Con Lozoya, adeudos de Pemex sumaron 1.4 billones de pesos. Compromisos a largo plazo, los más onerosos. Aunado a ello, la empresa enfrenta la caída de los precios y el agotamiento de las reservas de hidrocarburos
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La deuda a largo plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex) suma ya 1 billón 300 mil 873 millones 167 mil pesos nominales, revelan los estados financieros al 31 de diciembre de 2015, que la petrolera entregó a la Bolsa Mexicana de Valores.
El monto –que alcanzaría para construir 10 refinerías tipo la fallida Bicentenario, cuyo costo se estimó en 129 mil millones de pesos– equivale a poco más del 27 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 (por 4 billones 763 mil 847 millones de pesos).
En total, contando los pasivos a corto plazo, el endeudamiento de la empresa asciende a 1 billón 465 mil millones de pesos, advierte la ingeniera Rocío Nahle García, diputada federal por el partido Movimiento de Regeneración Nacional.
“Nada más para que nos sirva de botón [de muestra], cuando Emilio Lozoya llegó a la empresa [en diciembre de 2012] ésta tenía una deuda de 765 mil millones de pesos, y cuando se fue la dejó con una deuda de 1 billón 465 mil millones”, señala la legisladora en entrevista con Contralínea.
No obstante el nivel de endeudamiento de la empresa, ésta tiene contemplado para 2016 un programa de financiamientos por 21.1 mil millones de dólares, aunque acota que limitado a un tipo de cambio de 15.9 pesos por dólar (esto es unos 335 mil 490 millones de pesos).
De acuerdo con su información oficial, el dinero se contratará de la siguiente forma: en mercados internacionales, de 8 mil millones a 11 mil millones de dólares; en el mercado nacional, de 6 mil millones a 9 mil millones; en agencias de crédito a la exportación, de 1 mil millones a 2 mil millones; en préstamos bancarios, de 500 millones a 1 mil 500 millones; y con otros financiadores, de 3 mil millones a 3 mil 500 millones de dólares.
Las deudas contratadas por la petrolera conllevan compromisos de pago. Por ello, en su Reporte de resultados al 31 de diciembre de 2015, Pemex informa que en ese año desembolsó 191 mil 212 millones de pesos para saldar deuda, y otros 62 mil 719 millones para pago de intereses. En total, 253 mil 931 millones de pesos.
Los créditos a largo plazo
Los estados financieros de Pemex indican que la mayor deuda a largo plazo, el 96.3 por ciento del total, se concentra en la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP): 1 billón 252 mil 239 millones 594 mil pesos.
Por importancia del monto, le siguen las subsidiarias Pemex Refinación (PR), cuya deuda a largo plazo asciende a 15 mil 675 millones 890 mil pesos; las recién constituidas Pemex Perforación y Servicios, con un total de 12 mil 31 millones 849 mil; Pemex Logística, con 4 mil 850 millones 905 mil; y las comercializadoras, es decir PMI Comercio Internacional y el llamado Grupo PMI, con 3 mil 607 millones 840 mil pesos.
Además de éstas, otras dos empresas filiales registraron deudas, aunque muy menores en comparación con las de Exploración y Producción. Se trata de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB), con 810 millones 350 mil; y Pemex Petroquímica, con 220 millones 765 mil pesos.
De la lista de subsidiarias endeudas a largo plazo se salvan las recién creadas Pemex Cogeneración, Pemex Fertilizantes y Pemex Etileno.
Para Juan José Dávalos, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, la deuda de la petrolera es acumulada y la arrastra desde la creación de los Pidiregas (proyectos de infraestructura diferida en el registro del gasto), en la segunda mitad de la década de 1990. Por ello, critica: “no ha sido realmente reciclable la deuda de Pemex”.
