Más de 620 familias cañeras se encuentran en la incertidumbre ante el anuncio del cierre del ingenio Eldorado, ubicado en el poblado del mismo nombre, en el municipio de Culiacán, Sinaloa. El aviso no se ha formalizado, pero a los productores de caña de azúcar ya se les advirtió que no se les comprará más. La opción para que el ingenio se mantenga abierto apareció con una oferta de compra realizada por el recién electo diputado local por Morena Serapio Vargas Ramírez.
En efecto, un Convenio de Terminación y Finiquito de Contrato Uniforme de Compraventa y de Siembra, Cultivo, Cosecha, Entrega y Recepción de Caña de Azúcar se firma ya entre el Grupo Azucarero México, SA de CV, y cada productor.
El documento, del cual Contralínea posee copia, señala que “el ingenio” y “el productor”, en su primera cláusula, “convienen en dar por terminado en forma anticipada” la relación contractual.
La probable clausura de Eldorado ocurre luego de 120 años de historia, pues fue fundado a principios del siglo XX. Toda la economía de la sindicatura y de la región gira entorno al ingenio, hoy propiedad del Grupo Azucarero México, en el que Juan Cortina Gallardo figura como director y presidente del Consejo de Administración. El empresario es también el actual presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), la asociación civil que aglutina al alto empresariado de la industria agrícola y pecuaria de México.
En entrevista con Contralínea, Juan Cortina Gallardo se dice dispuesto a vender el ingenio con facilidades. Según su versión, hoy es inviable la operación de Eldorado por la sequía, la falta de infraestructura de riego y, principalmente, porque los productores de caña están mudando al maíz. “El campo se fue haciendo chiquito”. En ese sentido, el ingenio ha tenido que entrar directamente a la siembra y cultivo de caña de azúcar.
“El ingenio Eldorado, desde hace como 10 años, ha venido perdiendo superficie cañera”, asegura Cortina Gallardo, economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), quien también ha incursionado en la producción del edulcorante natural estevia (Stevia rebaudiana).
Asevera que los productores han ido optando por sembrar maíz y cada vez hay menos interesados en sembrar caña de azúcar. Por ello, el ingenio opera con bajos niveles de producción y termina por perder dinero. Con un dejo de reproche, señala que, además, los distritos de riego, en plenos periodos de sequía, privilegiaron a los productores de maíz.
Explica que la última zafra terminó con sólo 21 mil toneladas de azúcar, “lo cual, pues, lo hace inviable”. Dice que el mínimo de producción para que el ingenio opere sin pérdidas es de 30 mil toneladas.
Agrega que el 60 por ciento de campo cañero que alimentó los molinos del ingenio fueron cultivados por Eldorado. Es decir, los cañeros realmente se redujeron al mínimo. Y si sólo se hubiera dependido de estos productores, “hubiéramos producido 8 mil toneladas… o sea, así de dramática está la cosa”.
José Jaime Montes Salas, secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno del estado, dice a Contralínea que son casi 1 mil familias las directamente afectadas: 488 personas son las que trabajan como obreros agrícolas al interior del ingenio y otros 450 son productores de caña de azúcar. Además, un total de 5 mil 500 hectáreas de cañaverales alimentaron los molinos del ingenio desde hace décadas.
Por ello, “el señor gobernador [Rubén Rocha Moya] está preocupado y siempre está atento a los problemas de los productores”.
Montes Salas advierte un profundo “impacto social” en la región, más allá de las casi 1 mil familias afectadas directamente. “Prácticamente toda esa zona depende del ingenio; por eso se formó la sindicatura y los municipios”.
Por su parte, Juan Cortina Gallardo minimiza el impacto social del cierre. Dice que son 220 los trabajadores del ingenio, “la vasta mayoría de más de 50 años de edad”, y 400 cañeros. Señala que a ninguno se le debe nada y el finiquito de cada uno, trabajadores y productores, se realiza de acuerdo con la ley y en un ambiente de cordialidad.
“Eldorado ya ha pagado todos los sueldos; no le debe nada a los obreros ni al sindicato, y se cumplen las obligaciones de pago que se tienen con cañeros. Estamos al día con todo… pero ya no podemos estar perdiendo dinero todos los años.”
