La ASF determina que la Secretaría de Relaciones Exteriores falló en “la conservación de límites territoriales, aprovechamiento de las aguas de los ríos internacionales y saneamiento fronterizo” en la línea divisoria internacional del sur. Sin embargo, el órgano fiscalizador concluye que, de manera general, la SRE “cumplió con las disposiciones normativas”
El Informe de resultados de la revisión y fiscalización de la cuenta pública 2007, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), revela “debilidades en los procesos de planeación, programación y presupuestacion” en torno al cumplimiento de los tratados de límites que México mantiene con Guatemala y Belice. Aun así, ese órgano fiscalizador estima que en términos generales y respecto de la muestra que fiscalizó de 16 mil 462 pesos –de un universo de 156 mil 198 pesos–, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Sección Mexicana de las comisiones internacionales de límites y aguas México-Guatemala y México-Belice, así como la Comisión Nacional del Agua (Conagua) “cumplieron con las disposiciones normativas aplicables”.
En conjunto, la ASF emitió 12 observaciones que corresponden a ocho recomendaciones y siete a recomendaciones al desempeño. Este informe –producto de la auditoría de desempeño 568 que la ASF llevó a cabo en 2007– salió a la luz el 12 de marzo de 2009.
Dos meses antes, el 27 de enero, el gobierno del presidente guatemalteco, Álvaro Colom, desplegó a 5 mil elementos del ejército de su país en Quiché, Alta Verapaz e Izabal, en la frontera con México.
La medida, explicó el vocero militar Juan Francisco Lorenca Gomar, fue por la escalada de violencia del narcotráfico en los departamentos fronterizos que colindan con el sur de México a lo largo de 949 kilómetros.
También, la auditoría verificó el cumplimiento del Tratado sobre Límites con Honduras Británica (Belice) a partir del canje de notas que dio origen a la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Belice, y dos actas firmadas con ese país, sin incluir las actas 1 y 2 firmadas entre ambos países el 16 de enero de 1998, porque el programa de trabajo establecido en esa acta “no estuvo vigente en 2007”. La fiscalización evidencia que la SRE no ha formulado un tratado de límites con Belice como Estado independiente.
El 28 de junio de 2005 Vicente Fox realizó una visita oficial a ese país con miras a avanzar en la creación de un tratado de límites territoriales entre ambos Estados. Ahí también anunció la creación de un grupo de alto nivel sobre seguridad fronteriza y analizó la ampliación del único cruce en la frontera común. No obstante, el dictamen de la ASF subraya el fracaso del proyecto limítrofe.
Fronteras difíciles
La frontera sur de México se extiende a lo largo de 1 mil 225.6 kilómetros.
Con Guatemala comparte una frontera terrestre de 959.6 kilómetros conforme al Tratado de Límites entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Guatemala signado en 1882.
A cambio, México recibió casi 27 mil 949 kilómetros cuadrados y cedió cerca de 3 mil 105 kilómetros cuadrados.
Aunque el 17 de julio de 1990 se firmó el Tratado para Fortalecer la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Guatemala –que cambió a Comisión Internacional de Límites y Aguas–, se promulgó hasta el 5 de marzo de 2003. El 22 de septiembre de 2004 se recomendó que ambos gobiernos dividieran los trabajos para conservar la brecha fronteriza terrestre y el 26 de septiembre se emitió el acta para determinar los límites históricos “de divagación e inundación” del río internacional Suchiate.
El tema del agua ya se había discutido tiempo atrás. En la Reunión Internacional de Ingenieros de México y Guatemala, efectuada en 1961, se propuso formar una comisión internacional para estudiar, vigilar y atender “algunos problemas” de límites terrestres y aguas internacionales entre ambos países.
Con Belice, la frontera de México se extiende por 266 kilómetros según el Tratado sobre Límites entre México y Honduras Británica, firmado el 8 de julio de 1893 con Gran Bretaña e Irlanda.
El 7 de abril de 1897 se agregó una convención que garantiza “a perpetuidad” la libertad de navegar sin restricción por Boca Bacalar Chico y todas las aguas territoriales inglesas en la bahía de Chetumal.
Sin embargo, los límites establecidos desde 1893 entre Honduras Británica y México continuaron vigentes hasta 2007, por lo que el 18 de noviembre de 1993 en el acta final de la II Reunión Binacional México-Belice se acordó la conveniencia de suscribir un nuevo tratado limítrofe, pues Belice ya era un Estado independiente.
