I. Tras ver la película (incompleta, porque no logró terminarla) del magnífico actor y director que fue Orson Welles, Don Quijote (Otto Friedrich, La ciudad de las redes, retrato de Hollywood en los años 40, Tusquets editores; y de Conrado Xalabarder, Enciclopedia de los Oscar, edición Barcelona), no hay más opción que volver al magnífico libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que según su autor “se engendró en una cárcel”; pues siendo Miguel de Cervantes Saavedra soldado, fue apresado por los turcos en la batalla de Lepanto, donde una herida le dejó inutilizada la mano izquierda y pasó 5 años en cautiverio. Vivió de 1547 a 1616, pero logró la inmortalidad con la edición de la primera parte de esta obra en 1605, y en 1615 de la segunda.
La biografía de Cervantes, de Melveena Mckendrick, es una buena crónica de la vida de este genial creador, coronada con la perenne universalidad de su obra donde, sobre Rocinante, el ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha “desface entuertos”, con una justicia salomónica, acompañado de Sancho Panza sobre su noble borrico. Ambos le dicen adiós a la Edad Media, al feudalismo, y le dan la bienvenida a la época moderna. Son lo viejo y lo nuevo de España hacia Europa y al continente que vislumbró Américo Vespucio, por eso, llamado América.
II. El conmovedor personaje que en un viaje imaginario recorre gran parte del Reino Español es el parte aguas de lo antiguo romántico y el naciente idealismo de amor a la humanidad, por medio de la Dulcinea real y la Dulcinea ideal. El lenguaje de aquel tiempo (1500-1880) es un deleite. Y heredadas de los conquistadores, seguimos escuchando muchas de esas palabras en el hablar de hispanoamericanos, entre quienes sobreviven en la geopolítica estadunidense y en comunidades mexicanas. Es como si hablaran El Quijote, Sancho y los personajes de las haciendas por las que pasan en sus aventuras. Como aquella donde el caballero de la triste figura embiste a los molinos de viento imaginando que son gigantes. Son raras las palabras que no se comprenden, pero los comentarios a pie de página de Vicente Gaos las aclaran, a cuyo cargo corre esta edición crítica. Siendo casi todas sus ediciones aceptables, sobresale la edición crítica de 1987 (Gredos), en dos fabulosos tomos y un tercero con apéndices, gramática, bibliografía e índices. Y el 19 de octubre de 2004 apareció una edición con prólogo de Fernando Lázaro Carreter y dirección de Francisco Rico (Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores, informa El País, 19 de octubre de 2004).
III. La hazaña literaria de Cervantes no ha sido igualada, pues le pertenece la creación original de la novela moderna y haber recreado el hablar y escribir del idioma desde 1605, para –con sus modificaciones– ser el español que hablan millones de latinoamericanos. Y de tal importancia, que es ya idioma a cursar en universidades europeas y anglosajonas. Don Quijote de la Mancha se ha traducido al inglés, francés, griego, ruso, alemán, etcétera. Quienes hablamos español como lengua materna podemos ir a la creación original, actualizada al español contemporáneo, para después ir al texto tal y como lo escribió su autor.
Ficha bibliográfica:
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
Título: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Editorial: Gredos, Galaxia Gutenberg o Sepan Cuántos (Porrúa)
*Periodista
Contralínea 388 / 02 de Junio al 07 de Junio