La Corte fallará sobre amparo contra un campo de golf en Tepoztlán

La Corte fallará sobre amparo contra un campo de golf en Tepoztlán

Las comunidades de Tepoztlán, Morelos, han luchado desde hace 19 años para evitar que se construya un campo de golf en 280 hectáreas de tierras comunales, y piden que se les restituyan.

El proceso sigue en los asuntos pendientes de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y se espera que se resuelva en la sesión del próximo 19 de septiembre.

La lucha de los comuneros de Tepoztlán ha sido larga; aunque desde 1930 se les entregó y reconoció la propiedad de 2 mil 100 hectáreas del municipio para actividades comunales; en 1994 les quitaron parte de las tierras para la realización de un proyecto inmobiliario denominado “Club de Golf el Tepozteco”.

Tras casi 20 años de resistencia, Agustin Rojas Cuevas, presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Tepoztlán, explica en entrevista con Contralínea, que toda la comunidad sigue organizada para evitar la construcción del club de golf, y a pesar de que su lucha ha tenido como resultado muertes y emboscadas, siguen en alerta porque las tierras comunales deben ser utilizadas para el interés común.

El inicio del conflicto

De acuerdo con el amparo directo 40/2017 de la SCJN, el origen del conflicto comenzó en los años sesenta, cuando el entonces jefe del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización declaró que el territorio sería excluido de la superficie comunal de Tepoztlán, bajo el argumento de que había encontrado derechos de posesión y propiedades particulares en los predios.

Sin embargo, las consecuencias de la decisión fueron evidentes hasta 1994, cuando el notario público 2 del primer distrito judicial en Morelos, Hugo Salgado Castañeda, estableció un contrato de fideicomiso para el desarrollo del club de gol, con las empresas Pirámide y Convento S.A de C.V, la Promotora Inmobiliaria S.A de C.V y Bancomer.

 “A la comunidad le quieren aplicar una decisión de los sesenta que nunca se concretó, y quieren violar nuestros derechos constitucionales que se establecieron en 1929”, señala Agustín Rojas Cuevas.

Ante la invasión del proyecto inmobiliario, el 18 de noviembre de 1999  Francisco Almazán Verazaluce, Lorenzo Piedra Cedillo e Ignacio Cortés Salazar, miembros del  Comisariado de Bienes Comunales de Tepoztlán, presentaron una denuncia en contra de las empresas y los funcionarios que anularon y cancelaron las escrituras que comprobaban que el territorio era comunal y pedían la restitución de los predios.

El conflicto comunal

Desde la primera denuncia, el caso ha pasado por diversos tribunales. A pesar de que el 26 de abril de 2001 el Tribunal Unitario Agrario decretó que se debían anular los contratos y ordenó a José Antonio Zorrilla Ducloux, representante de  Pirámide y Convento S.A de C.V, regresar los predios a la comunidad;  el magistrado consideró que se encontraba imposibilitado para detener el desarrollo inmobiliario del “Club de Golf  el Tepozteco”.

A pesar de que en diversas demandas los tribunales han emitido fallo a favor de los comuneros, aún no existe una resolución. “Se ha alargado el procedimiento debido a que la empresa se ha amparado en contra de las resoluciones de la comunidad”, afirma el presidente del Comisariado.

Cabe destacar que quien había solicitado los amparos es el representante legal de Pirámide y Conventos de S.A de C.V. Así, el amparo directo 40/2017 concluye que protege al empresario y que son infundadas las demandas de los comuneros. “Creemos que la impartición de justicia no nos están favoreciendo, porque han actuado en  contra de la comunidad”, lamenta Agustín Rojas.

Aunque el caso tendrá resolución en los próximos días, el presidente del Comisariado de Bienes Comunales afirma que en caso de un fallo en su contra, seguirán organizándose para evitar que las tierras sean tomadas por la empresa.

 “Las tierras por naturaleza pertenecen al núcleo agrario de la comunidad de Tepoztlán […], son tierras vírgenes que nunca han sido tocadas y se siguen conservando por los pobladores”, finaliza Agustín Rojas.

Berenice Santos