Obras son amores y no buenas razones. La candidatura de Clara Brugada está basada en hechos, no en dichos. No hay nadie mejor para la Ciudad de México. Su trabajo lo ha demostrado.

Clara tiene una historia de décadas. Está comprometida con los movimientos sociales, y ha dirigido una transformación impresionante en el gobierno de Iztapalapa. Dio prioridad al problema de la seguridad e iluminación, además de proyectos de captación de agua de lluvia y plantas purificadoras en las escuelas.

De igual manera, atendió 1 mil 415 grietas en la vía pública y 62 pozos de absorción. Instaló el Observatorio Interactivo de Hundimiento y Fracturamiento. De igual manera, se han atacado las grietas a través de más de 1 mil 300 obras de mitigación urbana y otros trabajos, con el fin de evitar inundaciones e inyectar el líquido al acuífero.

En su gobierno, se ha fortalecido la identidad y la memoria histórica local con el desarrollo del muralismo entre los jóvenes –incluso en murales de azotea–. Igualmente, se ha fomentado el rescate de personajes de Iztapalapa con músicos, deportistas, escritores, literatos; personalidades que han destacado. El gobierno de Brugada –fiel a sus orígenes– rescató la medicina tradicional y los temazcales.

También proporcionó espacio al desarrollo local. A través del Mercomuna, se apoyó a comerciantes locales golpeados por la pandemia. Asimismo, otorgó apoyo económico para pequeños negocios y emprendedores, con el fin de fortalecer el desarrollo local ¿Y cómo no mencionar a las Utopías que han recibido reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)?

La experiencia del gobierno popular de Clara Brugada es muy importante, particularmente en momentos de crisis económica, sanitaria, ambiental y de violencia que sufre la humanidad. Frente al fracaso del neoliberalismo y la globalización para dotar de los satisfactores mínimos a la gente, se coloca al orden del día la necesidad de buscar alternativas. Esas soluciones se encuentran, en primer lugar, en lo local.

El gobierno de Clara tuvo como eje la garantía de derechos para la población. El mejoramiento del modo de vida, la sustentabilidad en los aspectos más diversos para cada comunidad, la garantía de transporte eficiente, de una salud integral que busca un bienestar no sólo físico, sino emocional, y el fomento de la producción local para garantizar empleo cimentado, con el cual la gente tenga poder de decisión. Estos aspectos tienen que ver con la seguridad –entendida ampliamente– y con los índices delictivos que van a la baja en Iztapalapa.

El centro de la actividad del gobierno de Clara se basó en el fortalecimiento de la soberanía local. Más no desliga la lucha de la soberanía nacional.

Un gran problema de nuestra época es el logro de esta soberanía. Comienza por la soberanía energética –tarea que ha emprendido el gobierno federal– y la soberanía alimentaria. En los días que corren con la guerra Ucrania-Rusia, se asoma una crisis alimentaria, además de una falta de fertilizantes.

El modelo globalista y neocolonialista para depender de alimentos del extranjero que están a miles de kilómetros de distancia y la especulación y carestía de los mismos por parte de grandes corporaciones monopólicas. Ambas situaciones ponen al orden del día la necesidad de resolver el problema de la soberanía alimentaria no sólo a nivel nacional, sino desde el nivel local.

En Iztapalapa, el trabajo de desarrollar huertas urbanas fue muy importante. El programa proporcionó semillas y plántulas para quienes lo quisieran. De esta manera, pudieran cultivar y aprovechar hasta los camellones para la siembra de hortalizas como jitomate, cebolla, pepino, alcachofa, calabaza, lechugas, alcachofas, maíz, fresa o amaranto, entre otras.

A nivel local, se ha desarrollado el programa de autosuficiencia alimentaria Huevos en casa, el cual consistió en la entrega de miles de gallinas. Además, está el programa Del campo a la ciudad que contacta a los productores con los consumidores. Así se evita el intermediarismo.

