Los políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) son lo mismo, acusó el presidente Andrés Manuel López Obrador. La única diferencia, dijo, es que los primeros son corruptos cínicos, mientras que los segundos son corruptos hipócritas que se dan baños de pureza, aunque son muy ladrones y rateros.
“La única doctrina de la derecha es la hipocresía. Son muy hipócritas, doble discurso, doble moral y muy corruptos, mucho muy ambiciosos: los vuelve locos el dinero. Muy corruptos, muy rateros los conservadores, casi todos. Y muy autoritarios. Tres cosas: ladrones, fachos –es decir, autoritarios– e hipócritas”, señaló el primer mandatario en su conferencia matutina desde Palacio Nacional.
Al respecto, afirmó que en el pasado los panistas sí engañaban a la gente de que eran distintos a los priístas, pero ahora, dijo, ya no. De su época de lucha como líder de la izquierda, recordó: “Nos tocó estar informando plaza por plaza en todo el país para que la gente internalizara que el PRI y el PAN eran lo mismo, porque muchos pensaban que eran distintos; ahora ya pues todos lo saben. Pero hubo un tiempo en que se pensaba que eran distintos, y nosotros decíamos: ‘miren, la única diferencia que puede haber es la que hay entre la Coca-Cola y la Pepsi Cola. Y decíamos otras cosas: la diferencia es que los priístas –y no todos, desde luego– son corruptos cínicos”.
El presidente de la República citó el caso del ya fallecido líder sindical Fidel Velázquez [aunque no lo identificó por su nombre], quien decía: ‘soy charro, ¿y qué?’ En cambio, señaló, “los panistas –no todos también– se dan baños de pureza: corruptos hipócritas. Unos [los priístas] corruptos cínicos y los otros [panistas] corruptos hipócritas”.
Acerca de los conservadores del PAN, López Obrador criticó que son muy ladrones y rateros, “pero eso sí, a misa todos los domingos, y ‘por mi culpa y por mi culpa y por mi grande culpa’ [en ese momento, el titular del Ejecutivo federal se golpeó tres veces el pecho, como se suele hacer en las celebraciones religiosas de la Iglesia Católica], y a confesar para dejar el marcador en cero y comulgar, y volver otra vez a pecar, y el domingo de nuevo a confesar para dejar otra vez en cero el marcador”.