecí de muchas traiciones, y de las traiciones que padecí no causaron ningún daño al proceso de transformación.

Ahora, también, hablando de traiciones, ¿saben ustedes quiénes no traicionan?, los pobres o, para decirlo más en lo general, el pueblo no traiciona. Por eso, si se quiere hacer política, si se quiere transformar, hay que estar pendiente atendiendo, recogiendo los sentimientos del pueblo, porque ahí está la lealtad en el pueblo, en otros sectores no. Suele pasar que en política los amigos son de mentira y los enemigos de verdad. Entonces, en el pueblo yo tengo esa experiencia: quien siempre me ha sacado adelante ha sido el pueblo, desde que empecé en la vida pública.

¿Quiénes me sacaron adelante en Tabasco? Los indígenas chontales, los más pobres. ¿Quién me sacó adelante cuando la ola azul, y frente a todas las campañas en radio, sobre todo en televisión, cuando fui candidato a jefe de gobierno? El pueblo de Iztapalapa. ¿Quién me sacó adelante cuando me desaforaron –la mafia del poder, que se unieron todos, PRI, PAN, todos— para destituirme como jefe de gobierno? ¿Quién me sacó adelante? ¿Cuántos se movilizaron? Más de un millón de personas aquí, en la ciudad, y tuvieron que dar marcha atrás. El pueblo. ¿Me ayudaron los medios? Si acaso uno, dos. ¿Me ayudaron los de la radio? ¿Me ayudó Televisa? ¿Me ayudaron los empresarios? ¿Me ayudaron los intelectuales? ¿Me ayudó Aguilar Camín? ¿Me ayudó [Enrique] Krauze? No, el pueblo. Y solo el pueblo puede salvar al pueblo. Y con el pueblo todo y sin el pueblo nada.

Entonces, nada más hacia adelante, porque hay algunos que piensan que la política –a lo mejor antes, desde luego– era asunto de los políticos, y se hacía en los cafés o desayunando, comiendo, cenando con políticos, en las fiestas de los políticos, en las relaciones públicas con los políticos, haciéndole la barba, actuando como lambiscones de políticos, cargándole el portafolio a los políticos, ahí iban, ¿no?, escalando, subiendo. Pues eso ya no.

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Para los jóvenes, ¿a quién tienen que ir a ver sin necesidad de hacerle la barba, sin lambisconear, nada más tratándolos con respeto y, si se puede, queriendo al prójimo?, ¿quién es el soberano?, ¿quién manda?, el pueblo, el pueblo. Esa es la política ahora. Entonces, no nos preocupemos por los politiqueros.

Presidente, en este mismo contexto, preguntarle si en esta lucha contra la corrupción y la impunidad no sería importante en las próximas reformas que ya se legislara para quitar el fuero a los legisladores. ¿Y por qué lo digo? Porque se ha convertido en una cueva donde llegan algunos políticos y algunos empresarios, justamente por el fuero, para evadir la acción de la justicia, y en realidad, no representan al pueblo.

—Sí, hay que quitar todos los fueros y los privilegios. Eso se tiene que hacer en el caso de todos los servidores públicos. Y tiene que tener el mismo trato cualquier servidor público que el trato que se le da a un infractor, a un ciudadano. Incluso se tiene que castigar con más severidad al servidor público que al ciudadano, porque es una doble responsabilidad, es el delito que él comete y el daño que causa a la sociedad.

Presidente, y más allá de esta bandera que tomó la oposición sobre la supuesta militarización del país –que en realidad fue una bandera porque muchos de los empresarios que forman parte de ese bloque conservador en realidad se quedaron sin los contratos multimillonarios de construcción ahora que la Sedena también estas labores–,preguntarle sobre esta preocupación legítima que sí existe en un sector social, de que la Sedena, la Marina, estarían concentrando mucho poder. Y ello derivado sobre todo de las actuaciones en el pasado, en gobiernos pasados donde acataban órdenes precisamente de los presidentes del PRI y del PAN, que masacraron, ya se sabe, a inocentes. Eso ocurrió en el periodo de la Guerra Sucia, y también en el periodo de la ‘guerra’ contra el narcotráfico, supuesta porque en realidad se posicionó al Cártel de Sinaloa en aquel sexenio de Felipe Calderón. Preguntarle cómo lograr, entonces, que las Fuerzas Armadas rindan cuentas, que transparenten todas sus adquisiciones, que no se use la excusa de la seguridad nacional para ocultar presuntos actos de corrupción, que actúen siempre a favor del pueblo y que no se repitan los crímenes del pasado.

