A poco más de un año de la tragedia de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, las autoridades de Tamaulipas han intensificado la vigilancia en las estancias infantiles lo que ha servido para descubrir una preocupante realidad: estos espacios pueden ser trampas mortales
Nadia Irene González Guzmán
Matamoros, Tamaulipas
Al menos 31 menores acudían para ser “cuidados” a una casa de interés social que operaba como guardería o centro asistencial. Sin embargo cada uno de ellos estaba en un riesgo inminente, porque las instalaciones tenían un deficiente cableado eléctrico carecía de rutas de evacuación definidas, equipo para extinguir incendios y los listados de los padres era confuso, lo que dificultaba llamarlos en caso de emergencia.
Lo más peligroso es que los niños estaban bajo la vigilancia de personal sin capacidad para actuar en caso de una contingencia, en su mayoría jovencitas sin dominio del protocolo de emergencia.
La guardería “Bambi”, localizada en el Fraccionamiento Hacienda del Puente, tiene operando más de dos años y hasta antes de una denuncia realizada en el Programa Radiofónico “Controversia” de W1420 A.M., no se había considerado de riesgo.
Protección Civil municipal realizó la clausura del lugar el pasado 9 de julio, sin embargo otras guarderías en condiciones similares siguen operando en esta frontera. Una de ellas es “Mis angelitos”, se localiza en la calle Quintana Roo y Papantla, del Fraccionamiento Valle Alto, que al igual que “Bambi” sólo cuenta con un acceso, que funciona como salida y un deficiente sistema de ventilación.
Una de las estancias con una mayor población infantil en la actualidad es “Arcoiris” localizada en avenida de los Ayuntamientos No. 159 y Periférico de la colonia Los Sauces.
La citada estancia brinda su servicio de lunes a viernes de las 5:30 a las 22:00 horas y los sábados de 6:00 a 16:00 horas.
Al solicitar información sobre el servicio de las 8:00 a las 17:00 horas, 60 minutos después de su cierre oficial, se informó que sí se tiene disponibilidad y el cobro es de 300 pesos por los días laborales y 80 pesos los sábados, incluyendo alimentos.
óscar Javier de la Cerda Maltos, coordinador de Protección Civil en Matamoros, asegura que tiene un registro de 22 guarderías, entre las aprobadas por SEDESOL y las denominadas “Solidaridad”, las cuales no poseen las ventajas de la infraestructura con la que cuentan las 16 que están bajo operatividad normada por el Instituto Mexicano del Seguro Social, además de tres privadas.
La falta de atención de quienes autorizaron estos centro de cuidado de niños es uno sólo de los problemas, porque las madres de familia que trabajan y no poseen el servicio de guardería del IMSS o ISSSTE, se ven obligadas a dejar a sus hijos en estos sitios, aún observando que no son adecuados y en algunos casos notablemente inseguros.
NOTABLE HACINAMIENTO
La estancia infantil “Bambi”, como la mayoría de las establecidas en los fraccionamientos y colonias de interés social, son muy reducidas en espacio, pues las medidas del inmueble no llegan a superar los cien metros cuadrados.
La capacidad de tales viviendas está considerada para ser habitadas, cada una de ellas, por una familia de cuatro o cinco integrantes como máximo.
Pero la población infantil a la que brindan el servicio acude desde las primeras semanas de vida hasta un rango de edad que sólo es definido por criterio y no de acuerdo a lo normado en cuanto a la operatividad de tales sitios.
Cada una de las guarderías autorizadas por Sedesol tiene por lo menos 30 niños como su población diaria, la mayoría de ellos menores de cuatro años. Sin embargo, el rango de edad tope es variado, pues “Arcoiris” acepta niños de seis y ocho años, siempre que sean hermanos de otro más pequeño que esté bajo sus cuidados
Mientras que la guardería que opera en la esquina de las calles de Jesús Elías Piña y Agapito González de la colonia Sección 16, que no luce rotulado el nombre o razón social, tiene niños de cinco años, que ya son del rango de edad de asistir a un Jardín de niños,
Otro de los factores que contraviene la seguridad de los niños son los cambios en la estructura del inmueble, como lo es el derribar un muro que, en caso de no hacerse de manera adecuada, pone en riesgo la integridad del edificio.
