“Si me voy, sería un rajón”
Tras salir ileso de un tercer atentado en su contra, el alcalde de García, Nuevo León, Jaime Rodríguez, asegura que seguirá en su puesto y pide apoyo al gobernador Rodrigo Medina de la Cruz
Erick Muñiz / Monterrey, Nuevo León
La noche del martes 29 de marzo, después de sufrir el segundo atentado contra su vida en menos de un mes –y tercero desde que es alcalde de García–, Jaime Rodríguez Calderón reflexionó sobre los dos caminos que tenía enfrente: refugiarse en la seguridad del anonimato de la vida civil o mantenerse en el cargo y arriesgar su vida.
La decisión no fue sencilla. Le costó lágrimas y angustia porque tanto el 25 de febrero como ese martes de marzo sobrevivió a una lluvia de balas gracias al blindaje de una camioneta que le prestó un amigo empresario, pero mientras en el primer ataque sólo hubo bajas de parte de los agresores, en el segundo murió uno de sus escoltas y otro resultó herido.
Pensó en su familia. En su hija, Valentina, y decidió que no se dejaría amedrentar por la ola de violencia que azota al país y que en Nuevo León se ha intensificado, como lo demuestran los dos atentados y el asesinato de quien fuera su secretario de Seguridad Pública en el municipio de García.
“Me acordé de Valentina, mi hija, y dije: si me voy seré un rajón, y si me quedo estoy arriesgando mi vida… decidí, evidentemente, la noche de anoche seguirle… le voy a seguir…”.
Jaime Rodríguez es ingeniero agrónomo egresado de la UANL, con 54 años de edad y formado en la vida rural y en el sector campesino del PRI, partido por el que fue diputado federal en 1992, legislador local en 1997; dirigente estatal priista en Nuevo León y miembro del Comité Ejecutivo Nacional.
Es el prototipo del norteño, con su hablar golpeado y su gusto por las botas y el sombrero. También es franco en la charla y lo demuestra cuando, durante la entrevista, la voz se le quiebra y los ojos se le enrojecen al explicar que seguirá al frente del Ayuntamiento de García.
“Sé que… perdón.. sé que mi decisión afecta a mi familia… lo sé, y sé que mi familia está… anoche lloré, es cierto. Y ahorita me dan ganas de hacerlo y no por maricón o llorón, pero me gana (conmueve) la cara de mi hija, me ganó el llanto de la esposa de Matías (el escolta que perdió la vida), tiene un niño de un año y se fue por mí… se fue por mí…”.
La guayabera blanca contrasta con la piel morena. El andar erguido y el lenguaje sencillo han sido características de Jaime Rodríguez desde que al inicio de los años 80 empezó a trabajar en el servicio público de Nuevo León, como director de Obras Públicas del municipio de Galeana, en el sur del Estado.
Ahora va saliendo de una reunión con el gabinete de Seguridad, habló con el gobernador, Rodrigo Medina, y pidió acciones más expeditas y efectivas para combatir la delincuencia. A pesar de la carga que lleva sobre los hombros, luce de buen talante.
“Pues mira compadre, muchos de mis cercanos colaboradores y amigos me dicen que me retire, que no vale la pena, que estamos perdiendo y yo no creo eso. Creo que vale la pena, creo que nuestra ciudad merece que hagamos el trabajo y creo que podemos sacar adelante nuestras ciudades.
“A mí me toca García, esa es mi chamba, mi pedacito y eso vine a hablar con el gobernador y el gabinete de seguridad; es eso precisamente, que quiero que tengamos acciones conjuntas y podamos lograr salir adelante, porque si lo logramos en García lo podemos lograr en muchas partes”, dijo Rodríguez Calderón.
Se pronunció por acciones rápidas: “Pues mira, si ocho (sus escoltas) le dieron batería a 40 (sus agresores), creo que se puede vencer la inseguridad. Si tomamos las acciones rápido, si lo hacemos, tendremos resultados pronto, creo que se puede”.
Acerca de la posibilidad de otra agresión, estimó que como autoridad debe esperar ese tipo de situaciones.
“Siempre está uno esperando eso, como autoridad tenemos el riesgo de ser agredidos, y ahora me ha tocado a mí. Yo he dicho que en el caso de García las agresiones han sido contra la autoridad y si yo no lo fuera (alcalde) a lo mejor no me pasaba nada. Las autoridades tenemos riesgos y evidentemente los tenemos que afrontar”.
Vencer el miedo
En el primer atentado que sufrió, el 25 de febrero, el alcalde de García dijo a los medios que sintió mucho miedo “y si no me hice pipí en los pantalones fue porque no había tomado agua esa mañana”.
Sin embargo, insiste en que el camino es el trabajo en equipo, de parte de las autoridades el combate a los delincuentes y de la ciudadanía la denuncia. Y la tarea conjunta es vencer el miedo.
“Yo convoco a la ciudadanía a que no tengamos miedo, que venzamos el miedo, que ayudemos a la autoridad, que denunciemos, que estemos todos pendientes, que logremos erradicar este mal que nos hace daño.
“Yo estoy muy muy muy satisfecho de los ciudadanos de García, porque gracias a que ellos están con nosotros tenemos una policía que funciona, que es un ejemplo. También tenemos una participación de los ciudadanos denunciando las cosas que suceden y por eso es la agresión, porque la autoridad está evidentemente trabajando para que la gente pueda tener un poco de tranquilidad.
“En García no ha habido balaceras más que contra Jaime Rodríguez y es porque hemos estado trabajando”, señaló el edil, quien la noche del martes 29, luego del atentado en su contra, aseguró que las autoridades municipales han estado deteniendo a narcomenudistas y eso ha provocado los ataques contra su persona.
Durante la sesión mensual de Cabildo se rindió un homenaje a Agustín Sánchez Matías, el escolta que falleció en su defensa, y el munícipe aseguró que la esposa y el hijo del militar tendrán todo su apoyo.
“Voy a verlos (a la familia de su escolta)… Agustín Matías, yo lo conozco por Matías “El Suave”, así le decían mis hijos. Un hombre muy serio, merece un lugar allá donde está (dice mirando al cielo) porque nos… ¿qué le puedo decir?…”, explica ya con voz entrecortada Rodríguez Calderón.
Por lo pronto recibió del Gobierno del Estado, en préstamo, otra camioneta blindada porque la que le prestó su amigo empresario “ya quedó bien peloteada”, comentó el edil, quien aseguró que su otra demanda, la de contar con armas largas para su cuerpo policiaco, también se va a cumplir.
No quiso hablar de otros temas para no darle ventajas a la delincuencia, como la posibilidad de un cuartel militar en García o la identidad de quienes buscan matarlo, de quienes sólo dijo: “Ya sé quiénes son, y tan bien lo sé que por eso me estoy cuidando”.
Finalmente, responde de forma directa cuando se le pregunta si ha pensado en renunciar: “¿Renunciar? Nunca, es algo que lo dije en la mañana ¿a dónde me voy? No hay lugar para mí en ninguna parte que no sea García”.