De igual manera, marca el rumbo correcto para resolver la problemática alimentaria, apoyándose en las capacidades locales. Esta política dota a la población de alimentos frescos y sanos, desde lo local. Esto, en vez de consumir alimentos viejos, llenos de conservadores y producidos a largas distancias y empaquetados. Los mismos han perdido gran parte de su valor nutritivo.

Junto a estas acciones, el desarrollo de la rica tradición gastronómica se reforzó con ferias locales. Estas prácticas favorecen la convivencia, el medio ambiente, la imagen urbana, el desarrollo de la agroecología y la producción de alimentos, no sólo en lugares rurales, sino en las zonas urbanas; cuestión cada vez más necesaria.

Otro problema vital es el del agua. Sobre este tema, Pedro Moctezuma de Agua para Todos Agua para la Vida narra lo siguiente: “En Iztapalapa, se ha avanzado en el acceso al derecho al agua, dando pasos hacia su buen gobierno mediante una gestión sustentable orientada a restablecer el equilibrio hídrico. Ello, tras cinco décadas de lucha autogestiva que llevó a Clara Brugada al gobierno local. Con apoyo de la UAM Iztapalapa, se ejecutaron entre 2011 y 2012 proyectos de captación de agua de lluvia en las escuelas públicas, para garantizar que todas las escuelas cuenten con agua potable. Se han instalado 101 plantas purificadoras en las escuelas.

El programa de acupuntura urbana de la Alcaldía de Iztapalapa ha mitigado 1 mil 415 grietas en la vía pública y se han construido 62 pozos de absorción. Éstos permiten un manejo adecuado del agua pluvial, evitan inundaciones e inyectan el líquido al acuífero. Junto con el gobierno de la Ciudad, labora en la captación de agua de lluvia para consumo doméstico, beneficiando a 9 mil 626 viviendas. Aunque es una medida que por su alcance no se compara con el acopio de aguas pluviales en cuerpos de agua, atiende necesidades urgentes de familias necesitadas.

La alcaldía distribuye agua de forma universal, directa y sin corrupción, en las viviendas que sufren escasez o interrupción del servicio, lo cual permite garantizar un mínimo vital para la población. Para generar conocimiento sobre las subsidencias y su relación con la extracción intensiva del acuífero, construyó una Utopía con vocación científica en San Sebastián Tecoloxtitlán, afectado por hundimientos diferenciales. Y rescató en la Utopía Atzintli un gran espacio para la captación de los escurrimientos pluviales de la Sierra de Santa Catarina y su reinyección a  la capa freática.

El agua cae del cielo para todas las personas y podemos aprender a captarla, ahorrarla, utilizarla para nuestro provecho y disfrute. Las políticas y acciones promovidas por el gobierno de la ciudad significan un avance en relación a otras entidades y se orientan hacia cambiar el modelo de gestión del agua por uno que garantice la equidad y la sustentabilidad con participación ciudadana. La rectoría pública debe estar resguardada por una LGA [Ley General de Aguas] que abandone la mercantilización y abrace los derechos humanos, usando la planeación consensuada e instancias incluyentes con instrumentos eficaces para construir el buen gobierno del agua en el Anáhuac” (La Jornada. 20-08-22).

Una tarea fundamental fue lograr la integración comunitaria a nivel de los pueblos originarios, barrios, unidades habitacionales y espacios públicos. De esta forma, reforzar el tejido social destruido por años de neoliberalismo. Para este fin, se apoyó a las familias a través de 230 orientadoras comunitarias que ayudaron a la integración de las mismas y de los funcionarios responsables de las distintas colonias.

