En la Ciudad de México operan células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado actualmente uno de los grupos más relevantes en el país. Además, en la capital de la República están asentadas otras organizaciones relevantes, como Unión Tepito, Cártel de Tláhuac, Fuerza Anti Unión, Los Canchola, Los Rodolfos, Ronda 88, Los Molina, Güero Fresa, Los Tanzanios, El Maestrín, Los Maceros, Juan Balta.
Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) –denominados “Campos de poder” (agosto de 2022), “Panorama delictivo de la Ciudad de México” (2021), y “Situación de seguridad pública en la Ciudad de México” (mayo de 2022), revelan la estructura criminal en alcaldías y en municipios conurbados de la metrópoli.
Para el caso del Estado de México, los análisis militares identifican que en los 14 municipios colindantes con la capital hay presencia del Cártel de Sinaloa, La Familia, Los Caballeros Templarios, y organizaciones independientes.
Así, los cárteles y organizaciones criminales independientes de ambas entidades forman un entramado que cubre gran parte del Valle de México. Éstos comparten rutas terrestres y cruces fronterizos. Además, tienen presencia en terminales de transporte foráneo, Central de Abasto, red del Sistema de Transporte Colectivo Metro y el ferrocarril. Ello, posiblemente para el traslado de drogas, armas y contrabando de mercancías, indican los documentos.
Las actividades ilícitas de estas organizaciones y sus confrontaciones, se apunta, han generado el incremento de feminicidios y narcomenudeo, lo cual ha provocado que la ciudadanía perciba un ambiente de inseguridad, a pesar de las diversas acciones interinstitucionales que llevan a cabo las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Hasta mediados de 2022, la Sedena reportaba que en la percepción ciudadana se consideraba que había un aumento significativo los homicidios. Hasta entonces, la inteligencia operativa estaba dirigida en la capital contra los grupos delictivos Unión Tepito, Fuerza Anti Unión, Cártel de Tláhuac, Los Rodolfos y Cártel de Jalisco Nueva Generación, lo que ha permitido realizar importantes detenciones de sus principales líderes.
Consultada por Contralínea el pasado 4 de mayo en su conferencia, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que se combate a estos grupos criminales mediante el uso de estrategias, inteligencia e investigación. “La Policía de la Ciudad de México es la única que por ley puede hacer inteligencia y está muy vinculada en la inteligencia que se hace en la Fiscalía General de Justicia, con la Policía de Investigación. Eso nos ha dado muchos resultados”.
La mandataria agregó que en la capital “pasamos de 15 mil a 74 mil cámaras de vigilancia. Un esquema distinto de cómo operar el C5 de la Ciudad; todas las aplicaciones móviles que tenemos, los tótems que nos ayudan tanto a detenciones, en su momento, como apoyo en el momento donde se aprieta el botón de auxilio”.
Sheinbaum Pardo destacó que en su gobierno hay coordinación con la Guardia Nacional, la Sedena, la Marina, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Además, “tenemos Comisiones de Seguridad Ciudadana con los vecinos. Entonces es una estrategia integral que nos ha ayudado mucho y que hay que darle seguimiento todos los días”.
Los documentos de la Sedena –que abarcan hasta mediados de 2022– indican que en la Central de Abasto capitalina se encontraron grandes cantidades de droga entre cajas de madera de frutas y verduras, transportadas en tráileres provenientes de diversos estados. Para pasar desapercibidos y evitar retenes policiacos, vendedores de drogas utilizaban, el Metro como medio de transporte para ingresar y sacar enervantes de Tepito y distribuirlas por toda la ciudad y municipios vecinos.
“Se presume que grupos delictivos utilizan estaciones ferroviarias de carga para el tráfico de droga, propiedad de la empresa Ferrocarril y Terminal Ferroviaria Del Valle De México, SA de CV, Terminal Intermodal de Pantaco”, apuntan los análisis.
También detallan que organizaciones criminales utilizaban terminales de autobuses para el trasiego de enervantes en forma en pequeñas y grandes cantidades, e incluso armas, debido a que las centrales de autobuses no cuentan con equipo de rayos X para realizar revisiones de equipaje. Hasta junio de 2022, la Ciudad de México ocupaba el segundo lugar nacional en delitos de alto impacto social, cuarto lugar en feminicidio y narcomenudeo, noveno en robo de vehículo y 16 en homicidio doloso, con una tendencia a la baja y ocupa el dieciseisavo lugar en incidencia delictiva nacional. Las alcandías con mayor incidencia delictiva hasta entonces eran Iztapalapa, Gustavo A Madero, Cuauhtémoc Álvaro Obregón, Tlalpan y Venustiano Carranza.