El cierre del ingenio ocurre en el contexto en el que las embotelladoras de refrescos asentadas en México ya no compran azúcar mexicana. Ahora adquieren, principalmente, alta fructuosa que se produce en Estados Unidos a bajo precio por el subsidio que reciben los productores por parte del gobierno estadunidense. También prefieren adquirir edulcorantes, tanto químicos como naturales.
Entre las principales embotelladoras asentadas en México se encuentra Cultiba, de la que el propio Juan Cortina Gallardo es director corporativo. Este consorcio, en un tiempo holding del propio ingenio Eldorado y de otros tres más, es el controlador de la Embotelladora de PepsiCo en todo México.
El presidente del Consejo de Administración de Cultiba es Juan Gallardo Thurlow, tío de Juan Cortina Gallardo. Otros familiares del presidente del CNA en el consorcio son sus hermanos Alejandro y Santiago. También aparecen como directores o consejeros: Gela Lorena Gallardo Larrea, Luis Téllez Kuenzler, Joaquín Vargas Guajardo y, entre otros, Eduardo Sánchez Navarro Redo.
Las embotelladoras mexicanas comenzaron a comprar alta fructuosa de Estados Unidos luego de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Sin embargo, la compra se aceleró a principios del gobierno de Vicente Fox, con el retiro del gravamen del 20 por ciento que el propio acuerdo contemplaba. El entonces secretario de Economía de México, Luis Ernesto Derbez Bautista, aceptó la importación libre, sin gravamen alguno, del producto.
Lo anterior, a pesar de que la producción de alta fructuosa en Estados Unidos es subsidiada y de que este endulzante genera adicción entre los consumidores, con las consecuencias de obesidad y diabetes entre la población. La alta fructosa, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es potencialmente más adictiva que, por ejemplo, la glucosa.
Juan Cortina Gallardo reconoce que, a nivel nacional, tiene lugar una preferencia de las embotelladoras por comprar alta fructuosa y otro tipo de endulzantes que provienen de Estados Unidos. Sin embargo, rechaza que la crisis de Eldorado tenga esa causa. Asegura que el ingenio no es viable porque no hay ya suficientes productores de caña. Explica que, incluso, todo el azúcar que produce se vende. El problema es que cada vez produce menos porque han disminuido las hectáreas destinadas a la siembra de caña.
—¿Qué papel juega en la crisis de Eldorado la compra de alta fructuosa producida en Estados Unidos por parte de las embotelladoras asentadas en México? –se le pregunta a Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo de Administración del Grupo Azucarero México.
—Más que el alta fructuosa, yo te puedo decir, el problema son los edulcorantes no calóricos. Tú sabes toda esta campaña que ha habido contra las calorías y contra el azúcar. Todas las embotelladoras del país están dejando de consumir alta fructuosa y se están yendo cada vez más y más a consumir no calóricos químicos, que son baratísimos, y que cuestan una décima parte de los que cuestan las otras cosas [azúcar y alta fructuosa].
Al también presidente del CNA se le cuestiona si no hubo conflicto de interés alguno en la decisión de cierre del ingenio Eldorado. Lo anterior porque él mismo figura en el Consejo de Administración de Cultiba, una de las embotelladoras más importantes asentadas en México, que cada vez compra menos azúcar y prefiere alta fructuosa y edulcorantes.
Organización Cultiba es una sociedad anónima bursátil de capital variable. Se trata de una compañía holding, o tenedora de acciones. Entre las empresas en las que participa de manera accionaria se encuentra la sociedad anónima promotora de inversión Grupo GEPP. Esta última es una de las más grandes embotelladoras en México.
A través de GEPP, Cultiba participa en el negocio de las bebidas carbonatadas y no carbonatadas, así como garrafones de agua como embotelladora y distribuidora “de manera exclusiva” de las marcas de PepsiCo en México. En el país opera 44 plantas de embotellado y se le considera la única embotelladora con cobertura nacional de distribución.
—¿Desde Cultiba se decidió no comprar azúcar a Eldorado? –se le pregunta a Cortina Gallardo.
