La Facultad de Arquitectura y el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo se sumaron a las siete escuelas y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que se encuentran en paro de labores académicas y administrativas, debido a la intención de las autoridades de romper la medida de presión con clases extramuros y en rechazo a la violencia sexual y de género dentro de la institución.
Tras las asambleas realizadas en las diferentes escuelas pertenecientes a la máxima casa de estudios, las Estudiantes Organizadas de la Facultad de Arquitectura informaron que no son ajenas al problema: “en nuestra Facultad sufrimos de hostigamiento, acoso, acoso sexual y violación por parte de trabajadores, académicos y estudiantes”.
A través de un comunicado, las estudiantes señalaron verse obligadas a enfatizar la importancia de la lucha de todas las mujeres estudiantes, por lo que decidieron sumarse a las demandas y peticiones de otras universitarias en lucha, y con 1 mil 372 votos a favor, la comunidad estudiantil optó por realizar un paro total de labores durante 72 horas.
Asimismo, exigieron no se tomen represalias contra “las mujeres que luchan contra la violencia de género” y se dijeron orgullosas de todas las mujeres que luchan por un entorno seguro, “condenando toda acción que no las tome en serio”.
Mientras que los directivos del Colegio de Humanidades Vallejo informaron, a través de la página oficial del plantel, la resolución del estudiantado de cerrar las instalaciones por 48 horas. “El plantel quedará a resguardo de una comisión de estudiantes, quienes harán su entrega el día jueves por la tarde”, por lo que las actividades se reanudarían el viernes 7 de febrero.
Estas dos escuelas se suman a las exigencias de los planteles 2, 6, 8, 9 de la Escuela Nacional Preparatoria y de las facultades de Arte y Diseño, Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Sociales, para erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres de la Universidad, así como la corrupción de las autoridades, criminalización y represión de estudiantes, y la falta de una óptima atención médica.
Karen Ballesteros