Más de 142 millones de menores de edad viven en zonas de conflicto, donde en 1 año se produjeron más de 1 mil muertes relacionadas con combates, indicó la organización Save the Children.
Agregó que se calcula que casi una quinta parte de las personas que viven en zonas de conflicto y que se han desplazado por esa situación necesitarán asistencia de salud mental y es posible que otro 5 por ciento experimente algún trastorno de salud mental grave. En total, unos 24 millones de infantes se encuentran afectados en su salud mental.
En su informe El camino hacia la recuperación: responder a cuestiones de salud mental infantil en contextos de conflicto, Save the Children señala que los niños y las niñas en situaciones de estrés extremo pueden experimentar diversos problemas psicosociales y de salud mental. También es posible que manifiesten agresión y retraimiento en su comportamiento frente a pares y familiares.
Por ejemplo, Fátima, de 12 años de edad, se encontraba en su casa en Hajjah, Yemen, cuando en un bombardeo aéreo murieron sus padres y cinco hermanos. Ella sufrió graves heridas en una pierna y se necesitaron varias operaciones para retirar las esquirlas.
“Quedé inconsciente y enterrada en la arena. Las personas que me rescataron solo pudieron ayudarnos a mí y a mi hermana. Nos llevaron al hospital y eso fue todo. Tenía la pierna tan herida que prácticamente no quedaba piel. Los demás (siete miembros de su familia) fueron enterrados en el pueblo”, indicó en su testimonio.