—Yo creo que depende mucho de la autoridad civil, y en este caso de manera directa del proceder del presidente de la República, que, además, es, al mismo tiempo, el comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Las decisiones que más han manchado al Ejército se han originado en las presidencias, son órdenes del presidente en la mayoría de los casos. En lo de 1968, reconocido incluso por [Gustavo] Díaz Ordaz: ‘yo soy –dijo– el responsable’ [de la masacre estudiantil del 2 de octubre].

Y aún con todo eso, debe de tomarse en cuenta que nosotros tenemos un Ejército que surge de un movimiento revolucionario, que no se puede tratar igual al Ejército de México que a otros ejércitos; que hay que conocer la historia del Ejército Mexicano. Y también no olvidar que el Ejército es pueblo uniformado, y que el Ejército no ha sido utilizado para el enriquecimiento de sus mandos superiores, como en otros países. Los generales de división, ni en activo ni retirados, son parte de la oligarquía de México: son hijos de campesinos, de obreros, de maestros, de mecánicos, de soldados, de comerciantes. Es un Ejército distinto.

Y no es un asunto de militarización. Yo les preguntaría: en los últimos tiempos, ¿quién estuvo metido permitiendo la actuación de los narcotraficantes? Y cuando es que hubo una especie de narco-Estado o un narco-gobierno ¿quién era el operador?, un civil, formado en la época de Salinas. ¿O era un militar? No [dijo, en referencia al gobierno de Felipe Calderón y a su mano derecha: Genaro García Luna].

Y, además, a nosotros nos ha ayudado mucho el Ejército, y no para reprimir porque no se reprime a nadie. No ha habido, como era antes, masacres ni se ha desaparecido a nadie, porque depende de quién gobierne. Y, además, porque en el Ejército ha habido un avance importante en cuanto al respeto de los derechos humanos, importante. Nada más que ahora resulta que los conservadores, que son autoritarios –porque el conservadurismo son tres cosas; a lo mejor voy a simplificar mucho, pero esto ayuda– [son los que critican la supuesta militarización].

El conservador es hipócrita, esto que vimos de Marko Cortés, hipócrita. O lo que están haciendo ahora, de la sobrerrepresentación: ellos hicieron la ley, ellos se beneficiaban con esa ley, pero ahora que ya no les ayuda ya no quieren esa ley. Ya los abogados constitucionalistas del régimen, o caen en el ridículo de defender lo indefendible o guardan silencio, se quedan callados. Pero eso es un distintivo del conservadurismo.

Lo segundo, son muy ladrones, muy corruptos. De los conservadores, su dios es el dinero. A ver, hagan una investigación del dinero que tienen los principales dirigentes, empezando por el presidente, del movimiento de transformación en México. Los bienes que tenemos los dirigentes del movimiento de transformación en México, y compárenlos con los bienes que poseen los políticos y los traficantes de influencia del bloque conservador, y se van a dar cuenta que hay una diferencia como del cielo a la tierra. Y no tengo nada, nada, nada que admirarles. Soy muy feliz, soy muy feliz, porque el dinero no es la felicidad, siempre lo he dicho. ¿A quién le gusta el dinero? ¿A quién le enferma el dinero? Al conservador. Por eso, sin conocerme, me tienen coraje muchos, porque les digo: ‘no sean ambiciosos, no sean aspiracionistas’.

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La felicidad no son las alhajas, no son los trajes, no son los vestidos de moda, las bolsas de moda, el Ferrari, los aviones particulares, los departamentos en Miami, en Nueva York, las residencias en las zonas exclusivas, no, no, no. La felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo. Entonces esa es otra característica de los conservadores, los enferma el dinero, mejor dicho, tienen, como decían los conquistadores: ‘nosotros tenemos una enfermedad que sólo se cura con el oro’.