El coautor del libro Reforma para el saqueo. Foro Petróleo y Nación señala que la empresa productiva del Estado recurre a contratar nuevas deudas en un contexto donde el gran problema es que se está exportando petróleo crudo a granel en el peor momento, por la caída de los precios.
Los préstamos más relevantes
En su Reporte de resultados al 31 de diciembre de 2015, Pemex refiere que el 31 de julio de 2015, y en el marco del memorándum de entendimiento firmado el 1 de junio de ese mismo año, la petrolera y BlackRock –una compañía de gestión de inversiones– “firmaron un contrato para acelerar el desarrollo y el financiamiento de proyectos de infraestructura energética que sean estratégicamente prioritarios para Pemex”.
Uno de ésos se inició el 30 de octubre de 2015. Se trata de la primera fase del Proyecto Golfo-Centro, para el suministro de gasolinas y diésel desde el puerto de Tuxpan, Veracruz, a la zona centro del país, con una inversión estimada de 700 millones de dólares financiado por Pemex en conjunto con BlackRock.
Esta fase, indica la empresa estatal, comprende la construcción de una central de almacenamiento y bombeo con capacidad de 750 millones de barriles diarios y la construcción de dos posiciones de descarga en Tuxpan, que se conectarán a través de un sistema de poliductos con la Terminal de Almacenamiento y Reparto Región Centro.
Pero no todos los créditos han sido destinados a proyectos productivos. Del informe que Pemex entregó a la Bolsa Mexicana de Valores destaca el crédito que obtuvo el 4 de agosto de 2015, vía PMI Holdings, BV –una de las 14 empresas integradas al llamado Grupo PMI, que opera al margen de las leyes mexicanas y en paraísos fiscales–, por 250 mil dólares a una tasa de 1.79 por ciento, y con vencimiento en 2018.
Para este préstamo –garantizado con los 20 millones 724 mil 331 acciones que aún posee de Repsol– Pemex no aclara el destino, pero es un hecho que el objeto de la filial no es el de desarrollar proyectos productivos, sino participar en la constitución, financiamiento y administración de empresas del Grupo PMI.
Según el informe entregado a la Bolsa Mexicana de Valores, al 31 de diciembre de 2015 PMI Holdings depositó 71 mil 861 dólares en una cuenta de Banco Santander, SA, como garantía adicional para un contrato de crédito. Dicho contrato requiere que la filial –radicada en los Países Bajos– mantenga una relación préstamo-valor basado en la relación entre el importe del principal de la deuda y el valor de mercado en dólares estadunidenses de las acciones de Repsol propiedad de PMI Holdings.
En consecuencia, refiere el documento, el depósito por esta cantidad es con el fin de mantener dicha relación préstamo-valor requerido bajo el contrato de crédito.
Agrega que el Consejo de Administración de Pemex aprueba los términos y condiciones para la contratación de obligaciones constitutivas de deuda pública de Petróleos Mexicanos para el ejercicio fiscal respectivo, de conformidad con la Ley de Petróleos Mexicanos y su reglamento.
Entre las operaciones significativas de financiamiento de 2015, enlista las siguientes: el 16 de enero se realizó un desembolso por 7 millones de una línea de crédito bilateral con tasa TIIE 28 días más 35 puntos base y pagadera el 16 de enero de 2016.
Otra, realizada el 22 de enero, cuando se incrementó el programa de emisión de pagarés de mediano plazo serie C de 42 millones a 52 millones de dólares. Todos los títulos de deuda emitidos bajo este programa están garantizados por Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación y Pemex Gas y Petroquímica Básica.
Ya para el 24 de marzo de 2015, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores autorizó a Petróleos Mexicanos su programa de certificados bursátiles de corto plazo por un monto hasta de 100 millones de pesos. Todos los certificados bursátiles emitidos bajo este programa están nuevamente garantizados por PEP, PR y PGPB.
