En mayo pasado, en un ejemplar aunque efímero ejercicio de justicia, el exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt fue condenado a 80 años de prisión por genocidio y delitos de lesa humanidad. Pero, rápidamente, la Corte de Constitucionalidad de ese país anuló la condena, con lo cual mostró su sumisión al poder, pues entre los protectores de Ríos Montt se cuenta al actual presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien era militar a principios de la década de 1980, cuando Ríos Montt gobernaba ese país.