Entre los datos que revelan los archivos está el hecho de que en Huixquilucan y Naucalpan tendrían presencia restos de la estructura del grupo delictivo identificado como Los Chamorros o Gaseros, en confrontación con restos de la organización independiente encabezado por el Chepe y el 500, quienes pretenden mantener sus espacios para la distribución de droga en estos municipios, donde la Sedena tiene identificado al grupo delictivo encabezado por Néstor, el 20. (Gráfica).
En Tlalnepantla, Tultitlán, Coacalco, Ecatepec, y con influencia en la alcaldía Gustavo A Madero, se mantienen confrontaciones entre remanentes del Cártel de Sinaloa que encabezaba Francisco Javier Recilla, la Víbora (detenido) y la organización independiente encabezada por el Chepe y el 500, así como con La Familia.
En Nezahualcóyotl y Ecatepec, así como en las alcandías Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A Madero –opera Josué Ramírez Carrera, el Tuerto y/o el Ojo de Vidrio, jefe de plaza de la organización criminal La Familia, a través de Miguel Ángel Galiote, hermano del Chuky, así como el S1 y el F1.
En los límites de la alcaldía Iztapalapa y el municipio de Nezahualcóyotl, integrantes de la organización delictiva La Familia realizan actividades de secuestro, extorsión, homicidios, mientras que integrantes de grupos delictivos locales realizan actividades de narcomenudeo, extorsión y homicidios.
En Los Reyes La Paz mantienen presencia restos de células independientes de Los Caballeros Templarios, en disputa por el control de la plaza con sujetos que se hacen llamar el F1 y el S1, así como con miembros de La Familia.
En Chalco y Valle de Chalco, y las alcaldías Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta prevalece la influencia de La Familia, a cargo del “jefe regional” Salvador Albarrán Tableros, el Chava o el Chaparrito, y los encargados de plaza José Merced Cruz Badillo, el Tío, y el Chaparrito.
La Sedena identifica tres rutas que atraviesan la Ciudad de México para el traslado de drogas del sur, poniente y oriente hacia el norte de la capital y que comparten los diferentes grupos criminales: ruta 1, que corre de la carretera Cuernavaca-México, Periférico, hacia la carretera México-Querétaro; ruta 2: Carretera Toluca-México, Periférico, hacia la carretera México-Querétaro: y ruta 3: de Puebla, calzada Zaragoza, carretera México-Querétaro, todas rumbo al norte del país.
Asimismo, el mapa criminal elaborado por la Sedena apunta que las alcaldías capitalinas más peligrosas eran –hasta junio de 2022–: Cuauhtémoc, Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A Madero.
En las colonias de la alcaldía Cuauhtémoc –que encabeza la panista Sandra Cuevas–, la Sedena tiene ubicadas 87 narcotienditas establecidas a unos cuantos metros de escuelas y estaciones de policía. De éstas, 27 están ubicadas en la colonia Guerrero, 26 en la Morelos (Tepito); 19 en la Doctores, seis en Roma Norte, y cuatro en Santa María la Rivera, Tránsito, Algarín, Asturias, Centro, respectivamente.
Las colonias Morelos y Guerrero tienen por cada plantel escolar 1.3 narcotienditas y en la colonia Centro, casi hay una tiendita de drogas por cada centro escolar. En la colonia Guerrero, sobre la calle Moctezuma se ubica una estación de policía y una escuela entre tres narcotienditas. En la Roma Norte hay dos narcotienditas ubicadas en Insurgentes, Querétaro, Álvaro Obregón y Córdoba.
La Sedena destaca que el funcionamiento de centros de narcomenudeo se emplea el uso de motonetas que circulan en sentido contrario entre puestos de comerciantes ambulantes y unidades habitacionales. De la misma forma, indica que la venta de drogas se realiza con el uso de burreros adictos [personas mayores de edad], que por una porción de droga llevan la mercancía en entradas de vecindades y en caso de que llegue la policía se resguardan en los inmuebles.
