Los brujos del poder, el ocultismo en la polÃtica mexicana del periodista José Gil Olmos, reportero de la revista Proceso, se ha convertido en un tÃtulo de gran éxito en las librerÃas del paÃs. El trabajo de Olmos, un acucioso investigador especializado en temas sociales, aborda uno de los temas más controversiales de la realidad mexicana: los polÃticos y su fanatismo y relación con representantes de todo tipo de creencias y religiones que buscan imponer órdenes superiores a las relaciones humanas.
La polÃtica en Los brujos del poder aparece más grotesca y bizarra de lo que por sà nos tienen acostumbrados en México. Sólo toma en cuenta esta variable en la actuación e influencia de personajes como oscuros y confusos como Marta Sahagún, Elba Esther Gordillo, los Salinas de Gortari y el mismo Vicente Fox, de quienes se explican extravagancias pero sobre todo excesos. Brujos, chamanes, espiritistas, santeros y hasta seguidores de Los Mayas están allÃ, entre los lÃderes sindicales, los lÃderes del Congreso, los secretarios de Estado y en las mismas oficinas secretas de la residencia oficial de Los Pinos.
Entre la clase polÃtica mexicana se da como un hecho que los lÃderes de camarillas y grupos de poder no sólo deben tener buenos contactos terrenales, sino contar con apoyos extras del más allá y hasta espirituales.
En ese contexto de cultos paganos y adoraciones religiosas, resulta también revelador el trabajo del reportero investigador Zósimo Camacho, “Cisen, el retorno de los brujosâ€, publicado en el último número de la revista ContralÃnea, en donde da cuenta de cómo, ante el fracaso de los gobiernos panistas, regresan varios de los más destacados representantes de las policÃas secretas y represivas del viejo priÃsmo, a quienes se les identifica en los cÃrculos de poder simplemente como “Los Brujosâ€. Se trata de polÃticos, policÃas y militares como Jorge Carillo Olea, el general Mario Arturo Acosta Chaparro y Jorge Tello Peón.
No es un asunto menor la revelación hecha en la más reciente edición de la revista ContralÃnea, si se toma en cuenta que quién controle los órganos de inteligencia, sin duda, tendrá el control de las elecciones para la Presidencia en 2012.
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Confirman regresa del general Acosta Chaparro
La crisis que hay en los órganos policiales federales y su infiltración por bandas del narcotráfico al más alto nivel –se menciona que de un momento a otro se hará pública la renuncia el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora–, ha llevado al Ejército a reintegrar al servicio a viejos generales que sirvieron con eficacia a Los Pinos en las décadas de los 60, 70 y 80, cuando la guerra sucia desapareció a decenas de guerrilleros, luchadores sociales y opositores al régimen priÃsta.
A finales del año pasado comentamos en este espacio que en el colmo de la desesperación del actual gobierno que no logra legitimarse, ha recurrido al “reciclaje†de personajes acusados de crÃmenes de lesa humanidad que se cometieron, a nombre del Estado mexicano y por órdenes presidenciales, durante las décadas de 1960, 1970 y principios de 1980.
De ese lúgubre periodo, no sólo se desconoce el número exacto de las cientos de vÃctimas desaparecidas o asesinadas, sino que los visibles responsables nunca fueron condenados por sus actos. Una prueba de ello fue el enorme gasto de la fiscalÃa (Especial para Movimientos Sociales y PolÃticos del Pasado, dependiente de la ProcuradurÃa General de la República) creada durante el gobierno de Vicente Fox para atender esos delitos y que jamás pudo llevar a prisión a los responsables, a pesar de que habÃa señalamientos concretos en contra de un expresidente Luis EcheverrÃa y varios miembros de su gabinete, asà como de exjefes policiales.
En medio de esa desesperación presidencial encubierta por la corrupción que envuelve a todos los órganos del gobierno federal, ha vuelto a la escena el general Mario Arturo Acosta Chaparro, quien apenas fue puesto en libertad exonerado de todo cargo después de más de seis años de reclusión en cárceles militares, acusado de vÃnculos con el narcotráfico y de ser actor principal en la guerra sucia, cuyo objetivo principal fue erradicar el descontento social por medio del asesinato y la desaparición forzada, incluso de niños, mujeres y ancianos.
Compañero de escuela del actual secretario de la Defensa Nacional, Acosta Chaparro ha sido invitado para integrar un grupo de inteligencia desde las oficinas de la SecretarÃa de Seguridad Pública, en donde despacha Genaro GarcÃa Luna, para “poner orden†en el sureste del paÃs; sin embargo, la invitación fue rechazada por el viejo general, quien decidió junto con su amigo y excompañero de escuela trabajar en áreas de inteligencia de la Defensa, con el propósito de “limpiar al paÃs†y reducir la criminalidad que han colocado a México en el contexto internacional como uno de los paÃses más peligrosos del mundo.