Y lo tercero, regresando al tema, son muy autoritarios. Pero como son muy hipócritas, falsarios, ahora resulta que no quieren que participe Marina, que participe la Defensa, la Guardia Nacional, en labores de seguridad y que nos ayuden. Nada más les voy a poner un ejemplo: una obra que hemos construido con los ingenieros militares nos ha significado un ahorro de cuando menos el cien por ciento si esa obra se hubiese construido con una empresa constructora seria. Porque si la hubiésemos hecho esa misma obra con una empresa contratista, como era antes, no nos hubiésemos ahorrado el doble, sino, el triple; es más, no se hubiese hecho la obra, se hubiesen llevado hasta el anticipo, como era antes. Entonces, ¿cómo no voy a defender a quienes nos han ayudado en la transformación del país? ¿Ustedes creen que íbamos a poder hacer con las empresas echadas a perder, completamente corruptas, que tenían más abogados que ingenieros?, porque todo era pleito para cobrar más. Y como tenían el control casi completo –ahora menos, aunque todavía tienen– tienen dominio del Poder Judicial, pues siempre ganaban las empresas. ¿Ustedes creen que con esas empresas íbamos a terminar como ya están operando hoy, 2 mil 750 sucursales del Banco del Bienestar a 6 millones de pesos por sucursal, con cajeros, con instalaciones y el apoyo de la Comisión Federal de Electricidad? No, no. Y muchas cosas.

Y a ver si iban a terminar el aeropuerto de Tulum en un año cinco meses, con 30 mil millones de pesos, que es uno de los mejores aeropuertos del país. El aeropuerto Felipe Ángeles, que decían que espantaban, que no se paraban ahí ni las moscas, vayan [a verlo]: primer aeropuerto ya en transporte de carga en el país. Un aeropuerto de primera; 75 mil millones de pesos, y no sólo el aeropuerto: dos pistas del aeropuerto comercial, más la pista militar para la base aérea, una ciudad con 1 mil 500 departamentos nuevos, con hospital, con centros comerciales, con escuelas, 75 mil [millones de pesos]. ¿Cuánto estaba estimado el aeropuerto de Texcoco?, 300 mil millones. Imagínense en el problema que nos íbamos a meter haciendo un aeropuerto en el lago de Texcoco. ¿Qué hubiese pasado si no recurrimos a los ingenieros militares? Y así muchas cosas, tanto de la Defensa como de Marina.

Y acerca de temas como el de Ayotzinapa, hasta el día de hoy no tengo pruebas de que haya intervenido en la desaparición de los jóvenes el Ejército, y eso les molesta mucho, sobre todo a los que sostienen esta versión, pero yo siempre digo lo que pienso, y tengo las pruebas de que no ha habido nada, más que versiones sin pruebas de una periodista que, además, me consta que es especialista en mentir, que es, con todo respeto, una calumniadora. Me consta, porque a mí me calumnió: escribió un libro en contra mía sin ninguna prueba, ninguna prueba, y lo publicó 15 días antes de la pasada elección. Pues esa misma periodista, que se llama Anabel Hernández, que grita y se desespera e insulta, fue la que manejó en un primer libro que había sido el Ejército el responsable de la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, sin pruebas, haciendo referencia a un informante. Si ella fuese una mujer responsable –porque esto no es un asunto solamente judicial, esto es un asunto moral, social y, por cierto muy doloroso–, ella debería de haber contribuido, si es cierto su dicho, a dar a conocer quién fue su informante –porque ella es la primera que sostiene esa versión–, quién fue el que le dijo que un capo famoso que operaba en Iguala dio la orden de que escarmentaran a los jóvenes, porque los jóvenes fueron a la central de Iguala, tomaron unos camiones y en un camión iba droga, heroína, que este capo famoso mandaba de Iguala a Estados Unidos y que, como los jóvenes tomaron el camión y se dieron cuenta de que iba la droga, entonces este capo famoso –esto es Anabel– dio la orden de que les dieran un escarmiento. Y la misma Anabel sostiene que el Ejército o, mejor dicho, un grupo de soldados los detuvo y se los llevó al batallón de Iguala por órdenes del capo famoso. Bueno, pues resulta que ese es el único señalamiento que hay, sin prueba. ¿Por qué no nos dice ella, y nos ayuda, quién fue el informante? Porque su capítulo del libro en aquel entonces se llama ‘Fue el Ejército’. Y también, ¿por qué no nos aclara por qué fue ella como testigo a Estados Unidos a proteger al juez de Iguala? Que sostuvo que los muchachos nunca habían estado en la comandancia de Iguala y que a partir de ese dicho los integrantes del Departamento de Justicia de Estados Unidos le concedieron asilo político a este juez. Entonces, que nos diga quién la llamó para que fuese testigo y favoreciera a este juez y que consiguiera su asilo. Y ya que de una vez también nos diga qué relación tiene con la DEA, la señora Anabel Hernández, y por qué la consigna de culpar al Ejército sin pruebas.