El 15 de abril de 1991 se suscribió el acuerdo bilateral que dio origen a la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Belice. En 2007, la Sección Mexicana de las comisiones internacionales de límites y aguas de México-Guatemala y México-Belice formuló nueve indicadores para evaluar el cumplimiento de los compromisos que establecían los tratados suscritos.
Resultados parciales
Respecto de los asuntos relacionados con los límites entre México y Guatemala, así como de los límites fluviales entre ambos Estados, la ASF no emitió ninguna observación, aunque apunta que en el tramo de 26.2 kilómetros de la frontera fluvial del Río Suchiate, después de su trayecto por Muxbal y la confluencia del Río Cabuz, predominan materiales fragmentarios en su desembocadura que hacen “divagante” su ruta y se presentan continuas modificaciones.
Esto se agudizó en octubre de 2005 con el huracán Stan, y permanentemente sufre de “movilidad” por la actividad del volcán Tacaná.
El resultado dos del informe de la ASF comenta que al revisar la información que porporcionó la Conagua se verificó que formuló el indicador “Atención de asuntos internacionales” y que se cumplió en 192.9 por ciento por parte de la Gerencia de Cuencas Transfronterizas, “ya que atendió 27 asuntos internacionales en lugar de los 14 programados”.
Según el órgano fiscalizador, “se constató que los 27 asuntos internacionales atendidos en 2007 estuvieron relacionados con las aguas de los ríos internacionales que comparte México con Guatemala y Belice”. Es decir, ocho relativos al estudio y diagnóstico del Río Hondo, cuatro para el Río Suchiate, tres para las cuencas transfronterizas; tres para el tratado de aguas con Guatemala, tres para el aprovechamiento de las aguas de los ríos internacionales con Guatemala, tres para la toma clandestina de agua; dos para los puertos y servicios fronterizos y uno para la calidad de ese recurso.
Sin embargo, se determinó que ese indicador “no permite medir el cumplimiento del objetivo” que establece el Programa Nacional Hídrico 2007- 2012, de promover el manejo integrado y sustentable del agua en cuencas y acuíferos en la frontera sur. Con ello, concluye la ASF, se incumple el artículo 6 del decreto aprobatorio del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, y recomienda a Conagua que instruya a quien corresponda para que “se definan indicadores de desempeño que permitan evaluar el cumplimiento del objetivo del Programa Nacional Hídrico 2007-2012”.
Respecto del cumplimiento de los tratados limítrofes con Belice, la ASF determinó que “al revisar el tratado no se establecieron compromisos para el trazado, señalización y conservación de los límites entre ambos países”. Señala que de acuerdo con la cartografía elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y tras realizar una visita de campo en distintos puntos determinó que “la frontera terrestre entre México y Belice no está completamente definida ni demarcada en el terreno” y que la línea fronteriza aún no está señalizada ni se realizan trabajos de conservación de la brecha fronteriza, “en virtud de que no existe un tratado en el que se establezcan estos compromisos”.
Esto ocurre a pesar de que en 1993, durante la II Reunión de la Comisión Binacional México-Belice, se coincidió en la conveniencia de iniciar trabajos para suscribir un nuevo tratado de límites binacional. Esa intención se reiteró durante las tres reuniones de esa comisión en sus ediciones del 23 de noviembre de 1995, del 16 de enero de 1998 y del 28 de enero de 2005.
En 2006, las delegaciones mexicana y beliceña presentaron cinco propuestas de trazo de la línea divisoria. Sólo quedó por definir la posición de la bahía de Chetumal de parte de Belice.
En 2007, refiere la ASF, no hubo acciones para suscribir el tratado de límites, “debido a que no se recibió respuesta” a la propuesta mexicana. El órgano fiscalizador verificó que la Comisión Binacional de Límites y Aguas México-Guatemala y México-Belice incluyó nuevamente su “compromiso de continuar con las reuniones técnicas con el gobierno de Belice para determinar la línea divisoria internacional entre ambos países”.
Por ello, recomienda a la SRE “instruya a quien corresponda para que la Subsecretaría para América Latina y el Caribe”, en coordinación con la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas México-Guatemala y México-Belice, “continúe con las acciones necesarias para la suscripción” del tratado respectivo.
