Con profundo respeto al maestrísimo Julio Scherer García
Ya perdimos la cuenta de los viajes realizados por Enrique Peña Nieto. Seguramente concluirá su sexenio superando fácilmente a su paisano Adolfo López Mateos, quien era conocido entonces como López Paseos, ya que anduvo por el mundo desatado, aunque con propósitos más loables que el de Atlacomulco. Pero en el caso de Peña, como el de otros viajeros frecuentes (Luis Echeverría, José López Portillo, Vicente Fox y Felipe Calderón), nada importante dejaron al país excepto el que se firmaran, como ahora, convenios sin mucha sustancia.
La política exterior de México es un desastre, como lo vimos con el acuerdo entre Cuba y Estados Unidos, cabildeado en Canadá y El Vaticano, siendo México un aparente amigo de la isla rumbera. Pero es lógico. Estando José Antonio Meade – un financiero– a cargo de una Secretaría que era orgullo anteriormente, nada puede esperarse. Más bien algún nuevo pacto que no traiga más que buenas fotos y malos resultados.
El aldeanismo de la actual administración federal es evidente. No han salido del Estado de México, ni siquiera en la atracción de inversionistas. Por eso Juan Armando Hinojosa, el hoy cuestionadísimo empresario, está en todas: el aeropuerto de la Ciudad de México, el frustrado proyecto del tren a Querétaro, la reconstrucción del hangar presidencial, el acueducto de Monterrey, el Museo faraónico de Puebla y obviamente las varias casas de Peña Nieto y la de Luis Videgaray.
Seis secretarios importantes del gabinete y el procurador general de la República acompañaron a Peña Nieto en este periplo de 20 horas a Washington. Entre ellos el de Gobernación, Osorio Chong, y el de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray. Por eso inquirían en el sitio de internet Eje Central (6 de enero): ¿quién se quedó a cargo de las decisiones importantes en el país? Y se respondían, Luis Miranda, el subsecretario de Gobernación, consentido de Enrique. Asunto singular, ya que nunca ha sucedido eso, por lo que se debe legislar al respecto; pues cualquier accidente abrirá un hueco, una crisis, un revoltijo mayor, lo que muestra la irresponsabilidad presidencial. Aunque ya se sabe que eso no le importa a la prensa que ha recibido 1 mil millones de pesos en los últimos meses y obtendrá 5 mil millones en este año, si no hay partidas especiales debido a otra contingencia.
Y mientras alegremente se van a saludar a los amos del único imperio, aquí las cosas se agravan. Pero no se preocupe, antes Peña Nieto dio siete noticias que calmarán los ánimos… a los que obtengan una nueva televisión o porten celular. Aunque los otros, obtuvieron un alza del salario mínimo que es deprimente: seis tortillas más al día.
El barril del petróleo ya bajó a menos de 40 dólares. Algo que habían previsto algunos medios (Reporte Índigo) pero consideraban que ocurriría a mediados de año. El dólar se recupero, ¡bravo!, 6 centavos y ahora se vende a 15 pesos con 18 centavos. Y la bolsa sigue a la baja, ya que han salido cerca de 40 mil millones de dólares.
En gringolandia hubo, no obstante las heladas, diversas manifestaciones a favor de los padres que exigen la aparición de sus hijos. La Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, que se suponía no iba a estar en la orden del día salió a relucir en voz del mismo Barack Obama, quien dijo: “He seguido con preocupación los sucesos trágicos de Ayotzinapa”. Claro, señaló que el gobierno mexicano realiza sus funciones y prometió mayor ayuda si era necesario.
El devaluado mandatario estadunidense –igual que el mexicano– no hizo caso a Human Rigths Watch, quien había pedido una condena al gobierno mexicano no únicamente por los sucesos de Tlatlaya e Iguala, sino debido a que el peñismo lleva a cabo una conducta sistemática en contra de los derechos humanos.
Tanto así que en este año secuestraron al periodista Moisés Sánchez en Veracruz, asunto por el que se detuvo, a pesar de las reticencias del gobernador Javier Duarte, a 38 policías; y asesinaron a la exreportera de Televisa Jazmín Martínez Sánchez junto con su pareja. Según la Casa de los Derechos de Periodistas, vivimos un “clima de terror”, ya que en 2014 fueron ultimados ocho periodistas, además de un hijo de éstos.
En Apatzingán, donde el virrey Alfredo Castillo no puede con el paquete, asesinaron a nueve personas. Y que esté en la cárcel Hipólito Mora, quien dijo que fue un estúpido al entregarse, hizo expresar a Ciro Gómez Leyva (Milenio, 5 de enero) que él también era un estúpido por creer que la justicia privaría.
En tanto, César Camacho, líder del Partido Revolucionario Institucional, muestra con descaro una serie de relojes de colección, uno con valor de 800 mil pesos. Helidoro Díaz, exfuncionario del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, le regaló a su hijo un carro deportivo. Y un burócrata de El Marqués, en Querétaro, Noé Miguel Marín, del Partido Acción Nacional, fue filmado recibiendo 40 mil pesos de sobornos. Todo después de que Peña señaló que se combatirá la corrupción.
Las enfermeras en 15 estados del país marcharon, ya que se les pretende catalogar de técnicas –siendo licenciadas– y bajarles el salario. Ello ante la intolerancia y demagogia de Mercedes Juan, una de las dos mujeres secretarias en el gabinete. Mientras que la otra, Rosario Robles, tendrá más presupuesto en el Programa Prospera, y lo utilizará como siempre: para engordar la burocracia y aumentarles los salarios a sus allegados.
Los defraudados por Ficrea han salido a las calles desesperados porque nadie les resuelve su problema. Y el director de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, lo mismo que el encargado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, Mario di Costanzo, sólo le dan largas al asunto. El segundo, debemos reconocerlo, fue acusado por Alfredo Jalife (cuando era diputado perredista) de estar aliado con la derecha; cuánta razón tenía el estratega.
El recuento podría seguir. Pero es importante anunciar que el 26 de enero está citada la octava movilización por la presentación con vida de los 43 normalistas. En tanto el gobierno no entiende que el país hierve.
Jorge Meléndez Preciado
*Periodista
Contralínea 420 / del 18 al 24 de Enero 2015