Que conste que, si el Ejército participó, porque hasta ahora no tenemos los elementos, pero si participó el Ejército, se castiga a quien sea. Es más, sin que esté demostrado de que el Ejército haya participado en la desaparición, sin que esté demostrado del todo, sólo por versiones de testigos protegidos de que hubieron escuchas de la DEA tres meses antes de los hechos –ni siquiera en Iguala, si no, en Altamirano–, sólo por posible vinculación con el crimen organizado, escuchas en donde dos delincuentes hablan de que le daban dinero a un coronel que ahora es general, pues ese general fue a la cárcel, sí, por decisión nuestra. Y otro general, nada más porque se sostuvo que se llevaron a los jóvenes al batallón, sin pruebas, y porque sí se demostró que salieron soldados a llevar a cabo un recorrido en la comandancia y en el hospital. Por el presunto delito de omisión, otro general en la cárcel y en proceso. Y no están en la cárcel, ¿saben por qué?, porque los jueces, que se llevan muy bien con nosotros [ironizó el presidente López Obrador], les dieron la libertad condicionada. Pero estamos hablando de dos generales y de varios oficiales, como 20 elementos del Ejército.

Nosotros no vamos a permitir la impunidad de nadie, de nadie, pero lo que queremos es llegar a la verdad, y eso es lo que le vamos a comunicar a los padres, y es lo que les envié a los padres en un documento, que a los adversarios nuestros no les pareció, pero siempre vamos a hablar con la verdad.

FOTO: PRESIDENCIA

Presidente, en otro tema, en el panel internacional del T-MEC, al que convocó el gobierno de Estados Unidos por el maíz transgénico, México tiene una última oportunidad para defender nuestra salud, nuestra alimentación y nuestra cultura. El próximo 5 de agosto se presenta ya la contestación de nuestro país a los expertos, que es, digamos, la fase previa a su dictamen final. Y es muy importante que se haga con evidencia científica de los daños a la salud que generan los transgénicos, porque México es un país que consume demasiado el maíz, está incluso en nuestra cultura, y hay evidencia suficiente para demostrar que genera enfermedades terminales, como el cáncer. Sin embargo, hasta ahora nuestra defensa, la defensa de México, no ha aportado esta evidencia en los términos en los que se requieren en este panel, ni tampoco ha presentado el análisis de riesgo con estas evidencias científicas. Tampoco se presentó una contrademanda para, como dicen los abogados, revertir la carga de la prueba; es decir, que quien vende ese maíz transgénico demuestre que es inocuo y que no causa daños a la salud, que sería el gobierno de Estados Unidos, y no que sea el comprador, que es México, el que tenga que demostrar que ese producto que le van a vender no daña a la salud. La contrademanda, bueno, en otros casos sí se ha hecho, como en el caso Calica. Entonces, preguntarle, presidente, si se podría revisar este asunto para la defensa de nuestra salud y nuestra alimentación, antes de esa fecha, que es el próximo 5 de agosto.

—Primero te aclaro que no se permite el maíz transgénico para consumo humano en nuestro país, y eso es lo que produjo esta controversia. No se acepta, tiene que ser maíz blanco, no transgénico, para el consumo humano. Eso no se había hecho nunca en el país, es la primera vez, y por eso fue que se abrió este panel. Y sí hemos presentado pruebas y vamos a seguir presentado todas las pruebas: lo está haciendo Conahcyt, lo está haciendo la Secretaría de Medio Ambiente y también la Secretaría de Agricultura, y vamos a continuar con lo mismo en el caso del maíz transgénico. No sé qué otra cosa comentaste.

Si se podría contrademandar también a Estados Unidos en este mismo caso para que se le revierta la carga.

—Sí, yo creo que lo mejor sería hacer la investigación en forma conjunta, se los hemos propuesto

Lo rechazó Estados Unidos.

—No lo aceptan, porque de una u otra manera ese maíz lo consumen en Estados Unidos también, o sea, no puede ser que sea para personas, seres humanos. Yo creo que ahí no hay limitación y pueden estar consumiendo transgénicos, y ellos deberían de estar cuidando eso. En el caso de nosotros, todo el maíz amarillo, como se le conoce, es para forraje, básicamente. De todas formas, si es dañino a animales, tiene que ser dañino al ser humano, al consumo que se tiene de estos alimentos. Estamos planteando que se haga la investigación de manera conjunta y ya de esa forma sabemos a ciencia cierta si existe el daño, como sostenemos nosotros, o no, como sostienen ellos, pero no han aceptado. Sin embargo, pues sí hay esta controversia y sí se está atendiendo de parte nuestra.

