El caso de Mariana Sánchez “marca un antes y un después” para que las autoridades actúen en consecuencia en vigilar el trabajo de los pasantes de medicina que trabajan en las comunidades rurales del país, aseguró la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Indicó que, con respeto a la autonomía del estado de Chiapas, donde ocurrió el feminicidio, un equipo multidisciplinario federal coadyuva en las investigaciones del caso y realiza un escrutinio permanente de las autoridades para deslindar responsabilidades e imputar las conductas irregulares o constitutivas de delitos, con garantía de derechos y presunción de inocencia.
Mariana Sánchez Dávalos, de 24 años de edad y pasante de medicina, fue encontrada muerta el 28 de enero en la comunidad de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, Chiapas. Había sido acosada y amenazada por un sujeto que ya fue identificado y cuyo nombre no se ha dado a conocer para no entorpecer investigaciones.
Durante la conferencia matutina que encabezó en sustitución del presidente López Obrador, quien se recupera de Covid-19, Sánchez Cordero hizo un llamado a las autoridades de Chiapas para que actúen sin dilación en la investigación sobre ese asesinato y aclaró que la víctima había pedido su cambio de adscripción laboral debido a amenazas sin que se le haya otorgado, y luego del crimen presumiblemente su cuerpo fue incinerado sin consentimiento de la familia.
Llamó a todas las comunidades del país a acoger a médicos de servicio social que llegan a poblaciones remotas y que realizan labores vitales en el desempeño de su trabajo.