Desenmascarar la “democracia”
Fraude o no fraude, y aún asumiendo que la obvia compra de votos no existiera y que no existen asimetrías que favorezcan a un partido sobre otro (repito, asumiendo que así fuera), es difícil que no exista en muchos mexicanos la sensación de estar eligiendo gobernantes de la misma manera que eligen entre Coca, Pepsi o Red Cola, y no tanto porque al final de cuentas sean todos lo mismo o porque, aunque varíen en el empaque, en el fondo todos contienen las mismas cantidades nocivas de azúcar, sino, más bien y sobre todo, porque estamos asistiendo como consumidores a la comercialización de un producto.