BAJO RIESGO “NECESARIO”
óscar Javier de la Cerda Maltos, coordinador de Protección Civil, indicó que los trabajos de revisión de estos sitios son periódicos, pero esta labor se facilita con la denuncia de la población, en caso de una irregularidad.
“Naturalmente que estamos acudiendo a las estancias infantiles, pero casi siempre cuando nos alertan es cuando podemos actuar, pues de otro modo cuando saben que iremos a revisarlas ocultan en lo mayor posible las irregularidades mientras nos restringen el acceso escudados en que exponen a los niños a la presencia de extraños, sin la previa autorización de sus padres”, dijo.
Atribuyó que algunas estancias operan con evidentes faltas al reglamento, primero porque los padres tienen necesidad de dejar a sus hijos en algún lugar mientras trabajan y se aprovechan de esta necesidad y luego por la comodidad del horario.
Aún así – agregó – los padres deben de ser responsables al dejar a sus pequeños en un sitio en el que se supone deben cuidarlos, pues deben pensarlo dos veces cuando saben que por el número de niños el personal puede desatenderlos, por citar un ejemplo.
Madres de familia que llevan a sus hijos a la estancia infantil “Arcoiris” coincidieron en que acudieron ahí por recomendación de otras madres.
Una de ellas aceptó que es derechohabiente al IMSS y cuenta con el servicio de guardería para su hijo, sólo disponible de lunes a viernes, aún cuando trabaja el sábado hasta tarde.
“No tengo con quien dejar a mi niño, sólo lo traigo los sábados, me lo cuidan bien y pues yo estoy más tranquila de que esté aquí a que se quede en la casa”, dijo.
A pregunta expresa de si conocía las instalaciones, admitió no sólo no conocerlas sino que cuando acude por el niño se lo entregan sin el protocolo de la guardería a la que asiste el resto de la semana.
“En su guardería del IMSS me piden la ropa que debe llevar, pañales y artículos de higiene y cuando voy por mi niño debo firmar su salida y leer los reportes del día, la cantidad de alimento que ingirió y si tuvo alguna observación por parte de quienes lo cuidan, no se si porque tiene más confianza, aquí no nos hacen firmar nada”, refirió.
De la Cerda Maltos admitió que es preocupante es que muchas estancias no cuentan con el personal adecuado para cuidar a los infantes y en caso de que un menor requiera atención por una urgencia médica, difícilmente quienes lo cuidan sabrían actuar competentemente.
REGLAS CONFUSAS
Creadas para apoyar a madres trabajadoras, “Estancias Infantiles” es un programa que apoya por igual a las madres que trabajan, buscan empleo o estudian y a los padres solos con hijos o niños bajo su cuidado entre uno y hasta 3 años 11 meses de edad (un día antes de cumplir los 4 años).
Establece que además se brindará el servicio a menores entre uno y hasta 5 años 11 meses de edad (un día antes de cumplir los 6 años) en caso de niños o niñas con alguna discapacidad, que viven en hogares con ingresos mensuales de hasta 1.5 salarios mínimos, es decir de bajos recursos.
Mientras las Asistencias Infantiles son autorizadas por la SeEDESOL, quien además debe hacer supervisones periódicas, es Protección Civil quien hace recorridos y detecta fallas.
Recientemente actuó a razón a la detección de áreas de riesgo en la guardería “Bambi” y se clausuró el inmueble hasta que se cubran las anomalías detectadas, situación que compete a Área de Jurídico del Ayuntamiento.
Desde la inspección se le dio un plazo de 15 días hábiles para inconformarse o reparar anomalías de lo contrario la clausura puede extenderse por tiempo indefinido.
“En el caso de ‘Bambi’ entregamos tras la inspección las especificaciones técnicas y jurídicas del municipio, se dejó el apercibimiento que incluyen la clausura permanente de no haber correcciones y desde luego sanciones económicas fijadas por jurídico”, reveló el coordinador de Protección Civil.