También la integración comunitaria se construye a través de fortalecer la identidad y la memoria histórica local. El gobierno de Clara ha dado el lugar que merece al tlahtoani Cuitláhuac, un combatiente indoblegable contra la invasión extranjera, un guerrero que murió invicto. Desde la irrupción española, se le ha tratado de borrar de la Historia, pues fue quien propinó la peor de las derrotas a los intrusos. Hoy, en el imaginario colectivo local, la figura de Cuitláhuac sigue siendo un referente y un ejemplo a seguir en la lucha contra el neocolonialismo que pretende saquear a México.

El parque Cuitláhuac es un espacio donde las familias tienen espacios de recreación. Se construyó contra viento y marea donde estaba un basurero. Se implementó humedales, colinas y andadores, así como las Utopías donde hay alternativas locales para la educación y el esparcimiento. Le otorgó a la comunidad un sentido de apego y permanencia.

El construir espacios locales familiares y fortalecer la imagen urbana comunitaria es un derecho fundamental. Además, tiene que ver con la construcción de una sociedad armónica y bien avenida. Gracias a la lucha de Clara Brugada, en Santa Martha Acatitla se construyó el plantel Casa Libertad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, UACM, en lo que había sido una cárcel. Asimismo, ha dado gran importancia al trabajo con instituciones educativas como la UAM y la UACM. Encontró alternativas para la Ciudad.

Igualmente, trabajó con el sistema escolar y creó nuevas herramientas como los Talleres para la Vida, las orquestas comunitarias, la educación artística y la enseñanza musical en talleres gratuitos. Todo, para el empoderamiento de la gente. También, están los cines que convierten a las Utopías en una nueva escuela lúdica, creativa y formativa. Éstas han creado nuevas centralidades y han generado positivos procesos sociales, culturales y económicos en los barrios y comunidades donde se asientan. Han recuperado la convivencia y el tejido social.

En un mundo en crisis económica, donde se avizora una recesión para el año que entra, es fundamental el apoyo a la economía local. Por lo tanto, se trabajó con el objetivo de impulsar estrategias y políticas públicas. De esta manera, convertir a Iztapalapa en un nodo de desarrollo económico importante en la Ciudad de México.

Se dio espacio al desarrollo local a través del Mercomuna. Con éste, se apoyó a comerciantes locales golpeados por la pandemia y se otorgó ayuda económica a los pequeños negocios y a los emprendedores, con el fin de fortalecer el desarrollo local. Asimismo, se destinó presupuesto a proveedores locales.

También, se ha auxiliado a artesanos locales como los maestros cartoneros, quienes protagonizaron el Desfile de Alebrijes Monumentales fabricando obras de gran belleza e ingenio.

Otros problemas que enfrenta el mundo son los grandes desastres, a consecuencia de la crisis hídrica, el calentamiento global y la crisis ambiental. De manera paradójica, se viven sequías e inundaciones, incendios y otras catástrofes, por lo que es esencial fortalecer la protección civil.

Por este motivo, se instaló el Observatorio Interactivo de Hundimiento y Fracturamiento. Se han atacado las grietas a través de más de 1 mil 300 obras de mitigación urbana y otros trabajos para evitar inundaciones. Frente al cambio climático, debemos tomar medidas y Clara lo tiene claro.

En el neoliberalismo, se han deteriorado los servicios sociales y comunitarios. Las personas se ven obligadas a enfrentar sus problemas por sí mismas. Esto, en una situación en la que nadie tiene tiempo, ni dinero o posibilidad de atender a familiares vulnerables.

Por eso, la sociedad debe actuar a favor de la ciudadanía, las casas de atención a los viejos, a mujeres y los espacios infantiles. Han sido una salida comunitaria a ese problema que se impulsó en Iztapalapa.

Clara tiene el apoyo y la fuerza que le dan los movimientos sociales. Desde hace décadas, luchan por una transformación profunda. Al frente del gobierno de la Ciudad de México, será una servidora pública que, con apoyo popular y organización comunitaria, logrará dejar huella y enfrentar los nuevos problemas… Es claro.

*Doctor en estudios urbanos, politólogo, historiador y militante social

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