El doctor Luis Cedeño Caero –del departamento de Ingeniería Química perteneciente a la Facultad de Química, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– indicó que, al utilizar nanopartículas (NPs) en los cubrebocas se pueden crear recubrimientos reactivos que evitan la colonización, formación y crecimiento de bacterias o virus.
Durante el webinar “Cubrebocas, ¿se pueden reutilizar? ¿Se pueden mejorar usando nanomateriales?”, Cedeño Caero indicó que para la prevención de la adhesión bacteriana se ha hecho uso de biomiméticos (imitación de la naturaleza) para la fabricación de superficies nanopilares sintéticas que pueden resistir la colonización bacteriana.
Por ello, la Unidad de Investigación en Catálisis –en colaboración con el Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM– está estudiando la síntesis y uso de las NPs con fines catalíticos, para obtener nanomateriales con propiedades fisicoquímicas diferentes, mayor actividad catalítica y mayor capacidad biosida.
El doctor Cedeño Caero señaló que para que las NPs sean funcionales en materiales textiles se busca que no interfieran con el flujo de aire a través de los textiles, y que puedan adquirir las propiedades biocidas para ayudar a su efectividad contra brotes pandémicos en el futuro.
Por su parte, el doctor Iván Puente Lee –del Laboratorio de Microscopía Electrónica de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Investigación y la Industria de la Facultad de Química– explicó que al no contar aun con este tipo de mascarillas, y ante la falta de equipo médico, las mascarillas N95 y KN95 –sólo para uso de personal médico– se pueden reutilizar al esterilizarlos con luz ultravioleta –descontaminación UVC–, que trabaja a 254 nanómetros o con vapor de peróxido de hidrogeno o calor seco a 70 °C.
Esta esterilización debe de realizarse de manera diaria y funciona cuando no se han excedido 40 horas de uso. Las esterilizaciones deben hacerse diario, por lo que recomienda que el personal médico tenga al menos cinco cubrebocas para que puedan ser reciclados de manera adecuada.
“Para este tipo de cubrebocas no se debe utilizar agua con jabón, no meterlos en cloro ni alcohol ni guardarlo para desactivar al virus con el tiempo, ya que su efectividad se ve disminuida”, advirtió Puente Lee.
En contraparte, alertó que para las personas que no pertenecen al sector salud y no trabajan en ambientes cercanos al virus SARS-Cov-2, los cubrebocas caseros se pueden realizar utilizando toallas, camisetas, bufandas o filtro de aspiradoras, utilizando tres capas poliéster, polipropileno y algodón en la parte interna, como lo indica la Organización Mundial de la Salud. Además, los cubrebocas hechos en casa sí se pueden lavar, sumergir en agua caliente o aplicar cloro.
Finalmente, el doctor indicó que para la elaboración de los cubrebocas no se deben usar tejidos con tramado, ya que pueden tener huecos o aperturas por los cuales puede entrar el virus.