Por su parte, el subdirector de Protección Civil, Francisco Cervantes, dijo que las estancias infantiles están reguladas por el Sistema de Seguridad para los Inmuebles Públicos, Privados y Sociales, en su Capítulo XV y el Artículo 59 del Reglamento de Protección Civil para Matamoros.
En ambos lineamientos -aseguró- se establece que centros de reunión, escuelas, hospitales y otros edificios públicos deben de contar con un dictamen de seguridad y riesgo emitido por dicha coordinación, debiendo adecuar su equipo contra incendios, además de señalamientos que incluyen la perfecta ubicación de ruta de evacuación, punto de reunión y aditamentos como botiquín, que debe usarse en caso de emergencia en tanto llegan cuerpos de auxilio.
Indicó que recientemente se programaron simulacros en varias guarderías y la mayoría de las afiliadas al IMSS e ISSSTE cumplen con estas acciones año con año, e incluso capacitan permanentemente a su personal. De igual modo la coordinación con tres centros privados es permanente y óptima y los simulacros en tales casos son dos veces por año a solicitud de sus responsables.
“Entrenan a su personal y estos saben como actuar en caso de una emergencia, como sacar a los niños del lugar de un modo seguro y donde mantenerlos concentrados hasta que pase la contingencia”, mencionó.
De la Cerda Maltos expresó que el pasado 21 de junio se inspeccionó y se realizó un simulacro en la guardería del IMSS que opera en la avenida Lauro Villar con resultados favorables.
De igual modo se acudió a la guardería vecinal comunitaria del Parque Industrial y la guardería “Solidaridad” de la colonia Sección 16.
Mientras tanto, la guardería “Bambi” sigue cerrada, por lo que la mayoría de las madres de familia que ahí acuden mostraron descontento.
“El reglamento municipal nos faculta la clausura, pero aún así parece que los padres de familia consideran que se exagera al medir los riesgos. Protección Civil está obligada a actuar no hacerlo tiene consecuencias lamentable como lo demuestra la experiencia de tragedias en otros estados”, afirmó óscar Javier de la Cerda.
Agregó que si bien la responsabilidad es compartida entre las autoridades de todos los niveles, el supervisar el actuar de estos centros asistenciales para niños es algo que incluye a todos y en lo que tanto instituciones como padres de familia deben ser solidariamente responsables.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
Para Jesús López, quien posee más de 10 años de experiencia en la labor de inspecciones de inmuebles públicos, los aspectos más importantes son los siguientes:
1.- Ruta de evacuación definida, debidamente marcada en piso, paredes y techo.
2.- Punto de reunión debidamente especificado a fin de que el personal valore si se tiene completo el número de niños concentrados tras una alarma activada y la evacuación del inmueble.
3.- Extintores Co2 o polvo químico seco, especial para usarse en caso de incendios en área cerrada, pues cualquier otro contamina el área y puede causar asfixia en niños.
4.- Detectores de humo individuales, o en el caso de las guarderías los más adecuados son los afiliados a un sistema de alarma monitoreado cada 24 horas por una compañía privada.
5.- Puertas de salida de emergencia identificadas, conocidas como “de pánico” con un sistema que abre de dentro hacia fuera con sólo empujarlas, o de manija con la misma dirección de apertura.
Aseguró que la normatividad facilita el trabajo de inspección e instrucción, pero sobretodo evita riesgos, que en caso de los niños son de enorme sensibilidad para la sociedad.
De la Cerda Maltos puntualiza que cualquier persona que quiere poner un negocio debe acudir a Protección Civil para que se le proporcionen las especificaciones técnicas, y en el caso de las estancias brindar capacitación al personal sobre el combate de incendios, primeros auxilios, búsqueda y rescate y evacuación.
“Si incumplen vamos a actuar, no podemos ceder si se trata de niños, estamos obligados a ser muy cuidadosos, aún y cuando no sea agradable para los padres buscar alternativas, es mejor que revaloren si es necesario correr riesgos o no”, finalizó.