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Protesta

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Insuficiente recomendación de la CDHDF por caso 1DMX

Después de 5 meses, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) hace pública la Recomendación 7/2013 con relación a los hechos represivos del 1 de diciembre de 2012; después de una profusa y acuciosa investigación, sin lugar a dudas sirve para constatar que el operativo policiaco realizado ese día tuvo como finalidad, desde un principio, la criminalización de la protesta social. Su diseño implicó una táctica de confrontación permanente entre quienes ejercieron su derecho constitucional a la manifestación (como una protesta social en contra de la imposición del Poder Ejecutivo federal) y las fuerzas represivas del Estado.

La criminalización de la protesta

Legalmente se entiende como criminalización el uso de la fuerza judicial o de herramientas jurídicas para la represión de acciones no criminales. La protesta, la denuncia y la resistencia son tipos de acciones que se suelen criminalizar. Desde el discurso oficial, los casos de criminalización no son más que casos fortuitos, errores personales o, en el mejor de los casos, deficiencias en el funcionamiento de alguna oficina o institución que deben ser enmendados con reformas a los reglamentos.

Los vándalos fueron los policías disfrazados de civiles

Las policías federales y del gobierno de la capital del país, aquel 1 de diciembre cuando Ebrard y Mancera, Peña y Osorio Chong, en la llamada transición de poderes de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal y la Presidencia de la República, al tener como factor común a Calderón y García Luna, fueron quienes, disfrazados de civiles y con guante en una mano se identificaron para que los que llevaran uniforme no los atacaran y menos los detuvieran.

Otro fantasma recorre el mundo: indignados y encabronados

En el Manifiesto comunista, de Carlos Marx y Federico Engels, editado en Londres en 1848 (traducido al español hasta 1872), apareció la frase de combate del proletariado, que hoy significa “los pobres” del mundo: “un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo”. Sobre este texto profusamente publicado, el historiador Eric Hobsbawm escribió una introducción muy para este tiempo de crisis mundial. Editado por Crítica-Grijalbo y traducido por Elena Grau Biosca y León Mames, sigue vivo, actual, mutatis mutandis (está cambiando lo que se deba cambiar) y más, desde la enésima crisis global del capitalismo a partir de 2007-2008, donde han irrumpido revueltas y manifestaciones de todo tipo que derriban dictadores; o contra gobiernos depredadores que salvan a los banqueros con dinero del pueblo. La cuna de la democracia directa, Grecia, sufre la embestida del capitalismo que en Europa preside Angela Merkel, la nueva [Margaret] Thatcher en versión de un Adolfo Hitler travesti.

Y la protesta crece

Pasan los días. Hay propuestas y promesas de Enrique Peña Nieto, descalificaciones priístas, relevos en varios medios, ataques de algunos empresarios a los inconformes y hasta ciertos informativos internacionales y personajes considerados “muy rectos” defienden la elección de este año como ejemplar. Y sin embargo, la protesta aumenta en muchos lugares, incluso en los más insólitos.

Criminalización de la protesta social

A Arturo Quintanar   En casi todos los países, sobre todo los que siguen su proceso político de liberalización hacia la democracia o más democracia

Economía europea, a punto del estallido

Las crisis económicas, devenidas en crisis sociales, que enfrentan algunas naciones europeas amenazan con desbordar por todo el viejo continente e, incluso, por otras regiones

La indignación y sus límites

“Indiferencia: La peor de las actitudes. El motivo de la Resistencia: Indignación. Por una insurrección pacífica” Stéphane Hessel, Indignate (Indignez-vous) Indigène éditions, Monpellier, Hérault, France

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