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Carlos Moncada, Oficio de muerte …e impunidad

A toda marcha redacto esta reseña del libro Oficio de muerte. Periodistas asesinados en el país de la impunidad, investigado y escrito por el sonorense y periodista de toda su vida Carlos Moncada Ochoa. Éste, como un Hércules Poirot, investigó crímenes de mujeres (las menos) y hombres (la mayoría), dedicados al trabajo de la prensa escrita, a lo largo y ancho del territorio mexicano. Tarea en la que invirtió tres décadas: visitando ciudades, consultando archivos, entrevistando, siguiendo huellas y recopilando datos para, cronológicamente, presentar una continuidad de fichas en sus nueve capítulos, un apéndice y el catálogo de las fuentes. Con todo ello Carlos Moncada recrea un pasado-presente sobre quienes fueron privados de sus vidas por ejercer el periodismo.

Realiza Estados Unidos “geografía social” sobre México

En pleno proceso electoral para elegir en menos de dos meses al próximo presidente de Estados Unidos (6 de noviembre), el gobierno de Barack Obama –quien busca reelegirse para otro periodo de cuatro años sobre su contendiente ultraderechista, el republicano Mitt Rommey– ordenó un estudio sobre México que ha denominado como una “geografía social”, con el propósito de conocer las afectaciones sociales, económicas y políticas que ha causado en nuestro país –durante el gobierno de Felipe Calderón– el crecimiento del narcotráfico y la expansión de los cárteles de la droga mexicanos, así como su afectación al desarrollo de la democracia, y si esto tuvo impacto y a qué grado en el pasado proceso electoral mexicano.

Los escenarios del liderazgo militar

En estos momentos, está en definición una terna de generales de división de los que el próximo presidente de la República podrá escoger como el general secretario de la Defensa Nacional. De esa decisión depende el rumbo que tome esta Secretaría y la recuperación de su institucionalidad militar, afectada ahora por los casos de violación a los derechos humanos, la detención de generales y las evidencias de fracaso en la política gubernamental de militarizar la lucha contra las drogas.

La “mano útil” del cártel de Sinaloa

Dos grandes cárteles se disputan el país: el de Sinaloa y Los Zetas. En todos los enfrentamientos participan estas dos organizaciones, directamente o en la sombra. La “estrategia” del gobierno de Calderón no busca acabar con el narcotráfico, sino subordinar a todas las bandas pequeñas en una sola organización delictiva. La función de las Fuerzas Armadas y la Policía Federal es sacar a la vista la fruta podrida de las “plazas” para que los sicarios del Chapo “hagan el resto”. Las afirmaciones son parte de un estudio con el que tres militares de mandos superiores obtuvieron el grado de maestros en seguridad nacional por el Centro de Estudios Superiores Navales, la escuela de altos mandos de la Secretaría de Marina

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