I. Tal vez el escritor sueco Stieg Larsson (1954-2004) sea más conocido por su trilogía de Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres. La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina. La reina en el palacio de las corrientes de aire. Las tres asombrosas novelas traducidas por Martín Lexel y Juan José Ortega Román. Hay un cuarto volumen: La venganza de Dios (que este reseñador a vuelapluma no conoce, ahora sí, que ni por los forros). Otro título de éste es: Lo que no mata, te hace más fuerte. Tal obra, la cuarta, no alcanzó Larsson a publicarla, al morir de un infarto. Fue uno de los impulsores que crearon el proyecto Antiviolencia; Alto al racismo. Sobre todo era un periodista que sustentó su labor como reportero y de ello trata la recopilación de sus trabajos en el libro que aquí se reseña: La voz y La furia, traducido por los mismos Lexel y Ortega Román. Larsson fue director de la revista Expo y en ella daba rienda suelta a su faceta de periodista comprometido y batallador, dice la contraportada y se confirma con la lectura de estos 25 textos: para la defensa de los desprotegidos, los inmigrantes, la lucha contra el extremismo fascista, contra el maltrato y discriminación de las mujeres. El prólogo es de Daniel Poohl, nos dice todavía más en su análisis de la obra que contiene crónicas, editoriales, reportajes… escribía todo tipo de textos, artículos de debate, libros, documentos… y novela negra.
II. No encuentro ya libros de Stieg Larsson. Se ha eclipsado en español. Ignoro si en Suecia continúa –debe ser– actual; porque su obra es, sobre todo, literatura de calidad, combativa, polémica como nos muestra el texto: Stieg y yo; escritas por su compañera sentimental de toda la vida: Eva Gabrielsson. Pero sus textos periodísticos deberían ser lectura –no como se dice: obligada, sino absolutamente voluntaria– en las escuelas de comunicación, como hoy se les denomina a las que no hace mucho eran de periodismo. Tiene un trabajo titulado: La profesión más peligrosa del mundo, que resulta actualísimo por lo que están padeciendo los periodistas mexicanos (así como los ataques de Trump a la prensa crítica y de investigación estadounidense) y las persecuciones y homicidios en el resto del mundo, porque la prensa sigue siendo piedra de toque y punto de partida para, al menos, cuestionar los abusos de los poderes políticos y económicos; incluyendo al neofascismo, los feminicidios, los fundamentalismos religiosos y el resurgimiento de la “guerra fría” como pretexto para inventar que la seguridad de los países permite cancelar libertades, restringirlas y alzarse sin pudor alguno las dictaduras, el autoritarismo, contra las democracias.
III. Refiriéndose al periodismo, Stieg Larsson dice: “El objetivo, independientemente que el método utilizado en Suecia o en Colombia (le agregamos: en México), es el mismo: acabar con la libertad de expresión y acallar a los periodistas mediante la violencia o las amenazas de violencia; enseñar a los medios de comunicación, que no resulta agradable dedicarse al análisis crítico de ciertos fenómenos sociales”. El catálogo de temas que analiza Larsson es un abanico de asuntos cuya lectura ayudaría a formar e informar a los nuevos periodistas. Y a aquellos que ya cuentan con una amplia trayectoria y experiencia en el oficio, a reflexionar sobre lo grandioso que es desarrollar este trabajo. Las tres (cuatro) voluminosas novelas requieren un tiempo largo para su lectura. En cuanto a su periodismo de reportero es mucho más fácil la lectura, estremeciéndonos ante la penetrante prosa que nos regala en el artículo donde contesta las cartas que los lectores enviaban a la revista Expo. Esto hace del texto: La voz y la furia, una recopilación de su periodismo como ética para periodistas.
Ficha bibliográfica:
Autor: Stieg Larsson
Título: La voz y la furia
Editorial: Destino.-2011
Álvaro Cepeda Neri
[EX LIBRIS]