En el contexto del conflicto magisterial, el presidente López Obrador aseguró que, de ser necesario, propondría la abrogación total de la reforma de Peña, para “dejar las cosas como estaban antes”. Esto abre la puerta al retorno de los talleres en las secundarias técnicas del país y sería la inminente cancelación de los clubes de estudio
Molesta, Rocío Benítez, una estudiante de tercer grado de secundaria, cuenta que en este ciclo escolar tuvo que escoger entre los clubes de estudio oficinas virtuales, industria de la moda y educando tu cartera, luego de haber cursado el taller técnico de industria textil por 2 años consecutivos.
En total, 1 millón 820 mil 794 estudiantes de secundarias técnicas fueron afectados por la imposición de tajo de los clubes de estudio, según estadísticas del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Y es que en este ciclo escolar 2018-2019, y como parte del Nuevo Modelo Educativo derivado de la reforma que impulsó el gobierno de Enrique Peña Nieto, estas instituciones fueron obligadas a sustituir los talleres por clubes.
Según la Secretaría de Educación Pública (SEP), estos últimos son un conjunto de recursos pedagógicos y didácticos que tienen como propósito facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje sobre un tema. La finalidad, asegura, es hacer frente a los desafíos del siglo XXI, y que los alumnos continúen sus estudios.
Pero los talleres que daban razón de ser a las secundarias técnicas podrían reactivarse en el próximo ciclo escolar 2019-2020, si el presidente Andrés Manuel López Obrador cumple su promesa de abrogar totalmente la reforma educativa.
El pasado 8 de abril, el mandatario mexicano afirmó: “Voy a cumplir mi palabra. Si se llega por el camino del diálogo a un acuerdo [sobre la nueva reforma educativa], extraordinario; si no, voy a proponer la cancelación, voy a cuidar bien cómo estaba la política educativa antes de la reforma que llevaron a cabo, la mal llamada reforma educativa, y voy a dejar las cosas como estaban, es decir, como funcionan los amparos nada más que retroactivo: que se quede tal cual”.
Regresar a la política educativca previa a la reforma de Peña Nieto significa la inminente cancelación de esos clubes de estudio. Pero para Rocío Benítez esa decisión ya no la beneficiará, pues está por terminar su formación secundaria.
En entrevista, la adolescente explica que optó por un club que se pareciera a su antiguo taller: ahora cursa industria de la moda, donde aprende a diseñar almohadas y a fabricar mochilas con ropa que ya no usa, para luego venderlas a sus compañeros de otros grados.
Los clubes no funcionan, “son un desastre” porque son multigrado –mezclan alumnos de los tres grados–; esto “es una dificultad muy grande para trabajar”, afirma Karen Quintero, profesora de matemáticas de la Escuela Secundaria Técnica número 38 de la Ciudad de México.
De acuerdo con la Base de datos de indicadores educativos Ciudad de México 2017, elaborada por el INEE, a nivel nacional hay 39 mil 265 escuelas secundarias; de éstas, 4 mil 711 tienen formación técnica. Aquí en la capital, hay 243 con este tipo de formación técnica profesional.
En el actual ciclo escolar, el cambio afectó a los alumnos de segundo y tercer grados, ya que ellos empezaron a cursar un taller técnico uno o dos ciclos escolares antes. Pero ahora, de concretarse el retorno al modelo educativo anterior, será la nueva generación de este mismo ciclo la que sufrirá repercusiones, porque inició su formnación lejos de los talleres técnicos.
Al respecto, la docente Karen Quintero opina que los talleres deberían de volver, porque proporcionaban conocimientos a los alumnos que probablemente les serían útiles más adelante: ya sea en su vida personal, académica o laboral.
Según la Guía para la implementación del componente autonomía curricular. Fase cero –publicado por la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) de la capital–, antes de instrumentar el Nuevo Modelo Educativo se realizó una prueba piloto. Para ello se escogió una muestra de 316 secundarias a nivel nacional y sólo 46 fueron técnicas. Una de éstas fue la Secundaria Técnica 38.
