La contrarreforma energética

De concretarse la reprivatización y extranjerización petrolera y eléctrica, Estados Unidos y las fuerzas reaccionarias “mexicanas” habrán logrado una de sus mayores victorias de la historia reciente sobre los intereses nacionales. Los medios de comunicación ya se aprestan a celebrar el golpe al país.

El primer informe de Peña Nieto

El próximo 1 de septiembre, el presidente Peña Nieto hará públicos los resultados de su primer año de gobierno: el alza en las tasas de la pobreza y la violencia, el colapso del mercado interno y la nula generación de empleos. Una hipótesis perversa podría explicar la situación: inducir una austeridad fiscal deliberada para que la consecuente recesión doblegue y obligue a la población a aceptar la reprivatización energética, ante el temor de perder su empleo y el agravamiento de sus necesidades sociales

La pobreza, la miseria y las falacias “rigurosamente técnicas”

Pobres “moderados”, “extremos”, “alimentarios”, en “capacidades y patrimonio”, “carentes sociales”, en “ingresos inferiores al mínimo” y en “bienestar”… toda una parafernalia de términos para ocultar una realidad: el 80 por ciento de mexicanos vive en la miseria. Sin un plan económico y social que se diferencie al de los últimos 5 sexenios, el gobierno de Peña Nieto verá cómo el número de pobres se incrementa mes con mes

México, en el harén de Estados Unidos

La administración federal, lejos de restablecer la soberanía entregada a Estados Unidos por las administraciones panistas, baja la cabeza ante las evidencias del espionaje y la intromisión estadunidenses ejercidas contra México. Servidores públicos no sólo habrían conspirado contra la privacidad de los mexicanos, sino también lo habrían hecho empresas como Telmex, Telcel, Nextel, Telefónica, Unefon, Iusacell, Cisco y Prodigy. ¿Algún día se sabrá de la responsabilidad empresarial y política?

Reforma financiera: el premio a la banca usurera

Los señuelos para aprobar la reforma financiera –más y mejores créditos para las familias y las empresas– nunca podrán alcanzarse, pues dos de las condiciones requeridas están canceladas con el actual modelo económico neoliberal: la intervención del Estado y la igualdad de circunstancias de los competidores en el mercado