¿La zimapanización de Tula?

¿La zimapanización de Tula?

Parece que no se ha aprendido, ya que se siguen planeando los grandes proyectos ocultando información al pueblo y se siguen viendo sólo desde el punto de vista económico, olvidando el medio ambiente y una mejor calidad de vida a la gente.


Esa sensación dejan los promotores de que la nueva refinería se construya en Tula. Se ha dicho que se invertirán 9 mil millones de dólares en su construcción y equipamiento; que generará, en su primera fase, entre 41 y 48 mil 300 empleos directos y de 1 mil a mil 400 permanentes, una vez terminada su construcción, estimada dentro de seis años.

Esto implica que el manifiesto de impacto ambiental que presente la paraestatal tendrá que ser integral para la región, que contemple a la refinería que ya funciona, a la termoeléctrica y a las empresas cementeras, requisito casi imposible de cumplir, pero que de no hacerlo no dejará contentas a las organizaciones ecologistas y a los habitantes del lugar.

Por eso se debe cumplir, si no se quiere que el proyecto se frustre como en los casos del confinamiento que se pretendía construir en Champantongo, el Club de Golf de Real del Monte, el confinamiento en Zimapán y la zona de tolerancia en Zempoala. Pero además se debe pensar en la gente, en cómo se mejorara la calidad de vida de los habitantes de la región a donde se va a edificar, pero sobre todo incluirla en el proyecto.

La iniciativa presentada por Miguel Ángel Osorio Chong, incluye endeudamiento por 1 mil 500 millones de pesos, que serán utilizados para el pago de las 700 hectáreas de tierra que se donarán a Petróleos Mexicanos, se encontraba en manos del Congreso local.

Evitando así debatir sobre el asunto, argumentando que se agoto el absurdo plazo fijado por Felipe Calderón, dejando para después los temas ecológico y el de la deuda pública, aunque con esta decisión se comprometa el futuro y la vida de gran parte de los hidalguenses y lo más lamentable, no discutirlo en este momento pone en riesgo al mismo proyecto.

Respecto al tema económico, al 31 de diciembre de 2008, la deuda del Estado ascendió a 2 mil 450 millones de pesos, por su servicio se pagaron 210 millones 651 mil pesos durante ese año, casi el equivalente al presupuesto para seguridad pública ejercido en ese mismo periodo, 247 millones 931 mil pesos.

Con este nuevo empréstito, para finales de agosto el estado de Hidalgo tendrá una deuda pública directa acumulada de 3 mil 950 millones, cifra bastante elevada si se considera que la entidad depende de los ingresos federales; cuenta con un elevado y creciente nivel de pasivos no bancarios (deudas por concepto de energía y pensiones, por ejemplo); un alto grado de marginación y una elevada demanda de infraestructura social en las zonas rurales, lo que podría complicar su cumplimiento.

Pero además, ha sido del dominio público que las tierras se les van a pagar a los ejidatarios en un máximo de 120 pesos el metro cuadrado, lo que significaría una erogación de 840 millones de pesos por las 700 hectáreas, por lo que se hace necesario que se aclare el porqué se piden 1 mil 500 millones y qué destino tendrán 660 millones de pesos restantes.

Debatir públicamente en estos momentos estos y otros temas, como por ejemplo el crecimiento urbano de esa zona, evitaría volver a tropezar con la misma piedra, enconos innecesarios y utilizar a las fuerzas policiacas en contra de la gente de bien, porque no se debe perder de vista que hay muchos intereses económicos y políticos que desean que la refinería no se construya en Tula ni en México. Evitemos zimapanizar a Tula.3

[email protected]