En Iztapalapa, figuran las colonias Juan Escutia, Ejército Constitucionalista, Paraíso, parte de la zona conocida como El Hoyo, San Lorenzo Tezonco, José López Portillo, Cerro de la Estrella, Santa Cruz Meyehualco, Vicente Guerrero, con alta incidencia de homicidios, violaciones, robo a transeúnte, a casa habitación, a negocio, a transportista y robo de vehículo.
La Ciudad de México constituye un área de mayor concentración de población en el país, su ubicación y complejidad facilita la influencia de organizaciones de la delincuencia organizada, se constituye en un centro de reunión y descanso, apuntan los análisis. Agregan que en esas condiciones, las organizaciones realizan sus actividades ilícitas con relativa seguridad, permitiendo a los diferentes grupos coexistir sin la necesidad de mantener la hegemonía de un área en específico.
Sin embargo, la Sedena no cuenta con información que permita establecer todas las áreas definidas o jefes de plaza con presencia en la Ciudad de México, aunque se han capturado a importantes miembros de diferentes organizaciones delictivas.
Los Rodolfos, La Unión Tepito, La Anti Unión, Cártel de Tláhuac y una célula del CJNG e independientes, son los grupos asentados en la Ciudad de México, quienes a través de extorciones, cobro de cuotas, secuestros a comerciantes, empresarios y microempresarios, llevan a cabo sus actividades ilícitas a fin de obtener recursos para beneficio personal o de grupo o bien para financiar sus actividades.
La Sedena refiere que esta célula delictiva surgió el 18 de mayo de 2010, después de que se llevara una reunión –en una vecindad del Barrio de Tepito– entre vendedores de drogas, delincuentes comunes, algunos comerciantes. Ésta habría sido convocada por Édgar Valdez Villareal, alias la Barbie, y los hermanos Francisco Javier Hernández Gómez, alias Pancho Cayaguas, y Armando Hernández Gómez, el Ostión; así como Ricardo López Castillo, el Moco; Jesús Addiel Vega, el Grande, y Omar Romero, el Colosio.
En 2015 surgieron diferencias entre Pancho Cayagua y otro integrante identificado como José Alberto Maldonado López, el Betito, provocando la separación de la Unión Tepito en dos células, lo que generó una guerra interna por el liderazgo de dicha célula delictiva. Hasta 2022, se apunta que diversos integrantes de la célula delictiva Unión Tepito habían querido tomar el control, sin embargo las autoridades de la Ciudad de México han disminuido su capacidad al detener a varios cabecillas de la organización.
El documento de la Sedena revela nombres de funcionarios supuestamente vinculados con La Unión Tepito. (Gráfica).
El 25 enero de 2018 se dio a conocer el grupo delictivo Fuerza Anti Unión, tras la ejecución de un sujeto identificado como el Oso, en un estacionamiento de la calle Granada entre las calles Toltecas y Tenochtitlán, colonia Morelos, alcaldía Cuauhtémoc. El occiso presentaba signos de tortura, lesiones por arma punzocortante y arrastre. Supuestamente se dedicaba a venta de autos usados en su establecimiento de la calle Peralvillo. Sus victimarios pintaron en la espalda de su playera la leyenda: “…Fuerza anti unión, esto les va a pasar a todos los que cobran piso a la gente honrada…”
Al surgir el citado grupo delictivo, manifestaron que defenderían a los comerciantes ambulantes establecidos en la zona centro de la Ciudad de México; víctimas de extorsión, secuestro, venta de estupefacientes y cobro de piso en la zona centro de la capital. Esta célula inició sus actividades tratando de debilitar y desplazar a la Unión Tepito, y así apoderarse de la zona de venta de droga en Tepito, Garibaldi, Zona Rosa, corredor Roma-Condesa, Centro Histórico, Plaza Meave, Plaza de Santo Domingo, Eje Central y diversos antros, ubicados en las alcaldías Miguel Hidalgo, Coyoacán y Benito Juárez.
Esta célula delictiva surgió en la década de 1990 en la alcaldía Tláhuac, conformada por una red familiar de apellido Sandoval, quienes se dedicaban al trasiego de droga. De ésta resaltó Felipe de Jesús Pérez Luna (ejecutado), quien tras la muerte de varios fundadores, tomó el control total del grupo incrementando sus actividades ilícitas con el apoyo de mototaxis que circulan en la alcaldía, los cuales realizaban actividades de distribución y venta de droga.