El programa piloto se realizó como una escuela de verano para que los adolescentes tuvieran conocimiento de la nueva forma de trabajo. La única diferencia es que en esta fase los profesores de todas las asignaturas dieron un club.
Posteriormente, la institución educativa fue evaluada mediante los resultados del examen aplicado por la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior, para saber qué tipo de clubes se iban a aplicar. La Secundaria Técnica 38 quedó en nivel uno, que es reforzamiento de español, matemáticas y ciencias, explica la académica Karen Quintero.
De acuerdo con la Guía de la SEC, de manera individual, las escuelas son las que definieron sus propios clubes con base en intereses y necesidades de sus estudiantes, no de los directivos o docentes. En ningún momento se especifica si al término de este ciclo habrá una evaluación, como sucedió en el programa piloto.
No todos los clubes son gratuitos
Antes de iniciar el presente ciclo escolar, y como todas las escuelas del nivel básico, las secundarias técnicas podían acceder al portal de propuestas de clubes de autonomía curricular de la SEP, donde están disponibles los catálogos.
En total, son 79 ofertas educativas de este tipo y se dividen en cinco categorías: 26 son de ampliación de la formación académica; 16 para potenciar el desarrollo personal y social; 24 corresponden a nuevos contenidos relevantes; nueve de conocimientos regionales, y cuatro de proyectos de impacto social.
“El Nuevo Modelo Educativo tiene que estar encaminado a satisfacer necesidades prioritarias del alumno. Cada una de las escuelas logra definir sus clubes en función de las habilidades y las destrezas de los maestros porque no tenemos especialistas. Ese es el verdadero problema”, explica Romeo Damián Hernández, director de la Escuela Secundaria Federal 120, Tenochtitlán.
Otro problema al que se enfrentan las secundarias técnicas es que no todos los clubes son gratuitos ni fueron elaborados por la Secretaría de Educación. Sólo 45 son de uso libre y del portal se pueden descargar los programas, materiales didácticos y las capacitaciones pueden ser con un manual o en línea.
Los 34 restantes tienen costo porque fueron hechos por 16 instituciones privadas, entre las que se encuentran empresas, asociaciones y editoriales, como Editorial Santillana, Trillas, Microbotix.
En caso de que la escuela no pueda generar sus propios programas para los clubes, se tendrían que contratar oferentes. “¿Quiénes son los oferentes? Son los privados: una institución privada. Y, ¿quién la va a pagar? El alumno, el padre de familia, eso significa privatizar. […] Es decir, la escuela tendría que cubrir sus propios costos”, señala el director Hernández.
Al respecto, María de los Ángeles Durán, del Departamento de Planes y Programas de Asignaturas Tecnológicas de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM), afirma que los clubes que tienen costo fueron realizados por instituciones privadas y no se aplicaron este ciclo escolar. No obstante, esta investigación periodística demostró lo contrario (ver: https://bit.ly/2XhCIYF ).
“Cuando esto empieza a salir, todo mundo preguntamos el cómo, cuánto les van a dar a las escuelas para que puedan pagar esto. En el momento en el que se empieza la fase cero del pilotaje, […] los cursos que salen son completamente gratuitos y todos vienen con los materiales descargables tanto para docentes como para niños. Aquí en la Ciudad de México, en las secundarias técnicas, ya no entraron estos clubes que eran de iniciativas privadas”, asegura la funcionaria.
A la fecha, el portal de la SEP oferta esos clubes privados con los contactos de las empresas, asociaciones y fundaciones a las que se tienen que contactar las escuelas para adquirir sus servicios.
“Somos como los hijos privilegiados”, dice María de los Ángeles Durán, pues la autonomía curricular permite a los profesores impartir el club que diseñaron, y así poner en práctica los conocimientos y habilidades en las que son especialistas.
El directivo Romeo Hernández explica que ante el problema de los costos y de que no todos los maestros tienen los conocimientos para dar los clubes que se encuentran en el catálogo, en su escuela hubo profesores que se encargaron de elaborar sus propios planes de estudio.
