Investigadores, periodistas independientes y observadores que trabajan sobre el terreno, desde la misma Siria, confirman cada día con sus testimonios, análisis y materiales gráficos que los famosos “rebeldes sirios” –a los que tanto apoya la prensa comercial– no son, en su mayoría, otra cosa que una gran banda de Contras mercenarios fundamentalistas asesinos, financiados por Estados Unidos y por algunas potencias europeas ávidas de dominación y en coordinación con las monarquías petroleras del Golfo Pérsico. Todos estos actores operan contra Siria principalmente desde territorio turco, israelí y jordano