Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) “pueden haber violado sistemáticamente los principios de distinción, proporcionalidad, y de precaución […] en el curso de los ataques en Gaza desde el 7 de octubre de 2023”, reveló la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en un informe publicado el 19 de junio pasado.
El reporte documentó seis “incidentes emblemáticos”, entre octubre y diciembre de 2023, donde se usaron bombas guiadas por sistemas de GPS, las cuales son “municiones extremadamente grandes y pesadas que pueden ser transportadas por aire para atravesar varios pisos de concreto”. La GBU-31 (Guide Bomb Units) pesa 907 kilos, de los cuales 429 kilos son netamente explosivos. La GBU-32 pesa 453 kilos con 202 kilos de explosivos.
El pasado 13 de junio, el Ministerio de Salud de Gaza informó que había 37 mil 232 personas palestinas asesinadas junto con más de 85 mil lesionadas, así como cientos de enterrados en las edificaciones destruidas. Anteriormente, el 3 de mayo, mencionaron que 3 mil 129 familias habían sido asesinadas juntas.
Tras estos eventos, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos indicó que hay fuerte evidencia de que las Fuerzas de Defensa Israelíes “han fallado sistemáticamente” en cumplir con los principios fundamentales de la ley humanitaria internacional en su forma de conducir sus hostilidades en Gaza. En especial, se apuntan posibles violaciones a: “el principio de distinción, la prohibición de ataques indiscriminados, el principio de proporcionalidad” y el de precauciones en ataques.
Así pasó el 9 de octubre, cuando “explosiones masivas ocurrieron en el [más grande] campo de refugiados [y mercado] Jabalya”, en un área densamente poblada. “Destruyeron edificios de varios pisos y dañaron severamente muchos edificios alrededor”. En dicho ataque fueron asesinadas 42 personas, “incluyendo 14 niños y una mujer”, después recibieron información de 18 muertes adicionales. Este lugar fue víctima de otro ataque el 31 de octubre, cuando las fuerzas israelíes destruyeron 10 estructuras. La ACNUDH “verificó 56 personas asesinadas”, y luego otras 43.
El 25 de octubre, muchas explosiones devastaron edificios residenciales en Al Yarmouk, Ciudad de Gaza, incluida la Torre Taj3 –de siete pisos- en un área de 5 mil 700 metros cuadrados. La Oficina del Alto Comisionado “ha verificado que 105 personas fueron asesinadas, incluyendo 32 mujeres y 47 niños”, equivalentes al 75 por ciento de los decesos, a los que se sumaron siete posteriormente. Fueron usadas municiones GBU-31 en este evento.
En ambos se violó el principio de proporcionalidad, el cual indica que “cada ataque de las partes del conflicto debe ser proporcionado”, ya que los ataques desproporcionados, añade el informe, pueden causar pérdida de vidas civiles. La “violación intencional de este principio es un crimen de guerra”.
La escuela Al Buraq, en la Ciudad de Gaza, recibió otros impactos el 10 de noviembre mientras “algunas personas internamente desplazadas se encontraban aparentemente refugiadas dentro de la escuela”. Fueron asesinadas al menos 34 personas y destruidas dos secciones del lugar. FDI dijeron que el ataque dio a un integrante de Hamás que se escondía en el centro educativo supuestamente junto con otros más.
Sesenta personas más fueron asesinadas el 2 de diciembre, cuando Israel bombardeó el área de Ash Ahujai’yeh, “una de las zonas residenciales más densamente pobladas en Gaza”, describe el informe. Además, fueron destruidos 15 edificios y dañados otros 14. El tamaño del daño y el cráter “indica que fueron usadas aproximadamente nueve GBU-31”. Por su parte, las FDI indicaron que mataron a Wissam Farhat, un comandante de Al Qassam, pero no mencionaron “algún otro objetivo o palestino armado asesinado en el incidente”.
El informe indica que “estos aparentes ataques desproporcionados están entre cientos de naturaleza militar”. Agrega que “los cuales parecen haber sido cometidos como parte de un patrón de ataques en meses” y no respetaron el principio de proporcionalidad. Así como no lo hicieron con el de precauciones en ataques, pues sus armas, métodos y planeación no minimizaron las bajas y daños. La ACNUDH “no documentó alguna publicación de advertencia efectiva o de otra manera”, además del 2 de diciembre, pues la del 13 de octubre no lo fue.
Respecto al principio de distinción, dice que las partes “deben distinguir entre civiles y combatientes, y entre objetivos civiles y objetivos militares”. Las tácticas tienen que estar verificadas en potenciales objetivos civiles y militares, y la presunción “debe ser que personas y objetivos son civiles en caso de duda”. ACNUDH catalogó que Israel violó el principio de distinción en sus bombardeos del 9 y 25 de octubre, del 2 de noviembre y del 3 de diciembre.
Los bombardeos del 31 de octubre, 10 de noviembre y 2 de diciembre son ejemplo de violaciones al principio de precaución al atacar. Las municiones explosivas usadas por Israel “no pueden ser dirigidas a objetivos militares específicos en áreas densamente pobladas de Gaza, y los efectos no pueden ser limitados, resultando en objetivos militares, civiles y objetivos civiles siendo impactados sin distinción”.
“Tales violaciones deben cesar inmediatamente”, advierte la Oficina del Alto Comisionado, que además llama a Israel a garantizar investigaciones de los incidentes retomados en el reporte, “y hacer públicos los resultados […] asegurando el derecho de todas las víctimas a la verdad, justicia y reparación”, ya que no ha habido claridad desde esos meses.