La célula se caracteriza por dedicarse al narcomenudeo, extorsiones, homicidios y secuestros. Mantiene presencia en Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco, Iztapalapa, Coyoacán y Tlalpan. No obstante, después de la ejecución Pérez Luna, la célula delictiva perdió liderazgo debido a los fuertes golpes de las autoridades en su estructura.
En 2010, se registró un multi-homicidio debido a una pugna entre los grupos delictivos Los Rodolfos y Los Susanos. En 2015, presuntamente este grupo delictivo hizo tratos con organizaciones delictivas en los estados de México y Michoacán, para posteriormente iniciar una pugna contra la Unión Tepito. También se anota en los documentos que intentó iniciar el control de la zona a través de los poblados de San Mateo y San Lucas, de la alcaldía Xochimilco.
El grupo delictivo Los Rodolfos estaba liderado por Héctor Rodolfo Rodríguez Morales, la Gorda. Tras su detención, sus sucesores fueron Carlos Morales Aparicio, el Negro, y la Cotorra. Esta organización delictiva está integrada mayormente por familiares cercanos a Rodolfo Rodríguez Morales: sus hermanos son los principales colaboradores, por lo que no se descarta que sea César Rodríguez Morales su principal sucesor.
Entre 2015 y 2016, Los Rodolfos establecieron vínculos con el Cártel de Tláhuac; sin embargo, a partir del 20 de julio de 2017, cuando fue abatido Felipe de Jesús Pérez Luna, el Ojos, el territorio que controlaba dicho grupo delictivo quedó dividido, abriendo paso a tres grupos que actualmente se disputan la zona: Los Rodolfos, en Xochimilco; Los Panchos Cara de Perro, en Iztapalapa; y Los Molina, en Coyoacán. Esta separación provocó que los grupos pretendan tener un mayor control de las zonas donde pueden realizar sus actividades ilícitas, y ello incrementó la violencia e inseguridad en la demarcación.
Para la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, ha hecho una labor importante en el combate diario al crimen y los delitos. “Él ha explicado varias veces lo que encontramos en la ciudad, qué bandas delictivas tienen mucho menor presencia en lo que tenían en su momento, qué otras bandas delictivas han querido entrar a la ciudad y ha habido operativos para que no lo se hagan”.
En su conferencia del 4 de mayo y a pregunta de Contralínea, detalló que cuando inició su administración “el promedio de homicidios diarios llegó en marzo-abril de 2019 a cerca de seis homicidios diarios, y hoy estamos en dos y menos de dos homicidios diarios; es decir, hay una reducción muy significativa. Y hay una serie de bandas delictivas que han sido desarticuladas y detenciones permanentes”.
Destacó que la estrategia de seguridad ciudadana ha sido exitosa, pues consta de cuatro ejes que han dado resultados. “Pero no podemos decir que ya terminamos. Éste es un trabajo de todos los días y por eso tenemos un gabinete de seguridad todos los días, en donde participa hasta el Poder Judicial, dos veces a la semana”.
Entonces, precisó, es una estrategia de atención a las causas. Asimismo, dijo, hay más y mejor policía, pues se dio 54 por ciento de aumento salarial a los policías de la Ciudad de México, y mejoras de distinto tipo, desde carrera policial, exámenes para los jefes de cuadrante: la revisión de Asuntos Internos cambió completamente, hay inclusive jefes de la Policía de antaño que hoy están detenidos por haberse encontrado que estaban vinculados con el crimen.
Los análisis de la Sedena vaticinan que, en el corto plazo, la restricción de las dinámicas económicas y social disminuirá la incidencia delictiva, ocasionando que los delincuentes perfeccionen otras modalidades como el robo a transeúnte, robo de cajeros automáticos, robo de transporte de carga, robo a casa habitación y robo a negocios; a fin de que les permitan disponer de efectivo para continuar con sus operaciones.
Señalan que en la Ciudad de México, el grupo delictivo Unión Tepito verá mermadas sus ganancias económicas por la limitación de los productos apócrifos provenientes de la República de China, lo que generara el cierre de comercios formales e informales; así como, los bares y restaurantes ubicados en el corredor de la Condesa-Polanco los cuales son extorsionados por citado grupo delictivo.
Sin embargo, dicho grupo delictivo fortalecerá sus redes de colusión a través de paquetería, para garantizar el trasiego de enervantes en el interior del país, de la misma forma emplearan campañas engañosas para obtener datos personales y de esta forma realizar extorciones para obtener recursos. (Con información de Andrea Gómez)
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