Ginebra (Inter Press Service). La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró “una buena noticia” los avances en la vacuna que desarrolla la británica Universidad de Oxford contra el virus que causa la enfermedad Covid-19, pero advirtió que no se puede esperar por ese logro porque la prioridad es “salvar vidas ahora”.
Para el director de la OMS, Tedros Adhanon Gebreyesus, “no hay que esperar a que haya una vacuna efectiva, porque hay que salvar vidas ahora” y, más aún, sin esa herramienta de inmunidad se puede derrotar al virus y detener la pandemia.
“Con un fuerte liderazgo, la participación de la sociedad y una estrategia para suprimir la transmisión y salvar vidas, la Covid-19 puede detenerse”, según Tedros.
La revista médica británica The Lancet publicó, el lunes 20, estudios según los cuales Oxford, asociada a la firma farmacéutica AstraZeneca, aplicó prototipos de vacuna a 1 mil 77 voluntarios y obtuvo resultados prometedores en esas primeras fases.
También en fases iniciales consiguió muy buenos resultados el consorcio chino CanSino Biologics, tras aplicar centenares de pruebas en el ejército de su país.
Una tercera vacuna con buenos logros en la primera fase experimental la desarrollan la corporación farmacéutica estadunidense Pfizer y la biotecnológica alemana BioNTech. En todo el mundo distintos laboratorios y empresas intentan desarrollar un centenar de “candidatas” a vacunas.
En la OMS, su director de emergencias, Michael Ryan, observó que se trata de “resultados positivos, aunque son estudios de fase uno y aún queda un largo camino” para que se pueda disponer de una vacuna masiva efectiva y masiva.
Una vez que se logre que una vacuna sea efectiva, “el reto será poder fabricarla a escala y que esté disponible para todo el mundo. Tendremos que diseñar políticas y prioridades para su mejor uso”, comentó Ryan.
Tedros sostuvo que “para que haya una distribución justa lo más importante es el compromiso político, pero algunos países se mueven en otra dirección” a la requerida por la OMS y organizaciones civiles que piden atención prioritaria a los grupos de población más vulnerables y a los países y comunidades más pobres.
“Si no hay consenso para que esta vacuna sea un bien público global, los que no puedan permitírsela se quedarán sin ella”, alertó el director de la OMS.
Entretanto, según Tedros, los países pueden aplicar con diligencia y rigor las estrategias de salud pública capaces de detener al coronavirus.
Tedros dijo que una de las herramientas clave para suprimir la transmisión es el rastreo de contactos, pues “ningún país puede controlar su epidemia si no sabe dónde está el virus”.
Expuso que “las medidas de confinamiento pueden ayudar a reducir la transmisión, pero no pueden detenerla por completo. El rastreo de contactos es esencial para encontrar casos, identificarlos, aislarlos y poner en cuarentena a sus contactos”.
Insistió en que el rastreo “puede evitar que los casos individuales se conviertan en grupos de casos, y los grupos se conviertan en transmisión comunitaria”, y en que la situación puede ser más crítica “a medida que los países reabren sus economías, pues necesitan tener la facultad de reaccionar rápidamente ante los nuevos casos”.
Finalmente, la OMS reiteró su preocupación por el impacto de la Covid entre los pueblos indígenas de América, que sigue siendo el epicentro de la pandemia. Hasta el 6 de julio se reportaron más de 70 mil contagios y 2 mil muertes entre indígenas.