I. El investigador y periodista-reportero Federico Mastrogiovanni es el autor del libro: Ni vivos ni muertos, “resultado de años de trabajo y de investigación. Es un esfuerzo colectivo, que se ha dado gracias a la colaboración, la ayuda y el apoyo de personas y organizaciones, sin las cuales habría sido imposible entender o tan sólo acercarse a un fenómeno tan vasto y complicado como la desaparición forzada de personas”. Con su bibliografía, dos ensayos –uno de ellos de Jaime Avilés, como extraordinario prólogo–, 13 casos y sus respectivas entrevistas, en 270 páginas nos muestra el terrible drama “que se desarrolló en los años setenta [finales del sangriento diazordacismo] y ochenta durante lo que se conoce como guerra sucia”, cuando iniciaron las “desapariciones en general y de las desapariciones forzadas en particular… Estamos enfrentando una estrategia de terror que tiene características y vinculaciones todavía por conocerse, implicaciones y responsabilidades que van desde los funcionarios más marginales hasta policías, militares, gobernadores de estados, secretarios de gobierno y probablemente la misma cúpula del Poder Ejecutivo”.
II. Trece casos desgarradores que incluyen el de los 43 de Ayotzinapa sobre desapariciones forzadas, llevadas a cabo como secuestros donde –más que probablemente– seguramente participan funcionarios y políticos de toda calaña con delincuentes, y siempre a cambio de un soborno, se deshacen de quienes molestan al sistema político; o los entregan al narcotráfico como esclavos o para la prostitución, en una industria económica con lavado de dinero e inversiones, en complicidad con empresarios y funcionarios. La rigurosa indagación va al fondo. “En las zonas de conflicto donde hay violencia y petróleo (y gas), la desaparición forzada de personas es una de las estrategias más efectivas para sembrar terror en la población. Junto con el asesinato masivo, la tortura o las decapitaciones, es uno de los elementos más seguros para que la gente deje sus hogares y las ciudades en oleadas de desplazamiento masivo”. Ni vivos ni muertos es una pesquisa del reportero de amplísima experiencia, “especializado en conflictos y tragedias de América Latina”.
III. Son casos que el gobierno no quiere averiguar porque sus intereses con las delincuencias son como “fuerzas explotadoras vueltas hacia dentro contra una población sometida (y) mantener a las masas en estado permanente de subdesarrollo. Son, en su propio país, como los nativos de una colonia explotada” (Harvey Wheeler, La democracia en una era revolucionaria, Monte Ávila editores). Mastrogiovanni precisa: “la apertura paulatina del sector energético a los capitales privados y la agudización de la violencia, se han desarrollado en forma paralela. Aunque un nuevo tipo de desapariciones forzadas comenzaron durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y persistieron a lo largo de las administraciones posteriores, es el sexenio… del presidente Felipe Calderón Hinojosa, cuando las cosas cambian. A partir de su primer año de gobierno, y junto con la guerra al narco que declaró en enero de 2007… aumentan en forma catastrófica en todo el país. El rasgo que estas desapariciones mantuvieron… y que conservan también en el sexenio de Enrique Peña Nieto, es su aparente casualidad junto con la criminalización de las víctimas”. Es un libro para obtener más conclusiones sobre cómo los funcionarios están coludidos con esos delitos para implantar “el terrorismo del Estado mexicano”.
Ficha bibliográfica:
Autor: Federico Mastrogiovanni
Título: Ni vivos ni muertos
Editorial: Grijalbo-Proceso.-2015
Álvaro Cepeda Neri
[BLOQUE: OPINIÓN][SECCIÓN: EX LIBRIS]
Contralínea 476/ del 22 al 27 de Febrero 2016