I. Hace 3 años circula una nueva –por así decirlo– biografía del estadista, apenas comprable con José María Morelos y Pavón: Benito Juárez García. Indígena mexicano, nacido en Oaxaca y calidad política universal; comparable (vida paralela, siguiendo a Plutarco en Vidas Paralelas), a Abraham Lincoln. Dos gigantes del republicanismo-democrático desde Atenas hasta hoy que fueron piedra de toque de la modernidad creadora del imperio de la ley en sus respectivas Constituciones de 1774 y 1857, para implantar los derechos y garantías para el ejercicio del liberalismo político. Así, Autobiografía, contiene desde: Apuntes para mis hijos como cuanto Juárez escribió en torno a sus presidencias sustentadas en las facultades extraordinarias de los Congresos, para estar al frente ante la invasión francesa y los residuos de lo que él llamó: “Santa Anna, que es ya un cadáver político”. En casi 1 mil páginas está su autobiografía, y la biografía basada en la documentación que registra su trayectoria y férrea voluntad asida al conocimiento jurídico del abogado que fue; además de legislador, juez y creador de la conducción del Estado a través del gobierno como parteaguas entre el santaanismo y la República, la Reforma, el Constitucionalismo y la victoria del liberalismo político, cuyas ramas fueron podadas por el porfirismo.
II. Es una obra donde encontramos escritos de Juárez difíciles de localizar: llamadas de atención a quienes no cumplían con los lineamientos de la lucha republicana, discursos sobre que “la educación del pueblo es la primera atención del gobierno”. La educación primaria era la finalidad vertebral, ya que desde la Conquista a los virreyes, convenía tener en la ignorancia al pueblo para someterlo a los intereses que rompieron Hidalgo y Morelos, continuando con la Generación de la Reforma y que el porfirismo descuidó hasta volverse prioridad de las demandas de la Revolución de 1910 y la reforma a la Constitución de 1857 en lo que es la Constitución de 1917. Autobiografía-biografía que ofrece los 66 años de Juárez. El haz de libertades y liberalismo político de quien se hizo político estudiando, leyendo, reflexionando y siempre en la práctica, para forjarse en el yunque de la nación a la que dio forma y contenido en un giro copernicano. Es ésta una conversación con Juárez respondiendo a todas las preguntas de su quehacer político, que nos amplía el conocimiento del zapoteca que logró hacerse un mexicano de temple, para emprender su labor de conductor que recrea lo que hizo el pueblo dirigido por Hidalgo y Morelos con los demás (Josefa Ortiz de Domínguez) libertadores que abrieron paso al constitucionalismo de 1814 a 1824.
III. Es una documentación cronológicamente ordenada con un amplio índice para repasar ese grandioso periodo, que debe estar en las universidades y bibliotecas públicas y particulares, como obra de lectura para renovar la permanente necesidad de instruirnos en el legado del Benemérito de las Américas. Nuestro único gran presidente, al que nadie, ni antes ni después siquiera ha logrado alcanzar dos dedos de su talento para la político y alzarse como coordinador de aquellos hombres, que fueron gigantes. Es por eso que debemos una y otra vez ponernos al día sobre su vida y obra, parteaguas de nuestra historia. Quien con su esposa Margarita Maza, se entregaron a la liberación de la nación “luchando siempre en la penuria”, por sus virtudes. Es la autobiografía y biografía de quien hizo del respeto a las libertades de prensa y los derechos individuales y colectivos, una bandera democrática-republicana con la Constitución de 1857, como factor común para normar la vida pública y privada, como derecho positivo al que se someten los funcionarios que son críticos y debe “verse con la calma y respeto por venir de los ciudadanos”.
Ficha bibliográfica:
Autor: Benito Juárez García
Título: Autobiografía
Editorial: Impulsora Editorial, 2016
Álvaro Cepeda Neri
[OPINIÓN] [EX LIBRIS]