Presidente, como es dominio público, la oligarquía ha usado al Poder Judicial políticamente: se han echado abajo 74 leyes y reformas entre 2019 y 2023 por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entre ellas la Ley de la Industria Eléctrica que tanto iba a beneficiar al pueblo de México. Es un hecho también, presidente, que ha atentado el Poder Judicial de la Federación, en varios momentos, contra nuestra democracia. Nada más por citar un asunto –que también se ha ventilado en esta conferencia–, pues está la cena de Norma Piña, presidenta de este Poder Judicial, en la cual se habría conspirado para descarrillar las elecciones de este año, las elecciones presidenciales. Ahora desde el mismo Poder Judicial se está amenazando al llamado Plan C, que no es otra cosa que la voluntad política del pueblo. Esto pues lo que deja en claro es que en un futuro esta voluntad popular podría anularse, no necesariamente en este momento, pero si en un futuro, y acabar ya en un golpe de Estado judicial, como ha ocurrido y se ha ensayado con éxito en otros países, está el caso de Brasil, de Bolivia, también Argentina, Ecuador. Presidente, ¿cómo defender esta voluntad popular, este voto? Y preguntarle si no sería un error político no aprovechar este bono democrático del pasado 2 de junio, y no sólo reformar profundamente el Poder Judicial de la federación, sino también que se pasen las otras 19 reformas que usted propuso el 5 de febrero, pues porque es el momento exactamente donde se tiene este bono democrático.

—Sí. Pues va a decidir el Congreso. Por eso es que los integrantes del bloque conservador no quieren que se tenga mayoría calificada como lo decidió el pueblo, y como está en la Constitución, porque no quieren que se reforme la Constitución. ¿Para qué reformar la Constitución? Bueno, para que la Constitución, convertida en ley de leyes, sea la que proteja al pueblo de México, no que sea un instrumento para la protección –como ha sucedido en los últimos tiempos, sobre todo en el periodo neoliberal– en beneficio de una minoría rapaz. Es muy sencillo de comprender, nada más que como no les conviene o es mucho el fanatismo, no advierten que durante todo el periodo neoliberal todas las reformas que se hicieron a la Constitución, todas, fueron para perjudicar al pueblo. Ya más directo, contundente, ya no lo puedo decir.

Imagínense, una afirmación de estas características, que durante 36 años que duró el periodo neoliberal todas las reformas fueron en contra del pueblo de México y todas esas reformas se hicieron para legalizar la corrupción, el despojo, en beneficio de una minoría. Nada más que eso fue lo que llevó al pueblo de México a decir ‘basta’. Por lo mismo, ni los integrantes de la mafia del poder, los que se sentían los dueños de México, ni la prensa vendida o alquilada, ni los intelectuales serviles van a poder detener la transformación que ya se inició en beneficio del pueblo. No podrán. Estamos hablando de millones de mexicanos que han tomado consciencia. Hasta en lo cuantitativo, porque ahí veo de repente haciendo cuentas, ¿no?, como si se tratara nada más de aritmética, a Aguilar Camín o a otros, a los Claudio X González y a todos estos, y a Ciro, y a López-Dóriga, dicen: ‘es que no es posible que, si obtuvieron 54 por ciento de los votos, vayan a tener el 66 por ciento o 70 por ciento de diputados del total en el Congreso’. Así. Bueno, la respuesta es: ¿y no que ustedes siempre hablaban de que la ley es la ley? ¿O quieren que se aplique la ley, pero en los bueyes del compadre? ¿Qué no en la Constitución está establecido y en la ley de la materia de cómo tiene que llevarse a cabo el reparto de los famosos plurinominales? Que, dicho sea de paso, yo propuse eliminarlos y rechazaron mi iniciativa de reforma constitucional, pero de eso no hablan. Ah, pero, así como dicen ellos: ‘¿cómo con el 52 o el 54 se obtienen 66?’, yo digo: ‘¿cómo…? –a ver si no tienes de casualidad un mapa de cómo votaron en los distritos los mexicanos [le pide el presidente López Obrador al equipo de Comunicación Social para que se proyecte en la pantalla]–. ¿Saben ustedes que en el 85 por ciento de los 300 distritos ganaron los que estaban a favor de la transformación? En el 85 por ciento, no en el 70. ¿Por qué no va a tener mayoría calificada quienes formaron parte de la coalición? ¿Por qué no, si cada partido obtuvo votos, más? Creo que el Partido del Trabajo obtuvo más triunfos en distritos que el PAN.

