Archivos de la CIA demuestran los vínculos de esa agencia de espionaje con instituciones y personas estrechamente ligadas a Barack Obama, así como a sus padres, su abuela y su abuelo. El progenitor del actual presidente de Estados Unidos participó en las acciones de la CIA en Kenia, operaciones destinadas a obstaculizar el comunismo. Las operaciones tenían también como objetivo evitar el surgimiento de líderes africanos no alineados
Wayne Madsen / Red Voltaire / Primera parte
Business International Corporation, la empresa tapadera de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la que trabajaba el presidente estadunidense, organizaba conferencias donde reunía a los más poderosos dirigentes y utilizaba a periodistas como agentes en el extranjero.
El trabajo que el propio Barack Obama realizó en esa empresa, a partir de 1983, coincide con las misiones de espionaje por cuenta de la CIA que su madre, Stanley Ann Dunham, había realizado durante la década de 1960, después del golpe de Estado en Indonesia, como trabajo para otras instituciones que también servían de pantalla a la CIA, como la East-West Center de la Universidad de Hawai, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Fundación Ford.
Fue durante su trabajo en el East-West Center, en 1965, que la madre de Obama conoció a Lolo Soetoro, el padrastro de Obama, y se casó con él. Soetoro fue enviado nuevamente a Indonesia en 1965 como oficial de alto rango encargado de servir de consejero al general Suharto y a la CIA en el sangriento derrocamiento del presidente Sukarno.
El padre de Barack Obama había conocido a Stanley Ann Dunham en un curso de idioma ruso organizado en la Universidad de Hawai, en 1959. Barack Obama padre figuraba entre los seleccionados para participar en un intercambio entre [la región] Este de África y Estados Unidos, intercambio que debía incorporar 280 estudiantes africanos a diferentes instituciones universitarias estadunidenses.
Según un despacho de la agencia Reuters, fechado el 12 de septiembre de 1960 en Londres, aquella operación contaba simplemente con una “ayuda” proveniente de la Fundación Joseph P Kennedy. Su objetivo era entrenar y adoctrinar a futuros agentes que debían ejercer su influencia en África, continente que por aquel entonces estaba convirtiéndose en un terreno de confrontación entre Estados Unidos, la Unión Soviética y China –potencias que trataban de ganarse a los regímenes de los países africanos que acababan de alcanzar la independencia o que estaban a punto de lograrla.
Durante la selección de los estudiantes que serían enviados a Estados Unidos, Masinda Muliro, vicepresidente de la Unión Democrática Africana de Kenia, había denunciado las preferencias tribales a favor de la etnia kikuyu, mayoritaria, y de la minoritaria etnia luo.
Aquel favoritismo privilegiaba a los simpatizantes de la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU, por sus siglas en inglés), cuyo líder, Tom Mboya, tenía un pasado como nacionalista y sindicalista. Fue Mboya quien decidió el envío de Barack Obama padre a la Universidad de Hawai como estudiante. Obama padre, ya casado en Kenia, donde tenía un hijo y estaba en espera de otro, se casó con Stanley Ann Dunham en la isla de Maui el 2 de febrero de 1961. Dunham ya tenía tres meses de embarazo de Barack Obama en el momento de su unión con Obama padre, quien se convirtió en el primer estudiante africano incorporado a una universidad estadunidense.
También, según la agencia Reuters, Muliro declaró que quería enviar a Estados Unidos una delegación para investigar a los estudiantes kenianos que habían recibido “regalos” provenientes de estadunidenses y “garantizar que los regalos que se hicieran a los estudiantes en el futuro fuesen administrados por personas sinceramente preocupadas por el desarrollo de Kenia”.
Mboya recibió en aquella época una subvención por 100 mil dólares de la Fundación Joseph P Kennedy, en el marco del programa de invitación de estudiantes africanos, después de haber rechazado una propuesta similar del Departamento de Estado. Resulta evidente que a Mboya le inquietaban las sospechas que la entrega de una ayuda oficial estadunidense podía provocar entre los políticos kenianos procomunistas, quienes ya sospechaban que Mboya estaba vinculado a la CIA.
Así que el financiamiento del programa se garantizó a través de la Fundación Joseph P Kennedy y la Fundación de Estudiantes Afroamericanos.
El padre de Obama no estuvo en el primer grupo enviado a Estados Unidos, sino en uno de los siguientes. Aquel programa de ayuda a los estudiantes africanos, organizado por Mboya en 1959, incluía estudiantes de Kenia, Uganda, Tanganyka, Zanzíbar, Rhodesia del Sur y del Norte (hoy Zambia y Zinbabue) y de Nyasaland (hoy Malawi).
La agencia de noticias Reuters reporta, además, que Muliro denunciaba por entonces que el favoritismo existente en la selección de los beneficiarios de la ayuda estadunidense “molestaba y amargaba a los demás estudiantes africanos”. Muliro señalaba que “se daba preferencia a las tribus mayoritarias [los kikuyus y los luos] y que muchos de los estudiantes seleccionados por Estados Unidos no habían logrado pasar los exámenes de admisión, mientras que otros estudiantes no seleccionados tenían mejores referencias”.
El padre de Obama era amigo de Mboya y pertenecía a la etnia luo. Al ser asesinado Mboya, en 1969, Obama padre compareció como testigo en el juicio contra el presunto asesino. Incluso afirmó haber sido él mismo objeto de un intento de asesinato en plena calle después de su testimonio ante el tribunal.
