Homicidios y agresiones a mujeres periodistas
Constitucionalmente, los militares deben estar en sus cuarteles en tiempos de paz. Pero en la práctica, a raíz del golpe de Estado de Calderón, andan por las calles en una seudoguerra que, junto a los delincuentes, ejercen contra la población mexicana. Calderón y sus generales, su García Luna, su Marisela Morales, atentaron contra sus propios colaboradores de las agencias Antidrogas y de la Central de Inteligencia estadunidenses (DEA y CIA, por sus siglas en inglés, respectivamente), de la Oficina Federal de Investigación, también estadunidense (FBI, por su sigla en inglés) y anegaron en sangre a miles de mexicanos ajenos a su “guerra”.