También, el informe concluye que en 2007 no se programaron acciones para la conservación de límites territoriales, aprovechamiento de las aguas de los ríos internacionales y saneamiento fronterizo. Por tal motivo, recomendó que la Sección Mexicana instruya para que “se incluyan en el programa anual de trabajo”, de esa comisión, las acciones en cumplimiento al canje de notas del 6 de julio de 1993 suscrito por México y Belice.
Agua desaprovechada
En el resultado 13, observación uno, referente a avances en la suscripción de aguas entre México y Guatemala, del informe de la ASF, indica que, conforme al acta II, suscrita el 7 de diciembre de 2007, ambos gobiernos coincidieron en la necesidad de avanzar en la negociación de un instrumento internacional que regule de manera definitiva el uso, aprovechamiento y distribución de aguas entre México y Guatemala.
Sin embargo, la ASF verificó que la Sección Mexicana “no incorporó en su programa anual de trabajo de 2007 acciones para la suscripción de ese tratado”.
En ese punto, el órgano regulador explica ampliamente el contenido de varios oficios que explican las razones de esa omisión y recomienda que la Sección Mexicana incluya en su programa anual de trabajo “las acciones tendentes a determinar las bases técnicas para suscribir” el tratado correspondiente.
Con relación al aprovechamiento de las aguas de los ríos internacionales de la frontera entre México y Belice la ASF no emitió observación. Explica que “constató” que el 27 de noviembre de 2007 Conagua entregó a la Sección Mexicana el Diagnóstico para el manejo sustentable del agua en la cuenca internacional del Río Hondo, México-Belice al año 2025, que realizaron técnicos de ambos países.
Sin embargo, sí observó falta de “evidencia documental” que sustente que la Sección Mexicana entregó a la Conagua las mediciones de las estaciones hidroclimatológicas que operan en los ríos internacionales. No obstante, la ASF encontró que desde el 21 de junio de 1999 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Pesca –actualmente Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales– y la SRE suscribieron un convenio para entregar, provisionalmente, a la cancillería la operación de las estaciones hidroclimatológicas en el Río Hondo y el Arroyo Azul.
Como la Sección Mexicana informó a la ASF que “no es posible estimar el plazo” en el que Conagua concluirá con la entrega definitiva de esas instalaciones, “sin explicar los motivos que originan esa imposibilidad”, el órgano fiscalizador recomienda que la Sección Mexicana instruya a quien corresponda “para que se establezcan los mecanismos que le permitan disponer de la información hidroclimatológica” de las estaciones en los ríos internacionales de la frontera sur.
Finalmente, respecto del saneamiento fronterizo con Guatemala y Belice –previsto en el artículo 5, inciso h, del Tratado para Fortalecer la Comisión Internacional de Límites y Aguas, del 17 de julio de 1990, que firmaron los gobiernos de México y Guatemala–, la ASF observa que en 2007 “la Sección Mexicana no programó acciones relacionadas con la solución de los problemas fronterizos de saneamiento y no acreditó que hubiera realizado estudios sobre la calidad de las aguas ni sobre la determinación de las normas de calidad que deban regir”. La ASF recomienda a la Sección Mexicana que establezca acciones para atender los problemas de saneamiento que corresponden a la frontera sur.
Por otra parte, el informe de la ASF se refiere al hecho de que la Sección Mexicana tiene sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y no en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo, “en virtud de que el comisionado correspondiente también funge como comisionado ante la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Guatemala”. Esto incumple el numeral tres, del canje de notas diplomáticas, respectivo del 6 de julio de 1993, por lo que la ASF recomienda a la SRE que promueva el establecimiento de la Sección Mexicana como indican las citadas notas.
La ASF fiscalizó en su eficacia, competencia, eficiencia y economía a entidades que realizan acciones conjuntas en las fronteras de México con Guatemala y Belice: la Dirección General para América Latina y el Caribe, de la SRE, así como la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas México-Guatemala y México-Belice que también rinde cuentas a la cancillería; además de la Gerencia de Cuencas Transfronterizas de la Conagua.
A este respecto, el informe de la ASF concluye que en 2007 la Sección Mexicana “no contó con la figura de asesor jurídico”, lo que incumple el artículo 4 del Tratado para Fortalecer la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Por lo tanto, recomienda a la SRE que instruya a quien corresponda para que se realicen las gestiones necesarias para que esa Sección Mexicana “cuente con la figura de asesor jurídico”.
Fuente: Semanario Contralínea 127 / Año 7 / 19 de abril de 2009