—Todo el azúcar que produce Eldorado lo colocamos. Porque, inclusive, es una zona del país que es deficitaria en producción de azúcar. El problema no es de mercado y precios. El problema ha sido que ha habido una transformación del campo y de la agricultura en el estado hacia la producción que ya no es de caña. Y eso por problemas de sequía, de plagas. Y el campo cañero se ha ido haciendo chico y chico y chico.
José Jaime Montes Salas, secretario de Agricultura y Ganadería del estado de Sinaloa, en entrevista con Contralínea informa que se mantiene el diálogo con el ingenio. Explica que en la administración de Rocha Moya “estaremos siempre a favor del productor”.
Sobre qué acciones realizará el gobierno sinaloense, Montes Salas señala: “Sería muy aventurado decirle qué vamos a hacer; pero de lo que sí puede estar seguro es que vamos a defender la planta productiva, a los productores y a los obreros dentro de lo que nos permita el marco legal”.
El ingenio Eldorado fue fundado el 28 de marzo de 1900, a 54 kilómetros de Culiacán, ciudad capital del estado de Sinaloa. Desde entonces ha sido el principal motor económico de la región. Hasta junio de este 2024, generaba casi 620 mil empleos directos y, se estima, otros 3 mil de manera indirecta.
Por la relevancia que adquirió con el ingenio, el poblado Eldorado se convirtió en sindicatura a los pocos años del inicio de la producción de azúcar. En noviembre de este 2024 se convertirá en el vigésimo municipio de Sinaloa, con cerca de 50 mil habitantes en 38 comunidades; todas, dependientes de la industria azucarera.
El ingenio Eldorado fue fundado por la familia Redo y durante más de 124 años tuvo la capacidad de moler miles de toneladas de caña de azúcar diariamente. La mayoría de los obreros agrícolas hoy contratados por la factoría descienden de indígenas yaquis (yoemes) y mayos (yoremes), que fueron llevados a principios del siglo pasado para construir y trabajar a destajo en el ingenio.
Mientras, los cañeros que proveyeron a la molienda de la factoría más de 1 mil toneladas diarias de caña de azúcar, durante décadas, en su mayoría son ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios de comunidades mestizas.
Juan Cortina Gallardo considera que no habrá conflictividad social alguna con el eventual cierre de Eldorado. Dice que mientras en otros estados de la república los cañeros se cuentan por miles, en Sinaloa sólo son unos cientos. Y, considera, que ya no tienen un peso importante porque, incluso, el propio ingenio tenía que rentar tierras para producir directamente.
Además, se mantiene buena relación con el sindicato y el gobierno del estado. En ese sentido, a nadie se le deberá nada.
Con cada cañero, el Ingenio Eldorado, SA de CV, firma el Convenio de Terminación y Finiquito de Contrato Uniforme de Compra-Venta y de Siembra, Cultivo, Cosecha, Entrega y Recepción de Caña de Azúcar y del Contrato de Préstamo de Habilitación y Avío en Forma de Apertura de Crédito en Cuenta Corriente. A nombre de la empresa aparecerá la rúbrica de Emilio García Pedraza, apoderado legal de la empresa.
Además de la terminación “en forma anticipada” del contrato de compra de caña que se cita en la primera cláusula del documento, en la segunda se establece el fin de todo crédito mediante el pago de un finiquito. Y por la tercera, “’El PRODUCTOR’ [el cañero] manifiesta que ‘EL INGENIO’ no le adeuda ningún pago con respecto a la relación contractual que los unía”.
Con la cuarta cláusula “’LAS PARTES’ declaran de manera conjunta que es voluntad dar por terminada cualquier tipo de relación contractual que los unía, llámese como se llame, aunque no esté señalada en este convenio, otorgándose el más amplio finiquito que en derecho proceda respecto a la zafra 2024-2025 y siguientes, sin reservarse acción o derecho alguno que ejercitar”.
Sobre el cierre definitivo del ingenio, Cortina Gallardo señala que todo dependerá de que se concrete la venta al agroempresario y diputado Serapio Vargas.
“Parece ser que el gobierno del estado lo está apoyando con créditos, fertilizantes y con todas estas cosas. Y están dispuestos a echarle el hombro para que vuelva a haber producción de caña.”
Agrega que sólo pedirá que se le pague el valor del terreno.
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