Que Movimiento Ciudadano y que el PRI.

—Que el PRI. Pero a ver pongan nada más el mapa, uno que hay sobre en dónde ganó la presidenta electa. [En la pantalla del salón Tesorería se proyecta un mapa de la República pintado de guinda casi en su totalidad, color representativo del partido Morena]. Miren, ¿por qué, si la presidenta electa gana así…? Y en el caso del Congreso, que va a representar, hay diferencias, pero va a representar lo mismo. [Frente a la pantalla, el presidente López Obrador señala los territorios que ganó la coalición Morena-PT-Verde]. Miren aquí. De aquí, éste es el sureste, para acá, si hay 60 distritos, ¿saben cómo cuántos ganó el movimiento de transformación de los 60? Cincuenta y ocho. Creo que por acá dos o tres perdió. Aquí no ganó ninguno, en Quintana Roo, el bloque conservador; en Campeche ninguno, en Chiapas ninguno, en Tabasco menos, en Veracruz ninguno, creo que uno de veintitantos, aquí en Oaxaca ni uno solo. Por eso, preparen, porque esto ayuda mucho a entender lo de la sobrerrepresentación. Ahora quieren [los del bloque conservador], ya que pasaron las elecciones, ya que están definidas las reglas en la Constitución, en la ley [obtener más curules]. Aquí está, 225, más 31 [distritos electorales ganó la coalición ‘Sigamos haciendo historia’]. ¿Cuántos ganaron ellos [por coalición del PRIANRD]? Treinta y nueve. El PAN, tres; Movimiento Ciudadano, uno; independiente, uno. Aquí está, estas manchas, esto es lo que ganaron, estos son los distritos. Entonces, ¿qué les extraña? Habló México, habló el pueblo, y ahora no quieren.

¿Cómo van a distribuir entonces? ¿Cómo se va a hacer la distribución? Quieren darle, en vez de 39, más tres, 42, pues ¿cuántos les tendrían que dar de pluris a ellos? Como 100 más para que el movimiento de transformación no alcanzara la mayoría absoluta. Pero ¿con qué fundamento les dan más, con qué fundamento legal, si no está en la ley? Lo que está en la Constitución y está en la ley es esto. Y no, no, no preocuparse porque van a hacer, van a llevar a cabo golpes de Estado los del Poder Judicial junto con la mafia del poder. No, no, no, el pueblo de México es mucha pieza, esto es otra cosa completamente distinta.

De esta reforma al Poder Judicial, si también se podría revisar el tema de las pensiones vitalicias. Eso se lo pregunto porque hay 23 ministros en retiro con pensiones vitalicias, pero también 13 viudas y viudos que también cobran una millonada, porque se les transfiere estas pensiones vitalicias cuando los ministros fallecen.

—Sí, eso sí se tiene que revisar. Se tiene que revisar lo de los ‘sabadazos’. Ojalá y nos expliquen cómo es ahí sí que el 70 por ciento de los que quedan libres vinculados a la delincuencia organizada o de ‘cuello blanco’, 70 por ciento salen los sábados o los fines de semana, y el 30 por ciento salen de la cárcel de lunes a jueves. A ver, que me expliquen a qué se debe eso. ¿Les da por trabajar más el fin de semana? Entonces, que cambien el horario y los días de trabajo: que descansen los lunes y los martes y que trabajen de miércoles a domingo, con eso mejorarían la productividad, ¿verdad? También que me digan –o sea, a lo mejor los abajo firmantes también pueden ayudarles, los conductores de radio, de televisión, que explique ahí Ciro y López-Dóriga, Loret– por qué ganan más que el presidente, si la Constitución dice lo contrario: que nadie debe de ganar más que el presidente de la República. Y que nos diga por qué se reunió la presidenta [Norma Piña] con el presidente del PRI en campaña, qué trataron. Además, había dos o tres magistrados electorales, ¡electorales! ¿Qué tenía que hacer a deshoras de la noche la señora Piña con Moreno?

‘Alito’ Moreno.

—Sí. ¿Qué trataron? Ya se terminó la entrevista. Vámonos a desayunar. Un abrazo a ti.

Gracias, presidente.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cruza sus brazos en su pecho y desde ahí, desde el atril, manda un abrazo de lejos, como el que aprendimos a dar durante la pandemia de Covid-19. Y se va.

 

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