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Enrique Peña Nieto o los sucedáneos de la legitimidad

El principal saboteador del gobierno de Enrique Peña Nieto es el propio Enrique Peña Nieto. Potencialmente, entre las principales fuentes de conflictos que obstaculizarán sus propósitos se encuentran, del lado político, la manera en la que pretende legitimarse y aspira a ampliar los espacios de gobernabilidad; y del lado socioeconómico, su decisión por mantener la misma estrategia neoliberal de desarrollo instrumentada entre 1983 y 2012, cuyos funestos resultados son harto conocidos por las mayorías del país y a escala mundial.

Corrupción en Kenia: a la caza de los buitres

Un nuevo proyecto periodístico ciudadano cimbra las estructuras de poder en Kenia. Una página de internet impulsada por un fotorreportero documenta corrupción, lavado de dinero, malversación de fondos y abuso de autoridad de los candidatos a la Presidencia. Las elecciones, que se efectuarán el próximo año, podrían tener un derrotero distinto al que se vislumbraba antes de la publicación de las investigaciones periodísticas

Sin bases para acuerdos mínimos

Los tres principales partidos políticos en México preparan un “gran acuerdo nacional”, en el que empleo, seguridad y justicia serían los ejes básicos. Desde luego, los acuerdos son indispensables para superar conflictos, pero deben partir de puntos de convergencia que, por ahora, son inexistentes. Y no ya entre los propios partidos, sino en la sociedad, tan dividida por una lucha de clases cada vez más violenta por las ambiciones de los sectores más privilegiados, y favorecida por una política económica deshumanizada y ajena a los intereses fundamentales de todo el país.

La consolidación del autoritarismo

Es el orgullo de las histriónicas elites mexicanas y para más de un compatriota. Es considerada como ejemplar para el resto del mundo libre, incluso para el mismo Estados Unidos, según Robert A Pastor. Al día siguiente de las elecciones presidenciales en México, cual Cliff Robertson y su peliculero desembarco en Normandía, el insigne intelectual y político de ese país dijo, con alegre frescura (al cliente lo que pida), de la mancebía llamada Instituto Federal Electoral, y para alborozo de Leonardo Valdés y sus muchachos que no han dudado en publicitar sus chabacanas palabras en su inútil tarea por tratar de limpiar su imagen ensuciada en la cloaca electoral: “luego de haber sido el peor del continente, [México] hoy es el mejor […]. El sistema electoral mexicano es más equitativo, profesional, independiente y apartidista que el estadunidense”. México pasó de “un sistema cuasiautoritario” a una “democracia”, remató el profesor.

Busca IFE sancionar a López Obrador

El abusivo y descontrolado uso de recursos financieros en la última campaña presidencial, que provocó acusaciones de todo tipo entre excandidatos y partidos políticos, motivó que la Cámara de Diputados acordara hace un par de semanas integrar una comisión especial investigadora del manejo de recursos públicos en las campañas del proceso electoral 2012.

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