Otra línea de crédito garantizada por esas tres subsidiarias fue la contratada el 21 de abril de 2015, cuando Pemex emitió bonos en los mercados internacionales bajo el programa de emisión de pagarés de mediano plazo serie C de 52 millones de dólares, por un monto total de 2 millones 250 mil euros en dos tramos: el primero por un monto de 1 millón 250 mil euros, un cupón de 2.75 por ciento con vencimiento en abril de 2027; y el segundo, por 1 millón de euros, un cupón de 1.875 por ciento, con vencimiento en abril de 2022.
Ni siquiera en diciembre se frenó esta práctica: el día 21, Pemex suscribió el contrato de una nueva línea bilateral revolvente por 3 millones 500 mil pesos, a 3 años y medio. Esta línea, describe la información de la petrolera, “reemplaza a su similar que venció el pasado 23 de diciembre de 2015” (sic).
Al 31 de diciembre de ese año, “Petróleos Mexicanos cuenta con líneas de crédito revolvente para manejo de liquidez hasta por 4 millones 500 mil dólares y 23 millones 500 mil pesos, de las cuales se encuentran disponibles 130 mil dólares y 9 millones 100 mil pesos, respectivamente”, indica.
Contralínea solicitó conocer la versión de Pemex sobre este endeudamiento multimillonario, por medio de Eduardo Marín Conde, titular del Área de Información y Prensa, y Luis Francisco Montaño, coordinador de Información; sin que al cierre de esta edición hayan respondido.
“Vemos que los años que [Emilio Lozoya] estuvo ahí [en la Dirección General de Pemex], jugó a Pemex como si fuera Wall Street: estaba en la bolsa de Corea, iba a España, igual corría a Argentina y vendía las acciones, y por lo que vemos todas las decisiones fueron erróneas”, señala la diputada Rocío Nahle.
A 78 años de la expropiación petrolera, la legisladora considera increíble que Pemex aún sea una empresa rentable. “Sólo Pemex es capaz de estar de pie ante lo que le han hecho en los últimos 20, 30 años. Han hecho de todo para acabarse a Pemex. Que no vengan a culpar a los trabajadores, porque los trabajadores son el recurso más valioso que tiene la empresa”.
Nahle García observa que “no hay voluntad política de este gobierno de levantar a Pemex. Hay voluntad de ir hacer negocio, hay voluntad de irse a llevar lo poco o lo mucho que queda de Pemex para negocios privados. Eso es lo que hay en el fondo en el gobierno de Enrique Peña Nieto”.
México tendrá crudo sólo para 10 años más
Petróleos Mexicanos (Pemex) no sólo se enfrenta a una crisis producto de la caída de los precios del petróleo en los mercados internacionales y los recortes multimillonarios a su presupuesto ordenados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sino que encara un nuevo problema derivado del estrepitoso agotamiento de sus reservas de hidrocarburos (probadas, probables y posibles), así como a la declinación de su principal campo de producción, Cantarell (ubicado en la Sonda de Campeche).
En 2026, según la Auditoría Superior de la Federación, se habrá agotado el potencial petrolero de México. De la auditoría de desempeño 14-6-47T4L-07-0287 practicada a Pemex Exploración y Producción se desprende que las reformas energéticas de 2008 y 2013 no repercutieron positivamente en los indicadores de los procesos de exploración y producción de petróleo crudo.
Respecto de la reforma de 2008, textualmente señala que “de 2009 a 2013, las reservas totales de petróleo crudo por descubrimientos disminuyeron 29.5 por ciento y las de gas natural se redujeron en 45.2 por ciento; la producción de petróleo registró un decremento de 3.1 por ciento, al pasar de 2 mil 601.5 a 2 mil 522.1 millones de barriles diarios, debido a la declinación natural de Cantarell y a los retos operativos para aumentar la producción en otros proyectos, y la de gas natural se contrajo en 13.1 por ciento, de 6 mil 534.3 a 5 mil 678.9 millones de pies cúbicos diarios”.
