Periodistas exiliados en su propio país
Son muchas las violencias que sufren los mexicanos: la violencia de la pobreza, del desempleo, del hambre, de la pavorosa inseguridad que ha convertido al país en un cementerio de fosas comunes, cárceles (en lugar de escuelas) y exiliados dentro y fuera del territorio; porque las delincuencias ya se apoderaron del territorio, dispersas como enclaves […]
Peñismo y Excélsior violan libertades de escribir y publicar
En la retaguardia del calderonismo, ya inició de facto el sexenio peñista. El mexiquense está montado en su triunfo dudoso, debido a las transas de Soriana, Monex, Scotiabank y los tres depósitos de Eruviel Ávila Villegas, desgobernador del Estado de México, que a través de su secretario de Finanzas acaba de reconocer que “hicieron tres depósitos millonarios a particulares, […] donde el particular Marcos González Pak apareció como beneficiario de 50 millones de pesos […]; los otros dos depósitos se realizaron después de la elección del 1 de julio, pero el funcionario no especificó monto ni nombre o nombres de los beneficiarios” (Reforma, 7 de septiembre de 2012).
¿Y el mecanismo de protección a periodistas?
Los dos sexenios panistas (aunque no de todos los militantes de Acción Nacional, desfundado por foxistas y calderonistas) políticamente fueron un fracaso como alternancia. Y es que resultaron más y peor de lo mismo. En consecuencia, tampoco hubo transición a más democracia, ya que han dejado menos democracia representativa y combatieron a la democracia directa, es decir, la que se manifiesta en las protestas, combatieron huelgas, críticas y derecho de petición tratando de acotar el derecho a reunirse y asociarse pacíficamente para tomar parte en los asuntos políticos del país; y desoyeron las protestas contra actos de autoridad.
Calderón se lleva entre las patas, al menos, a 74 periodistas
Durante el foxismo y el calderonismo aumentó la criminalidad de la delincuencia organizada contra la desorganizada estrategia policiaca y militar del ultraderechista Calderón, que en un conteo oficial cosecha más de 100 mil homicidios, pero son muchos más los asesinados y enterrados en fosas comunes; entre los cuales no menos de 70 periodistas fueron privados de la vida en el cumplimiento de su deber en el contexto de las libertades constitucionales para escribir, publicar y difundir información y opiniones.
Fiscalía-PGR, contra los periodistas
A los gobernantes les repatea que existan los periodistas. Y más que en la Constitución y sus leyes reglamentarias, incluyendo las respectivas de los derechos humanos, se mantenga la libertad de expresión como una conquista política, para que los mexicanos tengan cómo manifestar sus opiniones. No se acaba de publicar una información y comentario con crítica sobre atentados, secuestros y homicidios de periodistas, cuando en Morelia, Michoacán, el comunicador e investigador Edgardo Morales –quien acaba de presentar su libro Palabra de caballero, donde se narra la historia de Los Caballeros Templarios– declaró: “Soy objeto de persecuciones y amenazas del gobierno federal y sus policías y soldados, al grado de que me tuve que cambiar de Apatzingán, con todo y mi familia”, como recogió la información el reportero-corresponsal Ernesto Martínez Elorriaga (La Jornada, 23 de julio de 2012).