La reforma energética salinista, consumada con Peña Nieto, violó la Constitución y obligó a los más necesitados y clase media a pagar más por la energía eléctrica. Hoy, las empresas privadas “elegantes y finas” no pagan la red eléctrica y roban 76 mil clientes a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) denunció el director de la empresa Manuel Bartlett Díaz.
Durante la conferencia de prensa matutina encabezada por el presidente López Obrador, el titular de la CFE advirtió que actualmente hay una campaña brutal contra el presidente López Obrador por la reforma eléctrica, entre difamaciones y mentiras por la oposición, sin profundizar en el significado de la modificación constitucional.
Explicó que entre 223 centrales de autoabasto con 72 mil 656 “socios de paja”, figuran empresas importantes, las que más consumen, “las elegantes, las finas”, se acomodan en este mecanismo y no pagan la red, un fraude a la ley”, subrayó en conferencia en Palacio Nacional.
Dijo que la reforma salinista a la CFE se le impuso un contrato entre ésta y 54 millones de usuarios con precios de energía por cada central eléctrica, para lo cual debían concentrar en el Cenace el costo de la energía, para su distribución y costo final.
Sin embargo, la CFE acabó comprando a productores a precios elevados y el 45 por ciento de la energía eléctrica no se despachaba debido a que sólo se consideraba 220 mil millones de pesos de pérdidas por esa argucia y la CFE pierde 222 mil millones de pesos más. Además, la CFE tienen pérdidas por 437 mil millones de pesos por reglas de despacho de luz.
Explicó que cada día se paga a los productores el precio más caro de venta con lo cual se beneficia a los privados que ofertaban un precio bajo, y donde la CFE no obtenía beneficio alguno.
La CFE en suministro básico a 45 millones de usuarios es obligada por la reforma energética de 2013 a comprar a privados vía subastas, energías la mayoría renovables “baratas”, lo cual es absolutamente falso, pues cuestan más a precio de mercado porque CFE las ha subsidiado durante 25 años, mediante un mecanismo absurdo”.
Bartlett Díaz destacó que la reforma energética salinista se convirtió en una pedacería de seis áreas autónomas dentro de la CFE que se pagan entre sí los servicios, “un desastre”. Además, la mayoría de proyectos independientes, de autoabasto, limpias, cuyo objetivo es subcontratar a CFE, han sido financiados por la banca de desarrollo de México a tasas preferenciales con recursos de Afores.
¿Dónde está el capital que iban a traer? Solo se beneficiaron de la reforma. ¿Podrían los jurisconsultos, analistas y periodistas honorablemente que se debe garantizar la libre competencia cuando se analiza el sistema de beneficio a empresas privados?, cuestionó el titular de la CFE
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