En 2014, la situación tampoco mejoró. Según los auditores, la incorporación de reservas probadas de petróleo crudo equivalente de 837.2 millones de barriles de petróleo crudo equivalente fue inferior en 52.8 por ciento a lo registrado en 2009.
Por este motivo, apunta el informe de fiscalización, se alcanzó una tasa de restitución de reservas probadas de 67.4 por ciento, la cual fue inferior en 36.9 puntos porcentuales respecto de 2012, año en que se restituyó más del ciento por ciento de las reservas.
Señala que al ritmo de explotación actual y en el caso de que no se incorporen reservas en los próximos años, las reservas probadas se agotarán en 10.1 años.
Estos resultados, indica la auditoría de desempeño, repercutieron en la producción de petróleo crudo y gas natural al obtener 2 mil 428.7 millones de barriles diarios y 5 mil 757.8 millones de pies cúbicos diarios, respectivamente, las cuales disminuyeron 9 y 16.8 por ciento respecto de 1992 y 2008, lo que influyó para que Pemex Exploración y Producción dejara de suministrar crudo superligero al Sistema Nacional de Refinación desde 2011.
El experto en análisis de reservas de hidrocarburos Fabio Barbosa indica, en entrevista, que la situación que enfrenta México en este tema es muy grave. “Hemos entrado a una etapa en la cual Pemex está terminando un ciclo entero de su existencia y se está achicando, empequeñeciendo, y está en una etapa difícil. Desde luego, por malos manejos que han existido desde siempre; por corrupción; porque los recursos que produce por la extracción y venta [de hidrocarburos] en el extranjero le son expropiados y se utilizan para financiar los gastos corrientes [del país] –el Ejército, las policías, la vigilancia de la ciudadanía–; pero, sobre todo, por el agotamiento geológico de la dotación mexicana, que hoy queda al descubierto con el desplome de los precios”.
No obstante, indica que esta situación de la caída de las reservas debe ser matizada. “Esto no quiere decir que México se queda sin petróleo: tiene ese petróleo en el subsuelo. En Chicontepec, las últimas investigaciones demuestran un gran potencial, no sólo en la formación así llamada, sino debajo del propio Chicontepec, en las formaciones del cretácico y del jurásico, que están vírgenes”.
El investigador en el Instituto de Investigaciones Económicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que Petróleos Mexicanos sí ha tenido recursos para explorar y los ha invertido. Desde el año 2000, la inversión en exploración petrolera se ha duplicado o triplicado, señala.
“Desde el tiempo del ingeniero [Raúl] Muñoz Leos ha habido una comprensión de la situación a la que se estaba acercando la dotación geológica de México y se inyectó mucho dinero [a la exploración].”
Agrega que, gracias a esas inversiones, se ha descubierto una nueva dotación geológica de este país. Y es por ello que hay dos nuevos campos gigantes: Ayatzil y Tsimin. Además de que se ha descubierto un enorme paquete de nuevos campos.
Barbosa Cano refiere que el problema con este último paquete de descubrimientos es que se trata de campos pequeños, difíciles, muy profundos, dispersos y, especialmente, que la dotación nueva es de crudos pesados, y en algunos casos de ultrapesados.
Por ello, indica, habrá petróleo para México y para Pemex, aunque ahora por la caída de precios los proyectos que tienen que ver con crudo pesado y ultrapesado se cancelen.
“Lo que estamos viendo en Petróleos Mexicanos es el drama de un organismo viejo que al llegar a esta etapa ha agotado los yacimientos más generosos; pero todavía tiene una dotación nueva, difícil, que inaugura otra etapa. No quiere decir que va a morir mañana. Pemex va a seguir existiendo.”
Nancy Flores, @nancy_contra
[BLOQUE: INVESTIGACIÓN][SECCIÓN: CAPITALES]
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Contralínea 480 / del 21 al 26 de Marzo, 2016