De los documentos se advierte que apenas cuatro meses después de que el priísta Salinas de Gortari asumiera la Presidencia de la República, el dinero público fluyó a las cuentas bancarias del escritor: el 7 de abril de 1989, Aguilar Camín emitió el primer “recibo provisional” con su firma autógrafa a cambio de un cheque por 250 millones de pesos de aquella época.
Se trató de un pago “por adelantado” para la realización de un estudio llamado “El desafío educativo”. Sin licitación de por medio, éste se encargó a la empresa Nexos-Sociedad, Ciencia y Literatura y al Centro de Investigación Cultural y Científica (CICC), mismos que debían entregarlo al siguiente semestre.
A partir de entonces, las empresas de Aguilar Camín cobraron varias facturas por adelantado, se les asignaron cheques adicionales a pesar de los retrasos, además de que con recursos públicos obtuvieron “ayudas solidarias”, luego de que el escritor le escribiera cartas a Salinas de Gortari pidiéndole dinero para resolver apuros económicos.
Ejemplo de ello es una misiva –con fecha del 27 de agosto de 1990– en la que Aguilar Camín adjunta una factura complementaria por 248 millones 220 mil viejos pesos. La carta, dirigida a “Don Carlos” [Salinas de Gortari, a quien sí trataba con respeto y no con insultos como lo hace ahora con el presidente López Obrador], argumentaba que por la complejidad del propio estudio y por diversos compromisos que tenían con el Inegi, los investigadores se retrasaron seis meses y eso generó un costo adicional por 115 millones 920 mil pesos.
Tras presentar al entonces primer mandatario el nuevo presupuesto, el intelectual afín al neoliberalismo agregaba: “en caso de tu aprobación”, en espera del pago recalculado. La autorización de Salinas se dio el 6 de septiembre de 1990. Al día siguiente, Aguilar Camín obtenía un nuevo cheque por 364 millones 140 mil pesos de la época. El monto se erogó de la cuenta del Banco Mexicano Somex, correspondiente a la partida secreta.
Otro pago ocurrió el 18 de octubre del mismo año. El cheque se emitió a favor del CICC por 795 millones 880 mil 500 viejos pesos. Para entonces, Aguilar Camín aún no había entregado el estudio para el cual fue supuestamente fue contratado. El recibo de ese pago lo firmó el propio escritor y está fechado en Los Pinos, DF. También lleva el membrete de la Secretaría Privada de la Presidencia de la República, a cargo de Justo Ceja Martínez, hambre de confianza de los hermanos Carlos y Raúl Salinas de Gortari y quien estuvo prófugo durante el gobierno de Ernesto Zedillo.
De acuerdo con el periodista Miguel Badillo, casi un año después, el 5 de septiembre de 1991, Nexos-Sociedad, Ciencia y Literatura, SA de CV, obtuvo un cheque por 682 millones 145 mil 500 pesos, bajo el concepto de pago complementario de las investigaciones. El recibo fue firmado por Jesús García Ramírez, gerente de Nexos en ese momento.
El mismo 5 de septiembre, Nexos presentaba otra factura equivalente al 50 por ciento del costo de un estudio más, bajo el título “América del Norte: evaluación del desempeño educativo”, por un monto de 150 millones 103 mil 750 pesos. Seis días después, el gerente firmaba el recibo por esa cantidad en papel membretado de la Presidencia de la República.
El 1 de julio de 1992, Nexos presentaba otra factura complementaria correspondiente al 50 por ciento más, por un monto de 143 millones 577 mil 500 viejos pesos. Doce días después presentaba otra factura –por 496 millones 422 mil 500 pesos de aquellos tiempos– como “anticipo” para el proyecto “América del Norte: evaluación del desempeño educativo en seis grandes ciudades”.
El 6 de julio de 1992, en papel membretado de la Presidencia de la República, el gerente de Nexos firmaba un recibo por el total: 640 millones de pesos salinistas.
Entre los documentos también figura una tarjeta informativa que envió Aguilar Camín al presidente Salinas el 3 de septiembre de 1993, en donde le decía: “Presidente, sé que no hemos terminado, pero nuestras finanzas, por la misma demora, andan mal. Si pudieras anticiparnos el saldo de la investigación, será una gran ayuda (solidaria)”. Agregaba de su puño y letra: “Un abrazo”.
Ante esa petición urgente, el 20 de septiembre de 1993 el gobierno salinista emitió un nuevo cheque a favor de Aguilar Camín por 542 mil 180.45 nuevos pesos (para entonces ya se habían quitado los tres ceros al peso). Una anotación en la fotocopia del cheque presidencial hacía notar que está “pendiente entrega de factura”.
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