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Cisen, el retorno de los brujos
En la investigación periodÃstica del reportero de ContralÃnea, Zósimo Camacho, explica que ha iniciado el “reacomodo†de facciones al interior del organismo de inteligencia civil mexicano, el Cisen, y que ante el fracaso de los “mercadólogos†panistas, “retornan los brujos†del priÃsmo. Dos camarillas –la de Carrillo Olea y la de Manlio Fabio Beltrones– han comprendido que “quien controle los servicios de inteligencia ganará las elecciones de 2012â€.
El reportero expone que en la disputa por la Presidencia de la República inició en la constreñida elite de inteligencia, en donde dos grupos priistas libran una batalla al interior de los organismos de seguridad nacional para acomodar sus piezas rumbo a las elecciones de 2012.
La anunciada “reestructuración†al interior del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) es en realidad un “reacomodo†de las facciones predominantes “con miras a la restauración del priismoâ€, según considera el doctor Guillermo Garduño, especialista en seguridad nacional y expositor en el Colegio de la Defensa Nacional y en el propio Cisen, quien fue entrevistado por Zósimo Camacho.
De acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, de los siete grupos que operan “de manera paralela†a la estructura formal del Centro, dos mantienen una disputa por el control del organismo civil de inteligencia y contrainteligencia del Estado mexicano: el que encabeza Jorge Carrillo Olea y el de Manlio Fabio Beltrones. Cualquiera de las fracciones que gane preparará el advenimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de nueva cuenta a la Presidencia de la República. “Estos grupos conocen el tipo de información que necesitó la hegemonÃa priistaâ€, dice.
Y es que, asegura, la restauración del priismo está en marcha. Considera que la disputa por la Presidencia se está dando desde ahora al interior del Cisen. Los priistas se aglutinarán en torno al grupo que controle los servicios de inteligencia. Agrega que los “cuadros†panistas encajados en el Cisen desde inicios del foxismo fueron fácilmente desplazados y han perdido el control operativo.
“Lo que contemplamos es una doble estructura. Por un lado, la estructura de inteligencia propiamente dicha que prepara el retorno de los brujos y el retorno al pasado. Y la otra, la formal, que bien podrÃa llamarse –dice, irónico– área de estudios de opinión de la Presidenciaâ€.
A decir del doctor en sociologÃa con especialidad en seguridad nacional, la elite de inteligencia civil está dividida en siete grupos. Cinco de ellos están “muy acotados†o “sin ninguna oportunidad de reproducirse ni moverseâ€. Y los dos restantes son los “realmente vivosâ€, que desde el Centro preparan el regreso del priismo.
“Y el regreso de Jorge Tello Peón a la polÃtica nacional (como asesor del presidente en materia de seguridad nacional) muestra la nueva era que ya se está contemplando. Con el retorno de los brujos se señala que hay nuevas necesidades de información.â€
Jorge Luis Sierra, posgraduado en polÃtica y economÃa de la defensa por la Universidad de la Defensa Nacional en Washington, señala en entrevista con Zósimo Camacho que actualmente se vive una reestructuración del sistema de seguridad nacional, como la que tuvo lugar en 1994.
El investigador, quien ha sido consultor de The Washington Office on Latin America, considera que la reorganización obedece a que “el sistema de inteligencia mexicano fue prácticamente desmantelado, pues salieron sus cuadros más profesionales; además, se politizó su mando y llegaron directores que tienen una experiencia mÃnima en el manejo de los recursos de inteligenciaâ€.
AsÃ, la reestructuración podrÃa devenir en una “reprofesionalización†del Centro. Sin embargo, Garduño insiste: al interior del Cisen existen siete grupos visibles y actuantes; dos de ellos, los más fuertes, se disputan la Presidencia de la República desde ahora y en las esferas de inteligencia.
El primer grupo estarÃa encabezado por el coronel Jorge Carrillo Olea, quien se encargó de concluir el periodo de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y fundar el Cisen, del cual fue su primer director. Aunque de manera formal controló el Centro por un periodo menor a dos años (del 1 de diciembre de 1988 al 15 de octubre de 1990), su influencia al interior del órgano desconcentrado de la SecretarÃa de Gobernación (Segob) se extendió por casi 10 años más: dos de las cuatro direcciones posteriores a la suya estuvieron a cargo de sus “alumnosâ€.
Carrillo Olea llegó a la DFS, y posteriormente al Cisen, luego de haberse licenciado en administración militar en la Escuela Superior de Guerra, y de adquirir el grado de coronel de infanterÃa y ser jefe de la Sección Segunda (el área de inteligencia) del Estado Mayor Presidencial (EMP).
“Esta fracción –señala Garduño– incluso terminó gobernando Morelosâ€. El propio Carrillo Olea serÃa el gobernador del estado, pero no terminó su mandato, pues tuvo que renunciar presionado por sectores sociales que lo acusaron de proteger a bandas de secuestradores.
El grupo de inteligencia que encabeza el coronel Carrillo Olea –el hombre que protegió a Luis EcheverrÃa en Ciudad Universitaria en 1975 cuando grupos de estudiantes que consideraron una burla la visita del presidente le lanzaron piedras y lo descalabraron– ahora vuelve a la palestra a través de su alumno más destacado: Jorge Enrique Tello Peón.
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