Por medio de asociaciones público privadas o proyectos de prestación de servicios (PPS), el Gobierno del Distrito Federal emprende la “modernización” integral de los 48 paraderos terminales que existen en la Ciudad de México.
A cambio de una contraprestación, los denominados Centros de Transferencia Modal serán concesionados a particulares para su uso, aprovechamiento, explotación y administración, según lo planeado por las autoridades capitalinas.
Se trata de alrededor de 707 mil metros cuadrados de superficie donde confluyen líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro, estaciones de autobuses, Metrobús, sitios de taxis y otros sistemas de transporte.
En febrero de 2014, la administración capitalina publicó en la Gaceta Oficial la Declaratoria de Necesidad para el Otorgamiento de Concesiones para el Uso, Aprovechamiento y Explotación de los Inmuebles en los que se Ubican los Centros de Transferencia Modal, para el Desarrollo de la Infraestructura Urbana que Tienda a Elevar el Bienestar y Acceso de los Habitantes de la Ciudad de México a los Servicios Públicos de Transporte.
De acuerdo con el documento, los Centros de Transferencia Modal susceptibles de ser modernizados son Constitución de 1917, Indios Verdes, Martín Carrera, Politécnico y Santa Martha.
No obstante que sólo se señala a cinco, la Declaratoria posibilita la incorporación de más paraderos al esquema: “Los bienes en los que se ubiquen los Centros de Transferencia Modal que no se encuentren expresamente incluidos en el párrafo anterior, pero que sean susceptibles de ser modernizados integralmente, podrán ser aprovechados directamente por el Gobierno del Distrito Federal; o bien, ser explotados y desarrollados por particulares mediante el otorgamiento de concesiones en los términos de la presente Declaratoria”.
Según se lee en el impreso, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), la Secretaría de Finanzas y la Oficialía Mayor, de manera conjunta serán responsables de redactar, evaluar y revisar la documentación y realizar los actos que sean necesarios.
En octubre de 2014, Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal, nombró al extitular de la Seduvi, Simón Neumann Ladenzon, asesor especial encargado de dar seguimiento al desarrollo de los Centros de Transferencia Modal (Cetram).
Como dependencias coadyuvantes, se nombró a la Secretaría de Gobierno y a la Secretaría de Transportes y Vialidad, esta última, con el objeto de intervenir en la aprobación de los estudios, proyectos y, en general, de la documentación que sea sometida a su consideración por parte de la dependencia auxiliar.
Toda vez que se prevé que se requerirán estudios y asesoría especializada para el análisis y las evaluaciones financiera, técnica y legal de los proyectos, el decreto faculta a la Seduvi y a la Secretaría de Finanzas para contratar dichos estudios y asesorías con particulares.
“En virtud de que dichos estudios y asesorías incluirán información, opiniones, recomendaciones, puntos de vista y datos que serán tomados en cuenta para el otorgamiento de las concesiones y su divulgación podría generar ventajas indebidas, toda la información generada, ya sea por el Gobierno del Distrito Federal o los particulares contratados, será considerada como información reservada.”
Dado el carácter de la información, se le permite a las secretarías contratar los servicios de asesoría “mediante un proceso de invitación restringida a cuando menos tres proveedores o adjudicación directa conforme a los supuestos y procedimientos establecidos en el Capítulo V (De las excepciones a la licitación pública) de la Ley de Adquisiciones del Distrito Federal y demás aplicables de su Reglamento”.
Derivado de ello, en junio de 2014, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda firmó convenio con Woodhouse Lorente Ludlow, despacho de abogados, por un monto de 3 millones 828 mil pesos, y con la empresa OTC Limited por 11 millones 135 mil 161.62 pesos.
Ubicada en la delegación Azcapotzalco, la terminal El Rosario es el primer Centro de Transferencia que logra concretarse bajo el esquema de asociación público privada en el Distrito Federal.
El trámite fue tutelado por la empresa de participación estatal Calidad de Vida Progreso y Desarrollo para la Ciudad de México, SA de CV, recientemente nombrada Agencia de Promoción, Inversión y Desarrollo para la Ciudad de México.
El Cetram El Rosario inició operaciones en 2013 y, de acuerdo con Grupo Carso, para su modernización se requirió de una inversión de 525 millones de pesos: “126 mil metros cuadrados de construcción en un terreno de 62 mil metros cuadrados”. Así lo manifiesta la compañía propiedad de Carlos Slim en el número 90 de la revista inmobiliaria Real estate. Market and lifestyle.
A través del contrato de fideicomiso irrevocable en el que participan Calidad de Vida, el Gobierno del Distrito Federal y Desarrolladora Mexicana de Infraestructura Social (DMI), se otorgó por 30 años a DMI, de Grupo Carso, la concesión para construir, operar, explotar, mantener y conservar todos los bienes que integran el área potencial comercial y adicionalmente a llevar a cabo la construcción, mantenimiento y conservación del área de transferencia modal.
En operación desde noviembre de 2009, la terminal se ubica en la estación Ciudad Azteca, Línea B del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en Ecatepec, Estado de México;ésta requirió de una inversión de 800 mil millones de pesos.
