El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, dio a conocer la desarticulación de una red de contrabando de textiles, que ya había causado un daño al fisco de 1 mil 500 millones de pesos.
Desde agosto de 2012, Oficio de Papel documentó que en el país “operaba una red muy bien articulada que opera en México, Estados Unidos, China y Corea, dedicada a contrabandear productos textiles fabricados en esos países asiáticos y que son introducidos a México de manera ilegal vía Estados Unidos, en donde se elaboran facturas y certificados de origen falsos para eludir el pago de los impuestos correspondientes”.
En aquella investigación habían participado agentes especiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (Inmigration and Customs Enforcement, ICE) estadunidense, asignados al Grupo de Fraude Comercial en Laredo, Texas, y, por la parte mexicana, agentes de la Administración Central de Investigación Aduanera, del Servicio de Administración Tributaria y de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Fiscales, adscrita a la Procuraduría General de la República.
Dos meses después, Contralínea daba cuenta de que en Estados Unidos ya habían sido condenados dos empresarios por estos hechos, sin que en México se realizara ninguna captura. Entre las actividades ilícitas se encontraban la emisión de facturas y certificados de origen falsos.
Por considerarlos del interés de los lectores, Contralínea ponea su disposición los textos relacionados con el tema:
Red de contrabando de textiles
Impune, contrabando textil en México
Hacienda y PGR, omisas en contrabando textil
Contrabando técnico de textiles: un expediente abierto