Imperan las irregularidades en el proceso de detención, procesamiento y reclusión contra 25 integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa la Parota (CECOP) por los hechos ocurridos en La Concepción el pasado 7 de enero de este año, denuncian familiares y defensores de los detenidos.
Señalaron que las autoridades no respetan los derechos humanos de los detenidos, pues viven en celdas que no cuentan con las condiciones necesarias para su reclusión, se les niega el acceso a actividades recreativas o laborales y cuentan con un acceso limitado de agua.
Del mismo modo, además de no atender su situación de salud, no tienen acceso puntual a medicamentos ni se les permiten seguir correctamente sus tratamientos médicos. Por otra parte, se obstaculiza la entrada de familiares al Centro de Regional de Reinserción Social de Acapulco (Cerereso).
Integrantes de Brigadas de Paz Internacionales (PBI por sus siglas en inglés) intentaron entrevistar a los 25 detenidos para que explicaran cómo fueron detenidos, el estado que guarda su proceso, así como las condiciones de su detención; sin embargo, autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Guerrero les impidieron el paso.
Víctor Hugo Sánchez Santos, encargado del Cereso, respondió por escrito que la petición estaba en trámite y que las autoridades superiores no habían resuelto nada. Justificó de manera verbal su negativa diciendo que necesitaba recibir una orden superior para dar el acceso y que además al ser un día de visita familiar se vulneraría la seguridad.
Para la organización internacional, el gobierno del estado continúa violando los derechos humanos de los 25 detenidos del CECOP al no permitir la visita sin permitirles ejercer sus derechos como personas privadas de la libertad.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, exhorta a las autoridades del estado de Guerrero para que en apego a los tratados internacionales y leyes nacionales vigentes en la materia se brinden condiciones de reclusión dignas para las personas privadas de su libertad.
Rodrigo Ek