Con 70 mil metros cuadrados de construcción, el Centro cuenta con 25 líneas de transporte público concesionado y dos de Mexibús (servicio ordinario y exprés), un hospital, un Sanborn’s, y espacios comerciales.
Para 2015 se alista la edificación del Mexipuerto Cuatro Caminos en Naucalpan, Estado de México. El proyecto del Mexipuerto Cuatro Caminos está a cargo de la empresa DMI, que explotará comercialmente el sitio por 30 años. Para su desarrollo, se contempla una inversión de 41 millones de pesos para la renovación del espacio, donde se construirán locales comerciales y un complejo de cines.
También supervisado por Calidad de Vida, Progreso y Desarrollo para la Ciudad de México, SA de CV, la modernización del Cetram Chapultepec estará a cargo del Grupo Desarrollo Urbanístico Chapultepec (integrado por el corporativo Inveravante y, como socio minoritario, por BBVA Bancomer), a quien se le otorgó una concesión por 44 años, informó Simón Neumann, en septiembre de 2014, entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Neumann añadió que la modernización, proyectada para iniciar en este 2015, requeriría una inversión de 300 millones de dólares.
Según anunció el funcionario en conferencia de prensa, el proyecto involucra la construcción de una torre de oficinas de 70 niveles, un centro comercial con hotel incluido, área para una terraza, restaurantes y negocios, un estacionamiento subterráneo con capacidad para 2 mil 120 cajones, un área de transferencia modal con 130 metros lineales de andenes con capacidad para más de 1 mil 600 vehículos del transporte público, equipo tecnológico y espacio para el comercio informal, de acuerdo con la cartera de proyectos de coinversión en infraestructura de la paraestatal Calidad de Vida, entregada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Para el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por su sigla en inglés), el esquema ideado por la administración local que involucra a la iniciativa privada a través de un modelo de gestión público-privada que capitaliza la fusión de transporte y comercio tiene limitaciones.
En el estudio Megacentralidades. Propuesta de integración de los Cetram al desarrollo urbano de la Ciudad de México, refiere que “si bien este esquema mejora las condiciones de los pasajeros y la seguridad de los usuarios, al final deja un proyecto que no varía mucho de un modelo obsoleto de centro comercial, por ejemplo El Rosario o Ciudad Azteca. Este tipo de proyectos son oportunidades perdidas al ignorar los usos de alrededor y no garantizar la integración del Cetram con la trama urbana”.
ITDP propone partir de los Cetram como receptores o distribuidores de flujos en la zona metropolitana del Valle de México, comprender que muchos se agrupan en cúmulos en diversas zonas de la Ciudad y que no pueden ser pensados aisladamente del entorno que les rodea.
A partir de ello, plantear estrategias adecuadas para cada escala, de tal forma que estos transformen a los Cetram en megacentralidades, que permitan desconcentrar las actividades económicas y fomentar un desarrollo urbano compacto, denso y mixto, situaciones que se deben de derivar en una mejora considerable de la movilidad de los habitantes de la Ciudad de México.
“Sin tener una estrategia clara del desarrollo, éstos pueden quedar muy limitados en las intervenciones que se hagan en estos espacios, tanto para la Ciudad y sus habitantes, como para los inversionistas que trabajen con el gobierno mediante asociaciones púbico privadas”, indica el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo.
En entrevista, Daniel Zamudio de El Poder del Consumidor, AC, asegura que en los casos de El Rosario y el Mexipuerto Ciudad Azteca, los complejos no han mejorado la movilidad: “el transbordo dura entre 15 y 20 minutos, cuando debería ser de 5, pero se obliga al usuario a recorrer todo el centro comercial. No hay movilidad ni desplazamiento rápido”.
El coordinador de Transporte Eficiente de la organización alerta, en entrevista con Contralínea, que pese a que los Centros de Transferencia Modal se encuentran colapsados y requieren con urgencia de una renovación, se debe privilegiar la movilidad por encima del comercio. “La prioridad del usuario no es ir de compras”, critica el especialista en el tema.
Destaca que según el estudio Diagnóstico de los Centros de Transferencia Modal en principales ciudades del país, elaborado por la asociación civil y dado a conocer los primeros días de marzo de este año, los Cetram del Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey salieron reprobados. De una escala de 0 a 100, los Centros del Distrito Federal obtuvieron 30 por ciento debido principalmente a deficiencias en infraestructura y operación.
Cuestionados al respecto, los diputados de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Carlos Hernández Mirón, presidente, Diego Raúl Martínez, secretario, y Miriam Saldaña, vicepresidenta, señalan que dada la magnitud de los proyectos es indispensable la participación de la iniciativa privada; no obstante, las concesiones deben revisarse para que cumplan con su cometido.
Para la realización de este trabajo se solicitó entrevista con Calidad de Vida, Progreso y Desarrollo, SA de CV, y con la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal. Al cierre de edición, no se obtuvo respuesta.
Elva Mendoza, @elva_contra
[Sección: DISTRITO FEDERAL]
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