El padre de Obama partió de Hawai en 1962 para estudiar en Harvard y se divorció de Dunham en 1964. Se casó nuevamente con una estudiante de Harvard, Ruth Niedensand, una estadunidense judía, y volvió con ella a Kenia, donde tuvieron dos hijos. Aquella unión también terminó en divorcio. Obama padre trabajó en el Ministerio de Finanzas y en el Ministerio de Transportes de Kenia, así como en una compañía petrolera. Murió en un accidente automovilístico en 1982. Los principales políticos de Kenia asistieron a sus funerales, entre ellos Robert Ouko, quien se convertiría posteriormente en ministro de Transportes y sería asesinado en 1990.
Los documentos de la CIA indican que Mboya era un importante agente de influencia que trabajaba por cuenta de la CIA, no sólo en Kenia, sino en toda África. Según un informe semanal secreto de la CIA, fechado el 19 de noviembre de 1959, Mboya tenía la misión de vigilar a los extremistas durante la segunda Conferencia Panafricana de Túnez.
El documento de la CIA reporta que “serias fricciones [se habían] desarrollado entre el primer ministro de Ghana, Kwame Nkrumah, y el nacionalista keniano Tom Mboya, quien [había] participado activamente en diciembre [de 1958] en la vigilancia sobre los extremistas durante la primera Conferencia Panafricana en Accra”. La expresión “participado activamente” parece indicar que Mboya cooperaba con la CIA, cuyo informe fue redactado por sus agentes destacados en Accra y Túnez. Fue durante aquel periodo de “colaboración” con la CIA, en Accra y en Túnez, que Mboya asignó una beca de estudios al padre de Barack Obama y le ofreció la posibilidad de salir del país y de estudiar en la universidad de Hawai, donde encontraría a la futura madre del actual presidente de Estados Unidos.
En un informe semanal secreto de la CIA, del 3 de abril de 1958, aparece la siguiente frase: “[Mboya] sigue siendo uno de los dirigentes africanos más prometedores”. En otro informe semanal secreto, del 18 de diciembre de 1958, la CIA califica al nacionalista keniano Mboya como “joven vocero capaz y dinámico” durante su participación en los debates de la Conferencia Panafricana, y lo describe como un opositor ante “extremistas” como Nkrumah, quien contaba con el apoyo de “los representantes chino-soviéticos.
En un documento desclasificado de la CIA sobre la Conferencia Panafricana de 1961, el conservadurismo de Mboya, al igual que el del tunecino Taleb Sliam, se define claramente como contrapeso ante la política de izquierda del clan Nkrumah. Los procomunistas habían sido electos a la cabeza del comité organizador de la Conferencia Panafricana durante la conferencia del Cairo, en 1961, a la que asistió Mboya.
En el informe de la CIA, aparecen los nombres de varios de aquellos dirigentes, como el senegalés Abdoulaye Diallo, secretario general de la Conferencia Panafricana; el argelino Ahmed Bourmendjel; el angoleño Mario de Andrade; Ntau Mokhele, de Basutoland (antiguo Lesotho); el camerunés Kingue Abel; Antoine Kiwewa, del Congo belga (la actual República Democrática del Congo); el ghanés Kojo Botsio; el guineano Ismail Touré; T O Dosomu Johnson, de Liberia; el maliense Modibo Diallo; el marroquí Mahjoub Ben Seddik; el nigerino Djibo Bakari; el nigeriano Tunji Otegbeya; Kanyama Chjume, de Nyassaland; el somalí Ali Abdullahi; el sudafricano Tennyson Makiwane, y Mohamed Fouad Galal, de los Emiratos Árabes Unidos.
Los únicos participantes que recibieron la aprobación de la CIA fueron Mboya (quien, según todo indica, era un colaborador de la CIA); Joshua Nkomo, de Rhodesia del Sur; B Munanka, de Tanganyka; el tunecino Abdel Magid Shaker, y el ugandés John Kakongé.
Finalmente se produce la destitución de Nkrumah después de un golpe de Estado orquestado por la CIA, mientras que el líder realizaba una visita a China y Vietnam del Norte. Aquella operación se produce un año después de la que realizó la CIA contra el presidente Sukarno, otro golpe de Estado en el que participó la familia de Obama.
Ciertos elementos hacen pensar que el asesinato de Mboya, en 1969, fue organizado por agentes chinos que actuaban por cuenta de las facciones gubernamentales que el presidente keniano, Jomo Kenyatta, había puesto a cargo de la lucha contra Mboya y, por consiguiente, de la eliminación de un político africano pro estadunidense de primera línea. Todas las embajadas de Nairobi pusieron sus banderas a media asta como homenaje a Mboya, con excepción de la embajada de la República Popular China.
La influencia que Mboya ejerció sobre el régimen de Kenyatta se prologará durante mucho tiempo después de su muerte, aun en vida del padre de Barack Obama. En 1975 se produce el asesinato de Josiah Kariuki, socialista miembro del partido KANU. Después de aquel asesinato, Kenyatta expulsa del gobierno a tres ministros rebeldes que “estaban personalmente vinculados a Kariuki o a Mboya”. Dicha información se clasificó como secreta (nivel de clasificación Umbra) y aparece en varias notas de servicio de la CIA en Medio Oriente, en África y Sudáfrica. Fue divulgada posteriormente a través de la red COMINT el 24 de junio de 1975. La información de inteligencia que figura en ese informe, como lo demuestra su nivel de confidencialidad, proviene de escuchas efectuadas por el ministerio del Interior de Kenia. Nadie fue acusado nunca por el asesinato de Kariuki.
Las escuchas a las que fueron sometidas personas vinculadas a Mboya y Kariuki prueban que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) y la CIA mantuvieron bajo vigilancia al padre de Barack Obama, quien, como ciudadano extranjero en Estados Unidos, podía ser sometido ocasionalmente a escuchas de manera legal, de las que se encargan la NSA estadunidense y el Government Communications Headquarters (servicio de espionaje electrónico del gobierno británico).