Se requieren políticas de seguridad y salud laboral de los empleadores y trabajadores, para que la reactivación productiva al término de la emergencia sanitaria sea segura y saludable, señalaron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En la presentación virtual de la edición número 22 del informe Coyuntura Laboral en América Latina y El Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (Covid-19) –en la que participaron la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, y el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro– se anunciaron los impactos que ha tenido la pandemia en el mercado de trabajo.
Destacaron que los efectos negativos han recaído tanto en el sector formal como en el informal. En el primero, ha habido reducción de las horas laborales, despidos y bajos salarios; en el segundo, menor acceso a compensaciones de ingreso, y caída del empleo por las medidas de distanciamiento social y por la prohibición de la circulación.
Al respecto, los expertos aseguraron que las mujeres trabajadoras son las que han sido más vulneradas. A su vez, apuntaron que los sectores que se encuentran altamente afectados por la crisis sanitaria son el turismo, el comercio, la manufactura, la inmobiliaria y el entretenimiento, así como las micro y pequeñas empresas están en riesgo de experimentar quiebras, siendo que estas concentran el 46.6 por ciento del total del empleo en la región, advirtieron.
Es por lo anterior que Bárcena y Pinheiro subrayaron la necesidad de implementar políticas con “un fuerte componente de formación y educación en seguridad y salud para los actores del mundo del trabajo, […] orientadas a una normalidad mejor, con mayor formalidad, equidad y diálogo social”.
“Para ello se requieren recursos institucionales y presupuestarios reforzados, que garanticen su cumplimiento y que contengan buenas prácticas como la puesta en marcha de un protocolo de salud y seguridad en el trabajo que incluya: inducción al personal, adopción de horarios de entrada y salida desfasados para evitar aglomeraciones, rutinas de desinfección y sistema de lavado de manos, uso obligatorio de mascarillas, y una estrategia en caso de que algún trabajador presente síntomas”, agregaron.
Finalmente, la Cepal y la OIT expresaron que “de prolongarse la crisis por más tiempo, será necesario una nueva ronda de medidas, orientadas tanto a proteger empleo e ingresos de trabajadores y limitar impacto en las empresas, con un foco especial en grupos vulnerables como los migrantes en situación no regularizada, trabajadoras domésticas y cuidadores de personas mayores, trabajadores asalariados e independientes informales en sectores críticos y trabajadores de la salud en primera línea de respuesta frente a la Covid-19”.