Gran escándalo ha causado la investigación realizada por 370 periodistas y un centenar de informativos que circulan en 76 países. En México, por cierto, están en esa importantísima acción la revista Proceso y el portal Aristegui Noticias. El semanario no pudo brindar la exclusiva en su reciente número (2057), ya que se acordó darlo a conocer el domingo 3 de abril, pero todos podemos encontrarlo en el sitio www.proceso.com.mx.
Una buena cantidad de medios, que están impedidos de hacer coberturas amplias, costosas e internacionales, como la señalada, tuvieron a bien unirse en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés) y han conmovido al mundo en algo que es esencial: la prensa que denuncia las malas prácticas en las cuales están coludidos narcotraficantes, políticos, empresarios, tratantes de personas, ejércitos y vendedores de armas, artistas, escritores (Vargas Llosa que no supo explicar el por qué estuvo metido), entre muchos impresentables.
En un video en TV El Universal encontramos que lo mismo quienes han bombardeado Siria durante mucho tiempo, de ambos bandos, que rusos traficantes de mujeres, que evasores fiscales de Uganda (país donde no hay recursos económicos para la salud por la evasión de impuestos) han estado protegidos por el consorcio Mossack Fonseca, el cual fue creado en Panamá hace casi 30 años por un nativo de ese país, Ramón Fonseca, y el alemán, Jürgen Mossack.
Esta compañía ha creado casi 215 mil sociedades en 200 países. Pero tiene como gran objetivo el utilizar los llamados paraísos fiscales, que son más bien refugios fiscales, en naciones como las Islas Caimán, donde están registrados dos consorcios por cada habitante (sic que ve la multiplicación de dinero en serio). O las Islas Vírgenes Británicas.
En los 11 millones y medio de documentos que se obtuvieron, hay involucrados 12 jefes de Estado, 128 políticos, 61 familiares de los grillos, deportistas y miembros del espectáculo. Entre ellos Vladimir Putin, el primer ministro islandés Sigmunder David Gunglausson (que ya renunció debido a movilizaciones en su nación), Lionel Messi, Pedro Almodóvar y Pilar de Borbón, de la realeza española.
En México la lista es amplia, incluyendo a Alfonso de Angoitia, de Televisa; Ricardo Salinas Pliego, de TV Azteca; Rafael Caro Quintero, el narcotraficante supuestamente muy buscado; y el empresario consentido de Los Pinos, Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Higa, quien financió la llamada casa blanca de Enrique Peña y Angélica Rivera, la de Malinalco que ocupa Luis Videgaray y otra que tiene Humberto Castillejos, asesor legal de la Presidencia. Al constructor más favorecido le encontraron 100 millones de dólares colocados en esos lugares donde todo se puede.
Espantado por la noticia, el titular del Servicio de Administración Tributaria, Aristóteles Sandoval, indicó que “no es ilícito invertir en otros países, sino evadir impuestos” (La Jornada, 5 de abril) y que las posibles investigaciones llevarán cuando menos 2 años para realizarse (periódico Capital, ídem); aunque después señaló que hay 33 personas investigadas (sic que parece Chimoltrufia). Luis Videgaray, por su lado, mejor ha guardado silencio (sic mudo).
Muchos de los implicados obviamente han dicho que lo llevado a cabo no es anormal, no obstante que algunos se contradigan como Alonso de Angoitia (Jenaro Villamil, 5 de marzo) y otros se muestren muy tranquilos (Salinas Pliego). Claro, algunos ni siquiera aparecen: Caro Quintero e Hinojosa. Incluso viejos conocidos relacionados con traslado de dinero, como es el caso de los Hank Rohn, están ausentes.
Para el caricaturista Magú (La Jornada, 5 de abril), no hay que buscar otros lugares para hacer de las suyas en cuanto a impuestos no pagados, ya que en nuestro país todos los años sabemos de amplias devoluciones a los ricos, de la recaudación mínima a empresas y de las facilidades a muchas compañías para no cobrarles ni el terreno donde se ubican. También han chacoteado con esta bomba que traerá graves daños –¡esperamos!– los moneros Rocha y Hernández (La Jornada, ídem) y Rictus (Reforma, 5 de abril).
Curioso, Barack Obama dijo que la evasión de impuestos es un problema global que se debe atacar en serio. Aunque la especialista Irene Selser (Milenio, 5 de abril) nos advierte que en Estados Unidos e Inglaterra existen cerca de 250 mil compañías, en cada nación, para realizar ese tipo de procedimientos y evadir al fisco.
Hay una buena cantidad de bancos en estas ilícitas triangulaciones: BBVA, Santander, Sabadell, HSBC –que fue multado en Estados Unidos con cientos de millones de dólares por lavado de dinero–. También suizos y alemanes.
Según Ricardo Fuentes, de la prestigiosa organización Oxfam, cada año se evaden 170 mil millones de dólares en muchísimos países, de ricos que compran yates, aviones, mansiones y autos deportivos que incluso vemos en México en manos de irresponsables.
En enero, dicha institución mexicana, denunció que hay 7 billones de dólares en Panamá, de quienes ahora están señalados en los Papeles de Panamá. Noticia que la mayoría de los medios nacionales ignoró, pero ahora con esta explosión tendremos mayores elementos para investigar a muchos millonarios irresponsables.
Fuentes afirma que 62 individuos en el mundo amasan una riqueza similar a la que tienen el 99 por ciento de la población. Y anuncia que próximamente habrá una Cumbre Mundial Anticorrupción, la cual debe apoyarse para que tenga los resultados que la mayoría del orbe espera.
El periodismo de investigación, a pesar de todo, se abre paso.
Jorge Meléndez Preciado
[BLOQUE: OPINIÓN][SECCIÓN: ARTÍCULO]
Contralínea 483 / del 11 al 16 de Abril, 2016