Capacitación de los profesores
Nohemí Pérez, subdirectora de superación y actualización de personal de la Dirección General de Escuelas Secundarias Técnicas –que depende de la AEFCM–, indica que la capacitación a profesores de clubes estuvo a cargo de la Dirección General Innovación y Fortalecimiento Académico. “Se hicieron una serie de talleres presenciales y en línea”.
Por su parte, Jorge Meza Zamudio, jefe de Departamento de Planeación y Programación de la AEFCM, reconoce que la institución no tuvo influencia alguna en la planeación de la capacitación a profesores de clubes.
No obstante, el portal de la Dirección General de Planeación, Programación y Evaluación Educativa de la AEFCM señala al respecto que dentro de sus funciones se encuentra “desarrollar y coordinar las acciones para la planeación, programación y evaluación educativa de los servicios de educación inicial, básica en todas sus modalidades (…) para la formación de maestros de educación básica en el ámbito de la Ciudad México”.
El futuro del Nuevo Modelo Educativo
Desde su triunfo en las elecciones de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que cancelaría la reforma educativa “porque vamos a hacer un acuerdo con maestros y con padres de familia para llevar a cabo una auténtica, una verdadera reforma educativa y mejorar la calidad de la educación en nuestro país.”.
Ahora, ante el conflicto magisterial que se desató por las discusiones legislativas en torno a la nueva reforma, ha dicho que de ser necesario se derogarán los cambios hechos en el sexenio pasado para que el modelo sea el anterior.
De suceder la cancelación, los clubes de estudio deberían desaparecer de facto, y los talleres reactivados en las escuelas secundarias técnicas de todo el país.
Por ejemplo, en la secundaria número 58 se volvería a impartir el taller de carpintería e industria de la madera, en el cual estaba inscrito Mateo Rodríguez, quien actualmente cursa el tercer grado. Para él ya no habría ningún impacto positivo, porque este ciclo acaba su formación. Su madre Rosalía Guzmán no sólo critica esa situación, sino que añade con los clubes gastó mucho más: casi 800 pesos sólo en materiales para el club de pintura.
María de los Ángeles Durán reconoce que “esta reforma educativa no vino con ningún presupuesto: las escuelas no tuvieron presupuesto para habilitar, por ejemplo, un taller de robótica. No vino con esos recursos y es algo que creo que se fue de las manos por estar planeando el ámbito de la autonomía curricular”.
Entre los estudiantes y los padres de familia, hasta ahora, sólo hay incertidumbre: los futuros cambios en la secundaria técnica dependen del consenso que se alcance o no con la disidencia magisterial, sin tomar en cuenta la opinión de los alumnos y sus tutores.
Autonomía curricular
El Componente Autonomía Curricular, según la Secretaría de Educación Pública, otorga facultades a las escuelas para decidir y elegir propuestas curriculares; así como reorganizar a los estudiantes por habilidad o interés, a partir de su consulta, sin importar que sean de distintos grados.
Así, se establecieron cinco posibles ámbitos –y sus respectivos clubes– para ejercer dicha autonomía:
1. Ampliar de la formación académica: estrategias de aprendizaje; técnicas de estudio; conversación en inglés; lectura y discusión de libros informativos; sociedad de debates sobre dilemas éticos.
2. Potenciar el desarrollo personal y social: estilos de vida saludables; danza contemporánea; teatro escolar; convivencia escolar; deportes en equipo; orquestas escolares.
3. Nuevos contenidos relevantes: educación financiera; robótica; programación; iniciativa y emprendimiento; retos del mundo actual.
4. Conocimientos regionales: patrimonio cultural y natural; lenguas originarias; microhistoria; educación ambiental contextualizada; tradiciones culinarias.
5. Proyectos de impacto social: cuidado de la salud; huertos y elaboración de composta; herbolaria; cuidados básicos de los animales domésticos; y potabilización del agua.
Horacio Alvarado Sánchez, Tania Aseneth Álvarez Hernández, Rafael Cruz Trejo, Luis Enrique García Leger, Diana Pamela Sánchez Campos
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